Asesinatos y secuestros hacen temer regreso de talibanes a norte de Pakistán

Los residentes de Swat realizaron una manifestación en de protesta el 12 de agosto, en su capital, Saidu Sharif, y otras poblaciones del distrito contra el retorno de milicias talibanes al distrito del noroeste de Pakistán, después de haber usurpado el gobierno de la zona entre 2007 y 2010. Foto: Ashfaq Yusufzai / IPS

PESHAWAR, Pakistán – El asesinato de ocho personas por el proscrito Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP) el 13 de septiembre han avivado el temor de una nueva ola de terrorismo en el distrito de Swat, en la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, que comparte una larga frontera con Afganistán, en el noroeste del país.

El TTP reivindicó su autoría en el último atentado contra un vehículo con un artefacto explosivo casero. Un antiguo miembro del comité de paz en la provincia, Idrees Khan, y dos policías fueron algunas de las víctimas del atentado.

El mismo día, siete empleados de una empresa internacional de telefonía móvil fueron presuntamente secuestrados en Swat por militantes del TTP que habrían exigido un rescate de 10 millones de rupias (unos 42 303 dólares estadounidenses).

Murad Saeed, exministro federal paquistaní y actual legislador de Swat, dijo a IPS que ha liderado una campaña para que los gobiernos provincial y nacional frenen a los militantes antes de que se establezcan y se repita la situación de 2007, cuando el grupo mató a soldados, cantantes y opositores. Sin embargo, todas sus peticiones han caído en saco roto, aseguró.

“Los talibanes están enviando cartas amenazantes a la gente para extorsionarla… Secuestran a la gente para pedir un rescate», afirmó en Peshawar, la capital de la provincia.

Añadió que los residentes marcharían a la capital de este país del sur de Asia, Islamabad, si la situación no cambia. Necesitamos paz y prosperidad y queremos que las agencias de seguridad detengan a los militantes del TTP.

La madre de Saeed sufrió graves heridas cuando los talibanes dispararon un cohete contra su casa en 2008. Dijo que los residentes en Swat querían una operación militar para limpiar la zona de terroristas y advirtió de la reacción pública si estos actos de los milicianos talibán no se detienen.

“La gente quiere la paz a toda costa. Estamos unidos contra la milicia (del TTP). No se permitirá que nadie perturbe la paz en la zona», dijo.

El distrito de Swat, que acoge el valle del mismo nombre, es el más extenso de la provincia, con 5337 kilómetros cuadrados, más de 2,5 millones de habitantes y Saidu Shari como su capital. Entre 2007 y 2010 fue gobernado ilegalmente por el TTP, que aglutinó a varios grupos armados tribales con la intención de imponer un Estado islámico en Pakistán

Solo una operación militar a gran escala permitió desalojarlos de su bastión en el valle de Swat.

Khyber Pakhtunkhwa, también conocida en castellano como Jaiber Pastunjuá, es una de las cuatro provincias de Pakistán y comparte una larga frontera con Afganistán, país asolado por la violencia y que desde agosto de 2021 volvió a estar en manos de los talibanes, tras la retirada de las fuerzas de Estados Unidos y otros países occidentales después de una ocupación y presencia de 20 años.

Con el retorno de los talibanes al vecino Afganistán, los milicianos talibanes locales comenzaron a aparecer de nuevo en Swat y otras zonas fronterizas.

El 10 de agosto, los talibanes capturaron a dos oficiales, uno del ejército y otro de la policía, en las montañas cercanas de Swat y publicaron vídeos con ellos. Más tarde, ambos fueron liberados después de que un comité de ancianos local se reuniera con los milicianos talibanes.

El incidente provocó una ola de miedo entre los residentes, que recuerdan las acciones terroristas del TTP en el pasado.

“Tenemos la amarga experiencia de la milicia cuando personal de seguridad, cantantes, líderes políticos y miembros de la sociedad civil fueron ejecutados en el principal bazar de Swat. Los milicianos talibanes prohibieron el trabajo a las doctoras, enfermeras y maestras», recordó a IPS uno de esos residentes, Shafiq Khan.

El 12 de agosto, decenas de personas organizaron protestas en las calles de Saidu Sharif y otros centros urbanos del distrito contra el resurgimiento del TTP.

“No permitiremos que nadie sabotee la paz que tanto ha costado conseguir en la región», dijo Shafiq, un estudiante universitario.

El mismo día, la policía de Khyber Pakhtunkhwa admitió la aparición de “malhechores” en algunas zonas montañosas de Swat, pero dijo que estaba preparada para hacer frente a la situación.

“Algunos miembros de los talibanes, que estaban en Afganistán, han llegado a Swat, pero la situación está bajo control”, dijo la policía en un comunidado.

