Comentarios “ofensivos” en Internet van a la cárcel en Tanzania

El cumplimiento de normativas que regulan el contenido en Internet hace que la gente tenga miedo de expresar sus opiniones en ese ámbito en Tanzania. Crédito: Erick Kabendera/IPS
El cumplimiento de normativas que regulan el contenido en Internet hace que la gente tenga miedo de expresar sus opiniones en ese ámbito en Tanzania. Crédito: Erick Kabendera/IPS

JamiiForums era la mayor plataforma con documentos filtrados en Tanzania, con un millón de visitantes al día. Pero tuvo que reducir 90 por ciento de su personal y, desde junio, los propietarios consideran cerrarla del todo tras la aprobación de una nueva ley de comunicaciones sobre contenido en línea.

Analistas sociales y otras figuras públicas comenzaron a dar de baja a sus blogs porque no pueden costear los cientos de dólares de las licencias que necesitan para registrarse. Y también podría comenzar a cerrar los cibercafés porque la nueva ley les exige instalar costosas cámaras de seguridad.

Un famoso bloguero de este país de África oriental dijo a IPS que tuvo que cerrar su blog porque no podía pagar los 900 dólares de licencia para registrarse y cumplir con la nueva normativa.

Mínimo de 12 meses de cárcel

En junio, la Autoridad de Regulación y Comunicaciones de Tanzania (TCRA) se puso en contacto con muchos blogueros y proveedores de contenido y les pidió que cerraran de inmediato sus servicios y solicitaran una licencia en los siguientes cuatro días.

Fue el principio de la aplicación de las Regulaciones de las Comunicaciones Postales y Electrónicas, de 2017, condenada por activistas y defensores de los derechos digitales.

La ley establece:

Todos los blogs, foros en línea, proveedores y productores de contenidos deben registrarse en línea y pagar una licencia de hasta 900 dólares;

Los cibercafés deben instalar cámaras de vigilancia para monitorear a la gente que navega en Internet;

El material considerado “ofensivo o moralmente impropio” o que “causa molestias” queda prohibido y se recomienda una multa mínima de 2.230 dólares o un mínimo de 12 meses de cárcel para toda persona hallada culpable;

Los comentarios en redes sociales también quedan sometidos a la nueva normativa.

La ley no prevé un máximo, es decir que un magistrado podría dictar una pena de cárcel por tiempo indeterminado.

Terror de comentar algo equivocado en Internet

La fuente, que no quiso revelar su nombre, dijo a IPS que los blogueros con los cuales ha conversado, que pagaron la licencia y se registraron en la TCRA se quejaron de que tienen pocas visitas a sus blogs.

“La gente común tiene miedo de hacer comentarios en blogs. Tienen miedo porque un solo comentario podría ponerlos a ellos o a los blogueros en manos de las autoridades”, contó Macence Melo, fundador de JamiiForums, a IPS.

Las autoridades se concentran en hacer cumplir la ley, pero no explicaron a los blogueros qué es “ofensivo, moralmente impropio” o “causa malestias”, añadió.

Además, se puede multar a la gente por no tener clave en sus computadoras de escritorio o portátiles o en sus teléfonos inteligentes.

Un abogado y funcionario público que pidió reserva de su identidad porque no está autorizado a hablar, dijo a IPS que la nueva norma se utilizará para perseguir a quienes difundan contenido difamatorio o pornografía por venganza, pero se escudan en que otra persona tuvo acceso a sus celulares o dispositivos móviles y lo hizo sin su consentimiento.

El impacto de la nueva norma se hizo sentir en todo el país desde su implementación en junio.

El dueño de un cibercafé en Dar es Salaam comentó que tiene unos 50 clientes al día y no sabía de la nueva ley.

Él cobra 35 centavos de dolar por hora, lo que no le alcanza para mantener el negocio, y además vende artículos de papelería.

“Instalar cámaras de CCTV (circuito cerrado de televisión) me costaría unos 500 dólares, lo que es mucho para un pequeño negocio como el mío. Entonces si las autoridades vienen y me lo exigen, tendría que cerrar el negocio”, confesó.

