SANTIAGO – Entidades periodísticas de América y Europa lanzaron una nueva declaración frente a la polarización política y en favor del periodismo independiente y la protección de los periodistas, con motivo de celebrarse este viernes 3 el Día Mundial de la Libertad de Prensa.
La “Declaración de Santiago + 30” fue adoptada tres décadas después de la primera, en esta misma capital chilena y la cual, en 1994, afirmó “el compromiso con una prensa libre, un discurso público vibrante y el florecimiento de sociedades democráticas en Iberoamérica y el Caribe”.
El nuevo documento pide a los Estados “evitar las narrativas de polarización política, proteger a periodistas, garantizar el libre flujo de información y el acceso a la información pública, y apoyar la sostenibilidad del periodismo independiente”.
Asimismo, alentar condiciones de negociación equilibradas entre medios y plataformas digitales por la distribución de contenidos.
Suscriben la declaración la Asociación Mundial de Editores de Noticias (WAN-Ifra, en inglés), la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el estadounidense Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) y la Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (Adepa).
También la Associação Nacional de Jornais (ANJ-Brasil), la Asociación Nacional de la Prensa (ANP-Chile), la Asociación Colombiana de Medios de Información (AMI), y la Asociación Ecuatoriana de Editores de Periódicos (Aedep).
Igualmente, la Asociación de Medios de Información (AMI-España), la Associação Portuguesa de Imprensa (APImprensa), la Alianza de Medios Mx (México) y el Consejo de la Prensa Peruana (CPP).
La declaración solicita a las organizaciones intergubernamentales impulsar políticas públicas a favor de la existencia de una prensa plural e independiente, fomentar la creación de medios en zonas rurales, e incentivar campañas públicas de alfabetización mediática y digital.
A las empresas de tecnología, las exhorta a transparentar sus políticas de moderación de contenidos, combatir la desinformación, respetar las leyes de derechos de autor y propiedad intelectual, y explorar nuevos modelos de negocio sostenibles.
Esas nuevas modalidades de negocio deberían “garantizar una compensación justa por los contenidos noticiosos que las plataformas distribuyen, y observar los principios de competencia en el ecosistema publicitario”.
A los medios y al periodismo, se les exhorta a resistir la censura, la autocensura y la influencia indebida, sostener principios de calidad y transparencia, crear protocolos de seguridad para su personal, y reforzar sus políticas de inclusión de género, raza y diversidad.
También se les sugiere abordar nuevos modelos de negocio, y herramientas que les doten de mayor sostenibilidad.
El texto reiteró el principio 1 de la declaración de 1994, con el cual se estableció que “la libertad de expresión es la piedra angular de nuestras democracias. La democracia es indispensable para la paz y el desarrollo dentro y entre nuestros países. La libertad de prensa es una parte clave e indivisible de la libertad de expresión”.
Advirtió que 30 años después persisten conductas denunciadas en el punto 4 de la Declaración de Santiago en 1994 contra periodistas y medios, “sobre la existencia de represión, amenazas, agresiones, asesinatos, arrestos, encarcelamientos y secuestros, actos criminales que en muchos casos quedan impunes”.
De su lado, los medios y los periodistas deben “mantener la independencia ante las presiones políticas y comerciales, así como resistir a la censura, la autocensura y la influencia indebida”.
Igualmente, “sostener su compromiso con la búsqueda de la verdad, la calidad, la transparencia, el interés público y reforzar sus políticas de inclusión de género, raza y la diversidad de comunidades en una sociedad democrática”.
Los medios también tienen el desafío de “identificar más herramientas de viabilidad financiera con modelos de negocio sostenibles e innovadores, explorar nuevas fuentes de ingresos y acelerar su transformación digital”, según el documento.
Incluye “considerar que un periodismo robusto de cobertura local es esencial para la participación de la ciudadanía y la rendición de cuentas de quienes brindan servicio público”.
Finalmente, la declaración “reafirma nuestro compromiso con una prensa libre, un discurso público vibrante y el florecimiento de sociedades democráticas en Iberoamérica y el Caribe”.
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