Pakistán pone precio a atacantes de activista adolescente

"Oramos para que otras estudiantes se beneficien de la esclarecida visión de Malala", dijo su compañera Shamaila Crédito: Al Jazeera
"Oramos para que otras estudiantes se beneficien de la esclarecida visión de Malala", dijo su compañera Shamaila Crédito: Al Jazeera

Autoridades de Pakistán ofrecieron una recompensa equivalente a 105.000 dólares por la captura de los talibanes que balearon a la adolescente Malala Yousafzai, defensora de la educación y de otros derechos de las niñas en el noroccidental valle de Swat.

Yousafzai, estudiante de secundaria de 14 años, sufrió disparos en la cabeza y el cuello el martes 9, cuando se dirigía a su casa desde la escuela de Mingora, la ciudad más importante del valle de Swat. Poco después fue sometida a una cirugía en el hospital militar de Peshawar para retirarle un proyectil que quedó alojado en su cráneo.

El ministro de Información de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, Mian Iftijar Hussain, dijo a Al Jazeera este miércoles 10 que Yousafzai permanece sedada y estable tras la operación, aunque no está fuera de peligro, y que los médicos evaluarán su condición en 48 horas.

«El gobierno decidió recompensar con 10 millones de rupias a quien nos ayude a identificar a los atacantes, y su nombre permanecerá en secreto», añadió. El ministro del Interior de Pakistán, Rehman Malik, dijo también este miércoles que las autoridades habían identificado a los responsables, pero no se habían efectuado arrestos.

En todo el país se ofrecen plegarias por la recuperación de Yousafzai.

En una manifestación de apoyo a la activista, otras estudiantes dijeron que la joven «es como nuestra hermana».

«Oramos por su más pronta recuperación y bienestar», dijo Shamaila, de 14 años y que asiste a la misma escuela que Yousafzai. «También oramos para que otras estudiantes se beneficien de la esclarecida visión de Malala».

Otra alumna, Brekhna Rahim, dijo que la joven «deseaba tener dinero suficiente para construir escuelas en cada aldea para las niñas de Swat».

Todo el valle está conmocionado por el ataque, agregó, y la gente permanece frente a los televisores llorando mientras observa las imágenes, repetidas una y otra vez, de la joven en una camilla ingresando al hospital.

El ministro Hussain dijo a Al Jazeera que «cada niño (de Khyber Pakhtunkhwa) está en peligro», pero el gobierno provincial «no tiene los recursos» para suministrarles seguridad a todos.

«Las escuelas necesitan protección. Todos somos blanco, lo somos y tendremos que enfrentar esas amenazas con coraje. Vamos a proteger a Malala y a su familia mientras sigan en la lista de objetivos» de los ataques del Talibán, agregó.

Yousafzai estaba con sus compañeras en una furgoneta escolar cuando hombres no identificados detuvieron el vehículo y preguntaron si pertenecía a la escuela.

Entonces, uno de los hombres armados preguntó «¿Dónde está Malala?». Cuando ella se identificó, el asaltante extrajo un arma y le disparó a la cabeza y el cuello. Otras dos niñas fueron heridas y recibieron tratamiento en un hospital cercano.

El grupo Tehrik-e-Talibán Pakistán (TTP), también conocido como el Talibán pakistaní, se atribuyó el ataque. Su portavoz, Ehsanullah Ehsan, sostuvo que se le había advertido varias veces a Yousafzai que dejara de manifestarse contra la organización.

«Es una chica de mentalidad occidental. Siempre habla contra nosotros», dijo Ehsan por teléfono desde un lugar no revelado. «Atacaremos a cualquiera que hable contra el Talibán».

«Le advertimos varias veces que dejara de hablar contra el Talibán y de apoyar a organizaciones no gubernamentales occidentales, y que tomara el camino del Islam», añadió.

El grupo alega que no solo está «permitido» atacar a niñas y adolescentes, sino que es «obligatorio» hacerlo cuando la persona «encabeza una campaña contra el Islam y la shariá», o ley islámica.

El portavoz también se refirió a la historia de Hazrat Khizar, extraída del Corán, quien mató a un niño pequeño y justificó su acción ante el profeta Musa (Moisés) alegando que el pequeño abrumaría con su desobediencia a sus piadosos padres y que Dios lo «reemplazaría» con un hijo más obediente.

Ehsan agregó que el Talibán pakistaní no prohibió la educación de las niñas. «Al contrario, nuestro crimen es que tratamos de poner el sistema educativo para varones y niñas bajo la ley islámica. Estamos mortalmente en contra de la co-educación y de los sistemas educativos seculares, la shariá nos ordena estarlo».

El grupo también criticó la cobertura que los medios de comunicación dieron a su ataque. «Luego del incidente, los medios derramaron toda su fétida propaganda contra los muyahidines talibanes con sus venenosas lenguas».

Esos medios ciegos «¿prestarán atención a las cientos de respetuosas hermanas que están en centros secretos de detención del ISI (el servicio secreto pakistaní) y sufriendo en cautiverio?», se preguntó Ehsan.

«¿Les gustaría echar un ojo a los más de 3.000 jóvenes asesinados en esos centros secretos, cuyos cuerpos aparecen en distintas áreas de Swat como muertos en combate o por un ataque cardíaco durante el arresto?», continuó.

El presidente Asif Ali Zardari y el primer ministro Raja Pervez Ashraf condenaron duramente el crimen, tal como lo hicieron el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, entre otros líderes mundiales.

Las escuelas privadas de Swat cerraron sus puertas este miércoles en señal de protesta, si bien los establecimientos públicos permanecieron abiertos.

El brazo local del TTP, conducido por Maulana Fazlullah, controló buena parte del valle de Swat entre 2007 y 2009, pero fue expulsado de la zona con una ofensiva del ejército en julio de ese último año.

Informes locales indican sin embargo que el grupo no fue desarticulado sino empujado a zonas cercanas y que desde entonces está resurgiendo.

Los disparos del martes a plena luz del día en Mingora ponen en serias dudas la seguridad de la zona más de tres años después de que el ejército cantara victoria, asegurando que había aplastado a los talibanes locales.

Yousafzai adquirió prominencia internacional cuando tenía apenas 11 años, en 2009, y escribió un diario anónimo para la BBC Urdu sobre la vida cotidiana bajo el Talibán, antes de aparecer en dos filmes documentales de The New York Times y en un tercero de Al Jazeera.

La joven también se plantó contra los intentos del TTP de impedir que las niñas fueran a la escuela y fue galardonada con el Premio Nacional de la Paz para la Juventud.

Su lucha resonó potente en los oídos de decenas de miles de niñas y adolescentes a las que el Talibán y otros grupos armados les negaron el derecho a la educación en todo el noroeste de Pakistán, donde el gobierno los combate desde 2007.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe