FÚTBOL-ALEMANIA: La cultura también juega

Alemania lanzó un ambicioso programa cultural destinado a las decenas de miles de turistas que llegarán durante la Copa Mundial de la FIFA 2006, iniciada este viernes, pero que no tienen previsto asistir a ningún partido del máximo torneo futbolístico internacional.

Expertos en turismo pronosticaron que muchos visitantes desearán tomarse un descanso de los sucesivos encuentros que serán transmitidos en pantallas gigantes instaladas en diversos lugares públicos, y por eso el gobierno alemán organizó exposiciones, conciertos y obras de teatro que se desarrollarán hasta el término del campeonato, el próximo 9 de julio.

Se trata de una inusual combinación de deporte y cultura, que el gobierno ha logrado en forma espléndida.

El ministro del Interior, Otto Schily, es un apasionado del fútbol y pianista aficionado que insiste en que nunca antes se lanzó un programa cultural tan completo en el marco de una Copa Mundial.

Schily le pidió al artista multimedia austriaco Andre Heller que dirigiera un programa de 38 millones de dólares destinado a «intelectualizar» el carácter emocional del deporte.
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Heller parecía al principio fuera de lugar en el ruidoso mundo del fútbol y hasta despistado en sus gestiones con las autoridades de la FIFA (Federación Internacional del Fútbol Asociado).

El artista quedó bastante confundido en enero, cuando un espectáculo cultural que había organizado en el Estadio Olímpico de Berlín para el 7 de este mes, con la participación de cientos de bailarines, fue sorpresivamente cancelado por la FIFA, que temía se dañara el césped de la cancha.

«La circunstancias que rodearon esa decisión siguen siendo muy curiosas», dijo Heller a la revista Anstoss, portavoz del programa cultural durante la Copa Mundial.

Entrevistado en Berlín, el artista dijo a IPS que los proyectos en el campeonato de Alemania demuestran la «dinámica interrelación del arte, el fútbol y la cultura» en general. En cuanto al fútbol en sí, Heller indicó haber descubierto que se trataba de algo que había «incitado a un sinnúmero de artistas, e intelectuales en particular, a la más absurda de las pasiones».

«Podría hablar durante horas y horas sobre los increíbles cambios que le ocurren a importantes escritores, artistas, directores de cine, filósofos, músicos y luminarias del teatro cuando son atrapados por la fiebre del fútbol», afirmó.

«Supuestos racionalistas de mente fría se convierten de pronto en entusiastas efusivos, mientras que pacíficos y serenos ciudadanos del mundo se vuelven agresivos chovinistas. Es muy intrigante», añadió.

[pullquote]1[/pullquote]Heller contó que, en 2003, cuando le ofrecieron por primera vez ser el director artístico del proyecto cultural de la Copa Mundial de la FIFA 2006, era muy escéptico sobre el deporte en general.

«Sin embargo, también creo que la vida es cambiar a través del aprendizaje. No todo los días uno recibe la responsabilidad de una tarea creativa tan desafiante», sostuvo.

Una de los 48 espectáculos oficiales del programa cultural durante el campeonato de fútbol es una competencia de baile entre artistas de Alemania y de Brasil, en la que el escenario se transforma en un campo de juego y el auditorio en una tribuna con hinchas. Los bailarines simulan los movimientos típicos del fútbol.

«Maracaná», una obra de la coreógrafa brasileña Deborah Colker, cuyo nombre honra al legendario estadio de fútbol de Río de Janeiro, fue estrenada en la Kampnagelfabrik de Hamburgo a inicios de este año, y desde entonces fue llevada también a Berlín, Colonia (oeste), Frankfurt (centro) y escenarios en el exterior.

Quizás el proyecto más famoso de Heller es «Football Globe», un espacio de exposiciones con la forma de una pelota de fútbol gigante. En los últimos tres años fue presentado en las 12 ciudades sede de la Copa Mundial y fue visitado por más de 750.000 personas.

La llamativa arquitectura del espacio en realidad es la imagen de un mundo con la forma de balón, simbolizando la integración internacional fomentada por la fascinación ante el deporte.

Es una exposición interactiva donde se muestran objetos de culto del fútbol, incluyendo guantes del guardameta alemán Oliver Khan, zapatos firmados por el delantero francés Zinedine Zidane y la pelota usada en la final de la Copa Mundial de 1954, en la que la entonces Alemania Federal se llevó el título tras vencer al seleccionado de Hungría.

El ministro Schily dijo a IPS que la obra de Heller es usada también como un centro para talleres en los que estrellas de fútbol, políticos, poetas, músicos, intelectuales y ciudadanos en general discuten sobre el deporte. «Ha tenido un éxito asombroso», destacó.

Mientras, el Instituto Goethe, representante cultural de Alemania en todo el mundo, también fue atrapado por la fiebre del fútbol.

[pullquote]2[/pullquote]Los 144 institutos Goethe en 80 países montaron una exposición de fotos titulada «Weltsprache Fussball» (Liga Mundial de Fútbol), en cooperación con la agencia fotográfica Magnum.

El objetivo de la muestra es ilustrar cómo «el lenguaje global del fútbol» vincula y fascina a culturas y pueblos más allá de las fronteras nacionales.

Heller subrayó que más de 2,5 millones de personas han visitado los espectáculos previos a la Copa Mundial en Alemania.

Este fin de semana, el Museo de Artes Visuales de la oriental ciudad de Leipzig montará una exposición con obras de 12 artistas alemanes y otros 12 de diversos países que ofrecerán su visión del «juego hermoso».

El director del Museo, Hans Werner Schmidt, señaló hay un gran interés por las muestras culturales vinculadas con la Copa Mundial. «El fútbol se convirtió en un deporte en que los diferentes sectores sociales se unen», señaló.

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