UNION EUROPEA: Artillería pesada contra las ONG

La Unión Europea (UE) ya no es aquel paraíso para las organizaciones no gubernamentales (ONG), que hoy tienen grandes dificultades para sobrevivir a duros ataques de medios de comunicación controlados por el poder financiero, y al recorte de sus presupuestos para ayuda al mundo desarrollo.

Esta es la percepción que se desprende de un cerrado ataque a la Comisión Europea, organismo ejecutivo de la UE, por parte del portugués Fernando de La Vieter Nobre, presidente de la Asistencia Médica Internacional (AMI).

En 2002, la UE decidió acabar con el Comité Coordinador de 900 ONG de los 15 países miembros del bloque, cuya acción principal se centra en la ayuda humanitaria y para el desarrollo.

”A nosotros (los integrantes de ese Comité) nos parecía que éramos fundamentales para Europa”, comentó Nobre.

Graça Vasconcelos, una de las coordinadoras del grupo hasta noviembre de 2001, dijo a IPS que la Comisión Europea ”llegó a la conclusión de que si financiaba el Comité Coordinador, también debía controlarlo, y al no poder hacerlo, porque iba contra los principios de independencia de las ONG, simplemente cortó presupuestos y lo sustituyó por un sistema mucho más pequeño”.

Los ataques a las ONG comenzaron a hacerse sentir con particular fuerza en diciembre de 1999, cuando muchas de ellas participaron en las manifestaciones realizadas en la noroccidental ciudad estadounidense de Seattle contra la III Conferencia Ministerial de Organización Mundial de Comercio (OMC), recordó.

Luego se intensificaron debido a la participación de esas organizaciones en el Foro Social Mundial de Porto Alegre, realizado este año en la occidental ciudad india de Mumbai, y en el Foro Social Europeo, que sesionó el año pasado en la septentrional ciudad italiana de Florencia, afirmó Vasconcelos.

Desde que se puso en discusión ”la pertinencia de una globalización desequilibrada, esencialmente financiera, sin rostro humano, sin ética y no democrática”, las ONG vieron de un día para otro, ”su transparencia y legitimidad democrática violentamente cuestionadas por donantes institucionales y por ciertos columnistas” de medios controlados por grandes grupos económicos, alegó.

Para Nobre, la globalización actual ”es generadora de más exclusión, miseria e inseguridad en el mundo y pretende hacernos creer, cual nuevo paradigma dogmático, que 'esa' globalización, una verdadera trampa para la mayoría de las personas, es el único, exclusivo e inevitable, nuevo camino para el futuro de la humanidad”.

Las ONG aparecieron como un obstáculo en el camino de los teóricos de la globalización neoliberal, ”sustentada en la productividad y la competencia, cuyo incuestionable 'Dios Mercado' en definitiva nos conduciría a todos a la abundancia y a la felicidad”, añadió el presidente de AMI, que cuenta con 20 años de experiencia en acciones humanitarias, en 49 países de los cinco continentes.

Los críticos de las ONG, sostienen que sólo los poderes elegidos mediante votación popular tienen legitimidad democrática para decidir, pero esa visión es ”peligrosamente reductora de la esencia de la propia democracia”, arguyó este médico oriundo de una de las familias de la aristocracia tradicional lusitana.

Todas las formas de asociación libres han sido ”siempre censuradas, limitadas, prohibidas, manipuladas y controladas por todas las dictaduras, de derecha o de izquierda”, adujo.

Según Nobre, no son las ONG, sino otras organizaciones, mucho más poderosas y tampoco surgidas de votación ciudadana, las ”peligrosas y perniciosas para las democracias, porque condicionan negativamente la vida de muchos estratos de la población mundial”.

Entre esos poderes destacó a ”medios de comunicación muchas veces controlados por las altas finanzas, con marcada tendencia a la concentración de su propiedad”, y a ”las multinacionales con sus colosales presupuestos, superiores a los de muchas naciones, que usan terribles métodos para subyugar a los países, amenazándoles con traslados (de sus instalaciones) y despidos masivos” de sus trabajadores.

