ÁFRICA: Gadafi asume liderazgo continental

El líder libio Muammar Gadafi, ex paria internacional y actual aliado de Europa, parece decidido a exhibir su renovada musculatura diplomática para influir en asuntos tan variados como el comercio y la seguridad regional, según expertos.

Gadafi ha aprovechado el ejercicio de la presidencia anual de la Unión Africana (UA), que reúne a las 53 naciones del continente, para promover desde febrero la Comunidad de Estados Sahelo-Saharianos (CEN-SAD).

La Unión Europea (UE) restableció sus vínculos con Libia desde que el líder del país maghrebí anunció en 2003 el abandono del programa de armas nucleares. En los últimos años, Gadafi se volvió una visita habitual en las capitales de ese continente, dedicado a promover deliberaciones entre Europa y África.

Entre otras medidas, propuso en febrero, en una reunión de CEN-SAD en Rabat, la creación de un fondo de 250 millones de euros para combatir la pobreza en África septentrional.

Ese mismo mes, la comisionada de Relaciones Exteriores de la UE, Benita Ferrero-Waldner, viajó a Libia para mejorar la cooperación entre las dos regiones en materia de energía y comercio.
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La UE y Libia también pasan por un atribulado proceso de negociaciones comerciales, que tal vez se facilite con el reciente ingreso del país africano a la Organización Mundial de Comercio (OMC).

"Libia es percibida cada vez más como un aliado aceptable, al margen de sus problemas internos", dijo el director del Centro de Estudios Norafricanos de la inglesa Universidad d Cambridge, George Joffe.

Los contactos de alto nivel representan una victoria personal para Gadafi, quien ha luchado por ser aceptado en la comunidad internacional desde que derrocó en el golpe de Estado militar de 1969 al rey Idris.

También suponen un giro en el vínculo de Libia con Europa y Estados Unidos, signadas en las últimas dos décadas por la atribución al régimen de gran cantidad de atentados terroristas.

Entre ellos figuraron la detonación del vuelo 103 de Pan Am sobre Lockerbie, Escocia, en diciembre de 1988, que resultó en la muerte de 270 personas y, luego, en la condena de un ex agente de la inteligencia Libia.

Luego de un atentado contra una discoteca de Berlín, en la que murieron dos personas y más de 200 resultaron heridas, Estados Unidos lanzó en 1986 un bombardeo aéreo sobre Trípoli que causó la muerte de al menos 15 personas, incluida una hija adoptiva de Gadafi, Hanna, de 15 meses.

De todos modos, luego de que el líder libio anunció el fin del programa nuclear, Estados Unidos levantó las sanciones económicas implementadas desde hacía años y retiró el nombre de su país de la lista de estados patrocinadores del terrorismo. La UE hizo lo mismo luego.

La creación de CEN-SAD, formado en 1998 con seis miembros y hoy con 28 de Túnez a Liberia, es instrumental a las actuales metas de Gadafi, según expertos.

"Se trata de un bloque enteramente diseñado para elevar el estatus diplomático de Libia en África", dijo Joffe. "Libia lo financia, Libia distribuye el financiamiento, Libia se beneficia de los proyectos."

En los últimos meses, Gadafi se dedicó a profundizar el vínculo entre la UA y CEN-SAD.

En una visita a Guinea-Bissau el año pasado, el líder libio anunció que CEN-SAD se uniría a la UA en la investigación del presidente de ese país Joao Bernardo Vieira y del comandante del ejército Batista Tagm Na Wai.

Pero observadores consideran que el acelerado crecimiento del bloque norafricano representa un problema.

"CEN-SAD cuenta con virtualmente la mitad de los miembros de la UA, pero no tiene un foco regional claro, como la Comunidad Económica de Estados de África Oriental" de 16 integrantes, dijo J. Peter Pham, director del Instituto Nelson de Asuntos Internacionales y Públicos de la estadounidense Universidad James Madison.

El auge de CEN-SAD es, tal vez, contemplado con cautela, dados los antecedentes de Gadafi en la política africana.

El líder libio fue uno de los principales respaldos del Frente Patriótico Nacional de Liberia durante la guerra civil de 1989 a 1996, periodo en el cual su líder, Charles Taylor, fue acusado de graves violaciones de derechos humanos.

De hecho, Taylor está hoy procesado por crímenes de guerra y contra la humanidad por su intervención en la guerra civil de la vecina Sierra Leona, entre 1991 y 202.

Destacados guerrilleros del Frente Revolucionario Unido de Sierra Leona, además, recibieron entrenamiento militar en Libia. Esa organización insurgente es acusada de la mayoría de los crímenes de guerra cometidos en el periodo.

Gadafi también es acusado de avivar el conflicto en curso en la occidental región sudanesa de Darfur, en el que murieron más de 300.000 miembros de la comunidad negra mayoritaria en esa región, al brindar asistencia a la organización supremacista árabe Tajamu al-Arabi.

La plataforma de ese grupo incluye eliminar de la región las tribus "africanas" (negras).

En la cumbre de la UA en Adis Abeba, Gadafi acusó a la Corte Penal Internacional con sede en La Haya de alentar un "nuevo terrorismo internacional" y la "recolonización" de África a manos de Europa con la orden de arresto contra el presidente de Sudán, Omar Hassan al-Bashir, acusado de crímenes de guerra y contra la humanidad en Darfur.

Mientras, la organización de derechos humanos Human Rights Watch (HRW) acusó a Libia de mantener en sus cárceles presos políticos, de desapariciones, tortura, represión de la libertad de prensa y proscripción de organizaciones independientes del gobierno.

HRW sostuvo que el sistema político libio es "dominado por un líder que no tolera críticas".

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