Irán va primero en la ejecución de menores de 18 años

Al menos 160 jóvenes menores de 18 años esperan su ejecución en Irán. Crédito: IPS
Al menos 160 jóvenes menores de 18 años esperan su ejecución en Irán. Crédito: IPS

Irán ocupa el primer lugar en la cantidad de menores de 18 años que son condenados a la pena de muerte, habitualmente tras ser sometidos a juicio sin contar con la asistencia de abogados.

Entre otras organizaciones de derechos humanos, Human Rights Watch (HRW) denunció que Irán ejecutó al menos a 230 personas en lo que va del año.[pullquote]3[/pullquote]

Mientras que la mayoría de los países luchan por la erradicación de la pena capital contra los adultos, Irán sigue condenando a la muerte a niñas, a partir de los nueve años, y a varones, a partir de los 15 años.

Un informe publicado por Amnistía Internacional en febrero aseguraba que 160 jóvenes iraníes esperaban por su ejecución.

Varios países, entre ellos Arabia Saudita, Pakistán y Yemen, comparten la postura iraní de que la pena de muerte es una forma aceptable de castigo para los menores de edad «desviados».

La pena de muerte en Irán se aplica a quienes han cometido «delitos hodud», que están definidos y castigados por la ley islámica, entre ellos el consumo de alcohol, el adulterio y la fornicación con una persona del mismo sexo.

Este mes HRW informó sobre la ejecución de 20 delincuentes en la prisión de Rajai Shahr, el día 2. El joven Alireza Tajiki logró escapar por poco a la pena capital, fijada para el 3 de agosto.

Alireza tiene 19 años, pero fue condenado a muerte por violación y asesinato a los 15, al cabo de un juicio que no cumplió con las normas internacionales de justicia. El joven iraní eludió la ejecución gracias a la ayuda de un abogado. Sin embargo, el aplazamiento es solo temporal.

Hassan Afshar, detenido y condenado a los 17 años por mantener relaciones sexuales “forzadas” con otra persona del sexo masculino, no tuvo la misma suerte que Alireza. El 18 de julio Amnistía Internacional denunció que fue ahorcado por las autoridades iraníes, sin haber tenido acceso a un abogado.

Los delitos relacionados con las drogas también se encuentran entre las «atrocidades» que se castigan con la muerte en la república islámica.

Janat Mir, un residente afgano en Irán, fue detenido por delitos vinculados con las drogas cuando la policía allanó la casa de un amigo. Al igual que la mayoría de los jóvenes en su situación, no tuvo acceso a protección legal ni a servicios consulares.

Se dice que tenía entre 14 y 15 años de edad cuando fue ejecutado en 2014.

Lamentablemente, son muchos los jóvenes condenados en Irán que se encuentran atrapados en situaciones similares.

El problema más alarmante es que la gran mayoría de los menores iraníes no saben que tienen derecho a un juicio justo.

Aunque la Corte Suprema iraní determinó un cambio progresista al anunciar que los jóvenes condenados a muerte podrían solicitar un nuevo juicio, la reforma no tuvo el impacto previsto ya que los menores de edad encarcelados ignoran esta posibilidad.

En 2013 se modificó el Código Penal Islámico con el fin de que los menores que «no comprendían la naturaleza de su crimen» o que carecían del «crecimiento mental y madurez» durante el acto criminal pudieran recibir una pena alternativa a la capital. De todas maneras, el código no cumple con las obligaciones internacionales del país.[related_articles]

El derecho internacional señala que ningún juez o tribunal, en ninguna circunstancia, debería tener la autoridad para condenar a un delincuente menor de edad a la muerte.

Irán incumple la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño porque no protege ni informa a los menores de edad sobre sus derechos y se niega a erradicar la pena de muerte para ellos.

Paradójicamente, las autoridades iraníes a menudo niegan que en su país se encarcele y ejecute a infractores jóvenes.

En abril de 2014, el presidente de la magistratura, el ayatolá Sadeq Amoli Larijani, declaró que «en la República Islámica de Irán no ejecutamos a personas menores de 18 años».

“Los antecedentes manchados de sangre de Irán al enviar a los delincuentes juveniles al patíbulo, habitualmente tras juicios manifiestamente injustos, son una burla absoluta de la justicia juvenil y traicionan descaradamente los compromisos que Irán asumió con respecto a los derechos de los niños», subrayó James Lynch, director adjunto para Medio Oriente y el Norte de África de Amnistía Internacional.

En muchos aspectos, la modificación del Código Penal Islámico de 2013 es la clave para lograr la justicia juvenil en  Irán.

Será necesario modificar el código penal con el fin de prohibir expresamente la aplicación de la pena de muerte para todos los delitos cometidos por personas menores de 18 años de edad, subir la edad mínima de responsabilidad penal de las niñas para equipararla a la de los varones – que actualmente es de 15 años -, y garantizar que ningún niño o niña sea considerado culpable como un adulto, según el artículo 1 de la Convención sobre los Derechos del Niño.

Traducido por Álvaro Queiruga

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