Asimismo, advirtió sobre ”el poder descomunal” de instituciones internacionales ”nada democráticas, como el Fondo Monetario Internacional, donde sólo Estados Unidos tiene derecho a veto, el Banco Mundial, con sus imposiciones dictatoriales y desastrosas, y la OMC, defensora acérrima de las patentes de los medicamentos”.

En la lista de Nobre está también el Foro Económico Mundial de Davos, integrado por grandes empresarios y gobernantes, ”que hace más de 30 años orienta la nefasta globalización en curso”, y el Grupo de los Ocho países más poderosos, ”que en lugares cada vez más secretos y protegidos decide, nada democráticamente, sobre la vida de todos nosotros”.

Integran el G-8 Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia.

Nobre preguntó por qué son sólo las ONG, y no esas otras organizaciones, las que ”están la mira de esos 'desinteresados' intelectuales y sociólogos, envueltos en preconceptos, de ideas segregacionistas, que insisten en transmitir el mensaje falso de que no somos transparentes, profesionales y eficaces”.

Muchos columnistas y analistas califican a miembros del voluntariado internacional de ”antiestadounidenses” y usan ”falsedades de silogismo primario, peligroso y amenazador, al pretender hacer pasar la idea de que las ONG son irresponsables, o hasta terroristas o al menos, ayudantes del terrorismo, un raciocinio perverso, sin pies ni cabeza”, enfatizó.

En ese contexto, Nobre preguntó con amarga ironía si será mera coincidencia que la UE y otros donantes ”parecen querer hacer todo lo posible para condicionar, manipular y hasta estrangular financieramente a las ONG con argumentos falaces”, sólo por ”discrepar de ciertas opciones de desarrollo y soñar con un mundo mejor”.

De ser vistas (antes de Seattle) como ”contrapartes estratégicas esenciales para el desarrollo y la ayuda humanitaria”, en un corto periodo de tiempo las ONG pasaron a ser calificadas de ”pregoneras de la dictadura de los pueblos y de la opinión pública, y se trata de hacer creer que la democracia, la transparencia y la eficacia sólo pertenecen a las empresas, de preferencia multinacionales”, opinó.

Nobre dijo que no le sorprendió, en el marco de esa campaña, la creación del sitio en Internet ”NGO Watch” (Vigilancia de las ONG), donde ”el ultra-conservador American Enterprise Institute (Instituto Estadounidense de la Empresa) se dedica a denigrar a las ONG y sus líderes”.

En cambio, expresó que sí le había sorprendido la nueva política de la UE, que ”condenó a muerte” a varias ONG europeas y determinará la muerte de ”muchas más, para gran daño de las poblaciones a las que ayudaban”.

”Todo esto sólo tiene un gran objetivo global: silenciar a una sociedad civil mundial crítica y participativa, que sueña con un mundo alternativo a aquél que nos quieren obligar a aceptar”, subrayó el activista.

Este médico de poco más de 50 años, que en 1984 abandonó un elegante consultorio para entregarse de lleno a la ayuda humanitaria, aseguró que seguirá luchando por ”un mundo más justo, más ético, menos monolítico y más preocupado con la solidaridad y con el ambiente”.

Por ahora, parecen quimeras inalcanzables, pero ”un mundo sin utopías, aunque al final resulten erróneas, es un mundo deprimente, sin interés, un mundo muerto”, opinó.

Nobre fustigó a ”quienes intentan liquidar o amordazar a la ONG , porque al hacerlo estarán matando, consciente o inconscientemente, la democracia, el pluralismo, el desarrollo y la diversidad, lo que la ciudadanía y sociedad civil informada jamás permitirán”.

”Puedo no tener muchas más certezas, pero ésta sí que la tengo”, concluyó.

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