MERCOSUR: Presidentes nuevos para viejas diferencias

El acercamiento entre Argentina y Brasil entusiasma a expertos sobre el relanzamiento del Mercosur, pero nada indica que la cumbre de este miércoles vaya a resolver añejos problemas comerciales y los derivados de las asimetrías económicas.

El primer día de sesiones preparatorias de la reunión de los cuatro mandatarios del Mercosur (Mercado Común del Sur), tuvo como protagonistas el lunes a los ministros de Economía, quienes acordaron, entre otras cosas, coordinar políticas macroeconómicas y mantener la inflación en cinco por ciento a partir de 2006.

Esas discusiones económicas y las realizadas este martes entre ministros de Salud y los cancilleres trazaron los temas centrales que abordarán este miércoles en Asunción los presientes Néstor Kirchner, de Argentina, Luiz Inácio Lula da Silva, de Brasil, Luis González Macchi, de Paraguay, y Jorge Batlle, de Uruguay.

Así, la agenda de trabajo de la cumbre incluye, en principio, el tratamiento de cinco grandes asuntos, como la coordinación de las líneas económicas generales, el establecimiento de una política comercial común, el tratamiento de las asimetrías, el relacionamiento externo y el fortalecimiento institucional.

A pesar de los muchos asuntos pendientes en el Mercosur, que lo hicieron zozobrar a fines de los años 90, los nuevos aires políticos que recorren a Argentina, Brasil y hasta Paraguay favorecen su fortalecimiento, lo cual se percibirá en esta 24 cumbre semestral, según analistas y diplomáticos consultados por IPS.

La llegada al gobierno de Argentina el 25 de mayo de Kirchner, quien ya dio señales en favor del bloque, y la próxima asunción como presidente de Paraguay de Nicanor Duarte Frutos imponen circunstancias ”muy propicias” para el relanzamiento del bloque, dijo a IPS el politólogo paraguayo Hugo Saguier Guanes.

”Como nunca antes, el Mercosur tiene hoy la oportunidad de consensuar una agenda para negociar en el ALCA (Area de Libre Comercio de las Américas) y tratar de llegar al mercado común americano”, aseguró.

Además, ”la cumbre de Asunción será propicia para que muy pronto, si se dan las condiciones económicas y políticas, se culmine con la instauración de una moneda común para el Mercosur, a través de un tratado multilateral”, puntualizó.

Saguier Guanes, profesor de la Academia Diplomática y Consular de Paraguay, destacó también que son buenos tiempos para definir la asociación del bloque con la Comunidad Andina de Naciones, conformada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela.

Precisamente, es visto como un puente hacia el resto de América del Sur la invitación a la reunión de este miércoles en la capital paraguaya del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien se sumará a sus pares Ricardo Lagos, de Chile, y Gonzalo Sánchez de Lozada, de Bolivia, los dos países asociados al bloque.

Sin embargo, el experto paraguayo advirtió de las dificultades que pueden echar por el suelo esas expectativas, como son los perfiles y tiempos diferentes de los gobiernos de la región.

Los presidentes de los dos países mayores, Kirchner y Lula, quien asumió el 1 de enero, presentan afinidades ideológicas y apenas comienzan sus respectivos mandatos, Duarte Frutos se hará cargo del gobierno paraguayo el 15 de agosto y Batlle, con casi dos años por delante, siempre miró con más simpatía a Estados Unidos que a sus vecinos del bloque.

Pero ”a Uruguay no le resta otra alternativa que unirse a lo que decidan los otros tres presidentes, que son unánimes en sus posturas y en sus declaraciones con referencia al fortalecimiento del Mercosur y de la negociación multilateral en bloque con el ALCA”, subrayó Saguier Guanes.

Kirchner y Lula, además, llegan a la cumbre de Asunción con un gran respaldo de sus conciudadanos.

El mandatario argentino cuenta con una imagen positiva de 75,2 por ciento de los consultados, según informó el diario bonaerense Página 12, mientras que su homólogo brasileño mantenía en marzo un indicador positivo de su gestión de 45 por ciento, según la encuestadora Census.

En cambio, Batlle transcurrió más de la mitad de su mandato con extrema debilidad, tras la debacle financiera y económica de mediados del 2002, y un ejemplo de ello es la quinta huelga general contra su política económica y social que se realiza este martes.

González Macchi sigue un sendero parecido al despedirse del gobierno de Paraguay y de las cumbres del bloque con 65 por ciento de opinión mala o muy mala sobre su gestión, según el Instituto de Comunicación y Arte, y con la carga de haber sorteado con dificultades un juicio político en su contra por acusaciones de corrupción.

En el otro extremo está su sucesor Duarte Frutos, con encuestas que llegan a 80 por ciento de aceptación de los entrevistados.

Si bien no se han explicado los planes de política exterior que impulsará Duarte Frutos, éste ya declaró que en el centro de su agenda de trabajo está el Mercosur, como lo demostró en la gira realizada tras ser elegido.

Muchos son aún los temas pendientes de solución en el Mercosur. Por ejemplo, Brasil y Uruguay aún no ratificaron el Protocolo de Olivos (residencia del presidente argentino) para la solución de controversias en el Mercosur, firmado en Buenos Aires el 18 de febrero de 2002.

Ese tribunal permanente debe reemplazar los sistemas actuales de solución de controversias establecidas en 1991 y en 1994.

Por su parte, Paraguay busca que sus socios mayores hablen de las asimetrías existentes en el proceso de integración y, en especial, que las reconozcan.

Es fundamental para este país tener un trato diferenciado en el bloque, porque es el único que no cuenta con litoral marítimo y, además, es el de menor desarrollo económico relativo.

También queda abierta la incógnita sobre cómo incidirá en el bloque el estrecho acercamiento entre Argentina y Brasil, que tuvo hace una semana un encuentro calificado de ”muy auspicioso” por el canciller paraguayo, José Antonio Moreno Ruffinelli.

”Ese consenso hará que se mejoren sustancialmente las economías de esos países, lo cual significará el mejoramiento de nuestras economías”, comentó Moreno Rufinelli a IPS, en referencia a su país y a Uruguay.

Por otro lado, representantes del Consejo de Trabajadores del Cono Sur y de la Comisión Parlamentaria Conjunta del Mercosur anunciaron que participarán activamente en las reuniones previas a la cumbre.

Esa asistencia se debe a la necesidad de avanzar en el llamado Mercosur social, propuesto por Lula a poco de asumir el cargo y que acompaña Paraguay.

Los miembros de la Comisión Parlamentaria insistirán en la creación del Parlamento del Mercosur, con carácter supranacional, como también propuso Brasil.

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