DDHH: Activistas bajo ataque en todo el mundo

Varios gobiernos aumentaron sus ataques contra grupos locales defensores de los derechos humanos y otros organismos independientes en 2009, según Human Rights Watch (HRW).

Sus ataques se volvieron además más sofisticados, dependiendo a veces menos en la fuerza bruta y más en regulaciones y en otros métodos no violentos, según el Informe Mundial 2001, de 612 páginas, divulgado el miércoles por HRW, con sede en Nueva York.

"Bajo diversos pretextos, los gobiernos abusivos están atacando los mismos fundamentos del movimiento de los derechos humanos", señaló el director ejecutivo de HRW, Kenneth Roth, al presentar el trabajo.

El activista además indicó que los mismos regímenes a veces coordinan sus acciones, particularmente en foros internacionales, como el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y socavan la tarea de la Corte Penal Internacional, con sede La Haya.

Roth también expresó cierta desilusión con las acciones por los derechos humanos tomadas durante el primer año de gobierno del presidente estadounidense Barack Obama.
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Si bien hubo una "drástica mejora en el discurso presidencial" comparado con la administración de George W. Bush (2001-2009), su traducción a la práctica ha sido por lo general "incompleta" o, en algunos casos, inexistente, dijo Roth.

En particular señaló la falta de presión a los países aliados árabes para que lleven adelante reformas democráticas, o sobre Rusia para que juzgue a los responsables de asesinatos a activistas.

Si bien elogió a Obama por prohibir la tortura y prometer cerrar la prisión en la base militar de Guantánamo, Cuba, Roth criticó su negativa a autorizar una investigación, y menos aun un juicio, contra aquellos que habrían cometido apremios físicos, o a repudiar expresamente la práctica de mantener a sospechosos de terrorismo detenidos por tiempo indefinido sin acusación formal.

Los pasos positivos que anunció Obama durante su campaña electoral y durante sus primeros días en el cargo "terminaron siendo no tan grandes como esperábamos", señaló Roth.

El activista también criticó la negativa de Obama a apoyar el último informe de una misión especial de la ONU, encabezada por el jurista sudafricano Richard Goldstone, que acusó tanto a Israel como a Hamás (acrónimo árabe de Movimiento de Resistencia Islámica) de cometer crímenes de guerra en la guerra de Gaza hace un año.

Si hubiera recibido el informe, que llamaba a ambas partes a investigar por completo las acusaciones, Obama habría ampliado las perspectivas de paz, buscando responsabilidad, sostuvo Roth. Washington "simplemente desperdició la oportunidad".

En la introducción del informe de HRW, Roth se concentra en lo que llama "contraataque" de gobiernos abusivos contra el cada vez más efectivo movimiento internacional por los derechos humanos.

"Los gobiernos, por supuesto, han estado tentados desde mucho a atacar a los portadores de las malas noticias. Hay una larga y sórdida historia de defensores de los derechos humanos que son censurados, encarcelados, ‘desaparecidos’ o asesinados", señaló Roth.

"Pero ahora, como el movimiento de derechos humanos se vuelve más poderoso y efectivo, los esfuerzos de muchos gobiernos para callar al mensajero han crecido en formas más sutiles y sofisticadas", explicó.

"Se cometen asesinatos pero se niegan. Las persecuciones políticas se disfrazan de acusaciones penales comunes", indicó.

El informe señaló que este tipo de acciones no estuvieron limitadas a los clásicos estados autoritarios, entre los que incluyó a China, Cuba, Birmania o Eritrea. En países democráticos como Colombia, Israel o Sri Lanka hubo medidas diseñadas para dificultar el trabajo de grupos de derechos humanos nacionales e internacionales, señaló HRW.

En 2009, Rusia estuvo a la vanguardia de la violencia, a veces con asesinatos, contra defensores de los derechos humanos, especialmente en la república separatista de Chechenia.

La responsabilidad de estos asesinatos fue por lo general atribuida a "atacantes desconocidos" cuyo anonimato excusa a la justicia para seguir investigando.

Otros países donde activistas fueron asesinados, "desaparecidos" o gravemente atacados el año pasado fueron Afganistán, Burundi, India, Kenia, Malasia, Sri Lanka, Uzbekistán y Yemen, según el informe.

Entre los gobiernos que abiertamente acosaron o detuvieron a defensores de los derechos humanos el año pasado, HRW incluyó a Arabia Saudita, Camboya, Cuba, Irán, Siria y Vietnam.

En otros casos, como Colombia, Nicaragua, Sri Lanka y Venezuela, los gobiernos usaron amenazas –explícitas o implícitas—para disuadir o castigar a activistas.

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