COMUNICACIÓN: Las voces que sobrevuelan el desastre

«Las radios comunitarias en Haití tenemos un rol indispensable en las catástrofes y más las mujeres, que podemos identificar cuáles son las necesidades más urgentes de las familias para reconstruir el país», aseguró la representante de una de estas emisoras en el país caribeño.

Marie Justine Gurlein, de Radio Refraka de Haití, contó su experiencia durante una mesa redonda que convocó a mujeres de radio en situaciones de conflicto y emergencia, durante la Décima Conferencia Mundial de Radios Comunitarias, que se realiza en la ciudad argentina de La Plata, a 56 kilómetros al sudeste de Buenos Aires.

Es la primera ocasión que la reunión, que se realiza a lo largo de esta semana y es organizada por la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (Amarc) tiene lugar en un país sudamericano.

Amarc tiene más de 4.000 miembros en los cinco continentes y en la conferencia mundial participan 400 radios comunitarias, convocadas en esta ocasión bajo el propósito de "aumentar su eficacia en el logro de una mayor justicia social".

Mediante talleres, seminarios, mesas redondas, teleconferencias, videos y asambleas los autodenominados "radialistas" analizan cómo contribuir a la reducción de la desigualdad, a la mitigación del cambio climático y a una mejor gestión frente a los desastres.
[related_articles]
Gurlein se refirió al terremoto que el 12 de enero devastó Haití y ocasionó más de 222.500 víctimas mortales. A esa catástrofe se sumaron ahora los efectos del huracán Tomás y una epidemia de cólera. "Las mujeres tienen un papel clave en mantener unida a la familia en estos conflictos", destacó.

Para mejorar su función, dijo, las radios comunitarias deben intercambiar saberes con sus pares de otros países del Sur en desarrollo. Necesitan mayor capacitación en temas de género y aprender el español "para trabajar mejor en la región", dijo en francés.

De la mesa participaron también otras mujeres de radio en comunidades que viven situaciones críticas.

Suyapa Banegas, de Radio Marcala de Honduras, contó a IPS su experiencia durante el golpe de Estado cívico-militar de junio de 2009 en su país.

"Sufrimos represión, persecución y amenazas de cierre por parte del Ejército", enumeró. Radio Marcala, que dio visibilidad a las mujeres hondureñas, emite desde el municipio del mismo nombre, situado a 180 kilómetros al oeste de Tegucigalpa, en una región habitada por la etnia lenca.

Banegas es la directora de programación de la radio que emite entre las 5:00 y las 22:00. "Ante tanta desigualdad uno siente la necesidad de cambiar las cosas, pero sin recursos la única vía es un medio de comunicación", declaró.

El problema es que en Honduras, como en otros países de América Central, las frecuencias se subastan. "El que paga más se queda con el aire. Hasta en ese reparto está bien marcada la desigualdad", añadió.

No obstante, las mujeres de la región consiguieron un atajo para legalizar la operación. La radio está registrada como comercial a pesar de que su objetivo no es ganar dinero sino darle voz a los que no la tienen.

Desde entonces lograron colocar en la agenda pública temas como el acceso de las mujeres a la tierra, un proceso en el que estuvieron marginadas tradicionalmente, y también el tema de sus derechos sexuales y reproductivos.

En la mesa plantearon además sus casos mujeres de Argentina, Bolivia, Chile, Mozambique, Filipinas, Nepal y Uganda.

Benilde Nhalevilo, de Radio Forcom de Mozambique, remarcó los efectos que aún tiene sobre las mujeres la guerra civil en su país (1977-1992). "Las radios comunitarias tenemos responsabilidad de convocar al Estado para hablar de ellas", exhortó.

Perla Wilson, de la chilena Radio Tierra, contó a IPS del papel en la emergencia de una emisora como la suya, la primera de carácter feminista de América Latina, nacida al final de la dictadura a partir de una idea de la organización no gubernamental La Morada.

La radio abrió un espacio de participación a las mujeres durante la transición democrática colocando en la agenda pública temas como la violencia de género o la sexualidad, pero además, acogió también a otras voces marginadas.

En Radio Tierra dio cabida al primer programa hecho por una minoría homosexual y al primero realizado por indígenas mapuches en su propio idioma.

Cuando el 27 de febrero Chile sufrió otro destructor terremoto, seguido de un tsunami, Tierra, salió al aire pese a los daños sufridos, al igual que muchas otras radios que aún esperan un reconocimiento similar al que tienen otros medios de comunicación.

"Las comunicaciones colapsaron en Chile, pero las radios en general seguimos funcionando y las comunitarias tuvimos una función social brindado servicios a los afectados y tratando de restablecer un diálogo en una sociedad fragmentada", señaló.

Wilson sostuvo que mientras la televisión sólo registraba los hechos mediante imágenes repetitivas, las radios comunitarias, con una enorme precariedad de recursos, se pusieron al servicio de los damnificados por la tragedia.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe