INMIGRACIÓN-CANADÁ: De ida y rápida vuelta

Cada año, más de 5.000 trabajadores residentes en Emiratos Árabes Unidos, asiáticos y de otras nacionalidades, solicitan a Canadá permisos de trabajo. Muchos regresan luego a Emiratos con pasaporte canadiense, pero con los bolsillos vacíos y los sueños rotos.

"Hace dos años me fui de Dubai a Toronto lleno de ilusiones", relató el contador Rajiv Pillai. "Soñé con una buena vida, una mejor educación para mis hijos y con hacer fortuna."

"Cuando me di cuenta que no iba a conseguir un trabajo acorde con mi formación, me volví en la primera oportunidad que encontré", recordó Pillai, que sólo pudo conseguir trabajos de media jornada.

"Tuve que trabajar como vendedor en una tienda de comestibles y como cajero en una tienda de comida rápida, a la vez, para llegar a fin de mes. A mi regreso a Dubai, una empresa que posee varios comercios me contrató como director financiero", indicó Pillai.

Canadá es considerado el país ideal para las personas que quieren empezar una nueva vida. Los beneficios son atractivos e incluyen enseñanza gratuita para los hijos y el derecho a elegir un trabajo.

La mayoría de de los trabajadores que emigran desde los países del Golfo Pérsico o Arábigo a Canadá son asiáticos, iraníes, libaneses y sudafricanos.

Expertos insisten en que la mayoría de los inmigrantes no planifican bien sus movimientos.

"Canadá no es un país de sueños rotos. Muchos se vuelven porque fueron mal aconsejados. Pero otros muchos no han tenido problemas", sostuvo Martin White, de una empresa consultora que asesora a emigrantes.

"Al principio, puede ser difícil para los nuevos inmigrantes conseguir trabajo en su especialidad, pero Canadá sigue siendo una buena oportunidad", señaló el ex ministro de Inmigración de Canadá Gerry Weiner.

El ex funcionario participó en junio en un seminario en Dubai para explicar el denominado programa canadiense de inversores inmigrantes, que se realizó el mes pasado.

"Canadá creó más de un millón de puestos de trabajo en los últimos cuatro años. Superó en creación de empleo a todas las demás naciones del G-7 (Grupo de los Siete países más industrializados). La calidad de vida es insuperable", indicó.

"El sistema de salud es universal y la educación es gratuita hasta la universidad. Les digo que es una buena oportunidad. Aún hay muchas áreas de difícil acceso para los nuevos inmigrantes, pero hay innumerables ejemplos de logros, además del éxito que alcanzaran sus hijos", añadió Weiner.

"Cada año, unas 300 familias procedentes de Medio Oriente se establecen en Canadá, en el marco del programa de inversores inmigrantes. Si los activos netos de una persona ascienden a 712.000 dólares y puede probar que ganó ese dinero gracias a su propio esfuerzo y a sus legítimas competencias, obtiene el estatus de residente permanente", señaló Weiner.

Muchos entre los muchísimos inmigrantes procedentes de países asiáticos utilizan el Golfo como trampolín: aumentan allí sus ingresos y continúan su migración hacia países como Australia y Canadá con el fin de mejorar sus perspectivas de vida.

"Vine a Emiratos hace ocho años y me alegró conseguir un empleo por 1.000 dólares al mes. En los últimos dos años, mi esposa y yo hemos ganado casi cuatro veces más y hemos visto a los que emigran a Canadá. Además de pretender mejores condiciones de vida para mis hijos, tengo muchos familiares que ya están allí", relató Paul Varghese.

Para los naturales de países asiáticos como Filipinas e India, las principales motivaciones de su emigración a Canadá son el alto costo de vida y la consiguiente pérdida de calidad de vida, la inseguridad laboral, y la enorme competencia por acceder a la educación y al empleo en sus naciones.

"Emigramos a Canadá hace cuatro años. Regresamos a Emiratos al año siguiente. Queríamos dar a nuestros hijos una buena educación y un futuro mejor, pero mi esposo no pudo conseguir un empleo adecuado, a pesar de ser un ingeniero altamente calificado, con más de 20 años de experiencia", relató Archana, ama de casa india que vive en Sharjah, uno de los siete emiratos de este país

"Además, la mayor parte de su salario se hubiera ido en los gastos diarios y el pago de impuestos", añadió.

En Canadá, profesiones como medicina, enfermería e ingeniería, requieren certificados locales, además de semanas y meses de internado, lo que puede resultar desalentador para muchos nuevos inmigrantes.

"Voy a regresar el año que viene cuando mi hija esté lista para ir a la escuela, pero mi esposo seguirá aquí pues no podemos ni pensar en costear sus gastos y mantener un nivel de vida decente sin su salario. Es un sacrificio, pero no podemos hacer otra cosa", señaló Archana.

Estadísticas oficiales de Canadá aseguran que uno de cada seis inmigrantes abandona el país dentro del primer año, especialmente si son de Hong Kong y Estados Unidos, seguidos por los de América del Sur, América Central, Medio Oriente y Australia, en ese orden.

"No es un secreto que algunas personas llegan a Canadá con la intención de volver luego a sus países. La idea de que el mundo está lleno de trabajadores muy calificados que quieren radicarse en Canadá es un mito", sostuvo el sociólogo Jeffrey Reitz, en el mencionado informe.

"En lo que a inmigración respecta, estamos en un mercado muy competitivo. Tenemos que reclutarlos y asegurarnos que se queden", añadió Reitz, del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad de Toronto.

"Cuando llegué hace 23 años, solía sentarme durante horas en los centros comerciales para ver si veía algún asiático", relató por correo electrónico el médico Chandra Kumar, un cirujano pediatra de ese país.

"Ahora hay muchísimos, pero la mayoría vienen sólo un par de años y se van. Dicen que prefieren venir a Canadá cuando se jubilen porque la salud es gratuita y también tienen posibilidades de cobrar aquí sus jubilaciones".

Muchos factores contribuyen con la insatisfacción de los inmigrantes. Muchos dicen que deben enfrentarse a la discriminación racial a la hora de conseguir un empleo.

Por ejemplo, agencias provinciales que otorgan permisos de trabajo impiden a médicos calificados ejercer su profesión. Estadísticas gubernamentales dan cuenta de la existencia de más de 2.000 médicos subempleados en la provincia de Ontario, que, sin embargo, carece de profesionales de la salud suficientes.

"Sólo cuando llegamos allí nos dimos cuenta de que nuestra formación no sirve para nada", indicó Pillai.

"Conozco por lo menos a cinco familias que se volvieron a Emiratos a trabajar después de haber estado en Canadá. Los médicos tuvieron que trabajar en farmacias, los ingenieros como obreros y los doctorados como maestros. Algunos, incluso, consideraron que el ambiente era muy malo para criar a los hijos", añadió.

La conciencia de la posición social encumbrada en sus países de muchos emigrantes puede ser parte del problema.

"Claro, tendrás que aceptar que no todo el mundo se va a convertir en presidente de una empresa constructora. Muchos tendrán que trabajar como vendedores", indicó Weiner.

"Independientemente de todas estas experiencias de sueños rotos, seguimos recibiendo suficientes solicitudes que nos mantienen ocupados, y que sustentan la idea de que Canadá sigue siendo una tierra de oportunidades", sostuvo White. (

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