Viudas del sida en Nepal luchan por sobrevivir
Para las mujeres nepalíes que han perdido a sus esposos por causa del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), adquirir un oficio puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Para las mujeres nepalíes que han perdido a sus esposos por causa del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), adquirir un oficio puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Rosenda Gómez, una guatemalteca de 53 años con cinco hijos, sabe bien de retos. Para enfrentarlos, montó una modesta fábrica de embutidos y ahora gracias a su liderazgo y a la capacitación recibida, es un ejemplo del empoderamiento económico de
Wang Yibing estuvo casada tres años sin saber que su marido era gay. Él sí lo sabía, pero, como muchos homosexuales en China, prefirió contraer matrimonio y evitar la presión familiar y social.
Para Chan Theary, el territorio apartado y montañoso de Thma Da, en el occidente de Camboya, resume la dura lucha que enfrenta esta nación de Asia sudoriental en su afán por reducir la cantidad de mujeres que mueren durante el
Ya no son las novias ni las amigas de los integrantes de las pandillas. La participación de las mujeres en esas bandas juveniles aumentó en Brasil en la última década, aunque todavía no accedieron a los mismos niveles de liderazgo
Argentina fue el primer país en el mundo en tener una ley de cuotas para promover la participación de la mujer en los poderes públicos colegiados. Pero casi 20 años después, la norma que inspiró al resto de América Latina
En una pequeña, lúgubre y húmeda habitación de Metiabruz, distrito musulmán pobre de esta ciudad oriental de India, unas 20 mujeres hablan entusiasmadas sobre sus aspiraciones y cuentan por qué decidieron estudiar informática.
Las japonesas siempre gastaron más que los hombres. La tendencia se acentúa porque, casadas o solteras, ahora tienen sus propios ingresos y son cada vez más en el mercado laboral, lo que favorece la recuperación económica de este país.
En la República Democrática del Congo las mujeres son objeto de abusos sexuales, mutilaciones y asesinatos, dijo indignada la activista Immaculée Birhaheka. La mayor parte de esos actos de violencia quedan impunes.
Cien trabajadoras domésticas y empleadoras de Argentina, Chile y Colombia abandonaron sus roles cotidianos y se dejaron fotografiar por dos artistas que pretendían desdibujar, a través de la imagen, la relación jerárquica que las une.
En la apartada región de la Mosquitia, en el Caribe hondureño, un grupo de mujeres, la mayoría madres solteras, ancianas o viudas, comenzaron hace siete años a vencer el miedo y la timidez con un proyecto de reciclaje de basura
La participación de las mujeres en las pandillas juveniles y organizaciones criminales es objeto de análisis en la Cuarta Reunión Bienal de Estados sobre Armas Pequeñas y Ligeras (BMS4), que se extenderá hasta el viernes en la ONU.
Desde antes de las cinco de la mañana, decenas de mujeres hacen fila al costado de una clínica de la capital de México. Vienen acompañadas por sus madres, hermanas, amigas, novios o esposos. Otras, las menos, llegan solas.
«Tengo miedo, estoy traumatizada», sollozó Marsha al recordar la violencia que explotó en West Kingston el mes pasado, cuando policías y soldados jamaiquinos perseguían a Christopher «Dudus» Coke, jefe de una de las bandas delictivas más notorias del continente americano.
Las mujeres del mundo industrializado tienden a dejar de trabajar fuera de casa para dedicarse al cuidado de la familia, amparadas en los beneficios sociales, a diferencia de lo que ocurre en los países del Sur, donde el empleo femenino
Estados Unidos está rezagado respecto de varios países de Europa occidental que ya prohibieron la llamada circuncisión femenina contra sus ciudadanas incluso más allá de sus fronteras. Pero esto podría cambiar pronto.
«En Chile, la carga de la maternidad se la lleva totalmente la mujer», plantea la profesora Fabiola Quiñones, quien saluda la propuesta del gobierno de extender a seis meses la licencia pre y postnatal de las trabajadoras, pero sólo si