El ex primer ministro Imran Khan, cuyo partido Pakistan Tehreek Insaf gobierna Khyber Pakhtunkhwa, expresó su preocupación por la reaparición de los talibanes. En un discurso televisado, aseguró que los militantes estaban amenazando a los legisladores de su partido.

“Es una conspiración contra el gobierno de Khyber Pakhtunkhwa. Anteriormente, los talibanes atacaban a las fuerzas de seguridad y a los políticos por considerarlos proestadounidenses, pero este gobierno lleva mucho tiempo oponiéndose a que Pakistán se alíe con Estados Unidos contra el terrorismo; entonces, ¿por qué los talibanes atacan a este gobierno provincial?”, se preguntó.

Puede leer aquí la versión en inglés de este artículo.

Salimullah Shah, antiguo funcionario de educación en Swat, recuerda cómo los militantes prohibieron a las mujeres médicas, enfermeras y profesoras trabajar entre 2007 y 2010.

Maulvi Fazlullah dirigió a los talibanes en Swat en 2007 y posteriormente fue asesinado en un ataque con drones en Afganistán en junio de 2018.

Durante la ocupación del gobierno también prohibió la vacunación contra la polio, por lo que decenas de niños sufrieron parálisis. Las mujeres embarazadas y la educación de las niñas se vieron afectadas por la falta de médicos y profesores durante el gobierno ilegítimo del TTP.

Khan recordó que los talibanes prohibieron además a los varones afeitarse la barba y a las mujeres salir de casa sin estar acompañadas por un familiar masculino cercano.

“Teniendo en cuenta las actividades pasadas de los talibanes (en el distrito), la gente ha decidido bloquear su ingreso. Pronto, los milicianos huirán de la zona debido a la tremenda presión pública, especialmente a través de las plataformas de los medios sociales», dijo.

Muhammad Abdullah, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Peshawar, dijo que el gobierno guardaba silencio sobre el asunto. Sin embargo, la presión de las redes sociales se ha convertido en una fuerza vital para las protestas.

“Los vídeos que circulan por las redes sociales y que muestran la fuerte presencia de milicianos (talibanes) en Swat demuestran que es probable que la milicia regrese si no se toman medidas. Los milicianos quieren imponer su propia ley islámica, algo que la gente no permitirá», afirmó a IPS.

Insistió en que “la gente sigue recordando la crueldad de los talibanes en el pasado; ese fue el principal motivo de las fuertes protestas».

La paz llegó después de grandes sacrificios, con residentes deshonrados, desplazados y asesinados, recordó el profesor.

El portavoz del gobierno provincial de Khyber Pakhtunkhwa, Muhammad Ali Saif, dijo que se haría todo lo posible para garantizar la paz y prevenir el terrorismo.

“El gobierno está tomando medidas en colaboración con los organismos de seguridad para frenar a los malhechores y salvaguardar a los residentes», afirmó.

Sin embargo, el Servicio de Relaciones Públicas del Ejército de Pakistán rechazó la afirmación de que la llegada de talibanes armados a Swat estuviera desestabilizando la zona. Dijo que se ha observado la presencia de un «pequeño número de hombres armados en algunas cimas de las montañas entre los distritos de Swat y Dir», en lugares lejos de las áreas pobladas.

“Al parecer, estos individuos se han colado desde Afganistán para reasentarse en sus zonas de origen. Se está manteniendo una estrecha vigilancia sobre su limitada presencia y movimiento en las montañas”, aseguró el comunicado militar emitido el 13 de agosto.

Según su texto, «todos los organismos encargados de hacer cumplir la ley han tomado las medidas necesarias para la seguridad de los habitantes de las zonas adyacentes. No se tolerará la presencia de militantes en ningún lugar y se hará uso de toda la fuerza si es necesario».

La Swat Qaumi Jirga celebró una reunión el 17 de agosto para abordar los recientes acontecimientos en la zona.

El analista Abdur Rehman, de la Universidad Abdul Wali Khan de Mardan, una ciudad de la provincia, dijo a IPS que tras el retorno al poder de los talibanes en el vecino Afganistán, los talibanes nativos de Swat querían reafirmar su gobierno ilegítimo en su tierra, Sin embargo, “la indignación de la población no les permitió cumplir sus ambiciones”, aseguró.

La gente, planteó, no ha olvidado los días en que los talibanes mataban abiertamente a sus oponentes en los mercados. Entre otras atrocidades, “Swat fue testigo de la ejecución de bailarines y cantantes, lo que obligó a los que sobrevivieron al ataque a huir de la zona”, recordó.

T: MF / ED: EG

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