La libertad de expresión en juego

Ese tipo de leyes, entre otras que restringen la libertad de expresión y de prensa, son responsables de que Tanzania haya quedado en los peores lugares, 93 en 180 países, en el Índice de Libertad de Expresión.

También hay una Ley de Ciberataques, en el marco de la cual se pueden detener periodistas y ciudadanos de a pie, y la Ley de Estadísticas, que restringe la publicación de datos a la estatal Oficina de Estadísticas.

Las dos leyes se aprobaron antes de las elecciones de 2015, y a los activistas les preocupa que lo peor esté por venir, pues el país se prepara para las elecciones locales, en 2019, y las generales, en 2020.

“Llegamos a un punto en el que, la declaración del expresidente de Uganda, Idi Amin de que ‘hay libertad de expresión, pero no puedo garantizar la libertad después de la expresión’” se vuelve cada vez más relevante en Tanzania.

“Se cierran diarios de forma inconstitucional, y los ciudadanos que critican al presidente van presos y, los jueces, por complacerlo, mandan a prisión a los sospechosos sin dudarlo”, explicó Rugemeleza Nshala, conocido abogado de este país.

Solo el año pasado, se clausuraron tres diarios:

En junio de 2017, el Servicio de Información de Tanzania prohibió el semanario en swahili Raia Mwema por 90 días, tras la publicación de un artículo que decía que el presidente John Magufuli no tendría una buena Presidencia;

En septiembre de 2017, el semanario MwanaHalisi quedó suspendido durante 24 meses;

En junio de 2017, el diario Mawio también quedó prohibido por 24 meses.

La última norma instala el miedo e impide que la gente se exprese abiertamente, un derecho protegido en el artículo 18 de la Constitución de Tanzania, que garantiza a la ciudadanía la libertad de expresión y de opinión sin interferencias.

Melo, de JamiiForums, señaló que con la nueva ley, además de otros tres casos abiertos que tiene la plataforma en la justicia, que la obligaron a comparecer 122 veces ante un tribunal en los últimos dos años, lo forzaron a reducirse a 64 empleados.

En la actualidad, solo les quedan ocho, y consideran directamente cerrar las oficinas físicas.

A JamiiForums ya la amenazaron y la obligaron a compartir datos de usuarios con las autoridades.

Una vez, incluso, se vio obligada a revelar la identidad de una fuente que había suministrado información sobre la corrupción gubernamental en el mayor puerto del país; la causa permanece pendiente desde 2016.

Tras recibir la notificación de la TCRA, Melo y su equipo decidieron bajar la cortina por 21 días y se registraron en cuatro días. Desde entonces, han mantenido reuniones con las autoridades para expresarle su preocupación.

“Nos preocupan artículos de la ley que le dan a los proveedores de contenido solo 12 horas para eliminar de la plataforma en línea contenido que pudiera considerarse inapropiado”, explicó Melo.[related_articles]

“En una ocasión nos mandaron una carta a las cinco de la tarde pidiéndonos que retiráramos contenido, de lo contrario podríamos terminar en la justicia. La ley no nos deja espacio para consultar con la fuente de información y nuestros nabogados antes de retirar el contenido”, añadió.

Por su parte, Maria Sarungi, directora del movimiento Tsehai, Cambio Tanzania, comentó a IPS que antes de la ley, la posibilidad de realizar comentarios libremente en Internet había liberado a la industria de medios.

“Algunas (plataformas) de televisión en Internet, como Millard Ayo, comenzaron como blogueros y se convirtieron en canales gracias a las anteriores políticas liberales”, explicó

Misma situación en Uganda

En el vecino Uganda se aprobó una multa de 0,5 dólares para toda persona que entre a las redes sociales tras un decreto del presidente Yoweri Musevini para frenar el chusmerío en Internet.

Tras las protestas de activistas, el primer ministro Ruhakana Rugunda declaró el 11 de julio que el gobierno revisaba el impuesto, conocido como “tasa chusmerío”.

Muchos jóvenes usan redes privadas virtuales para evitar revelar su ubicación y ser detectados y no pagar la tasa, sin embargo, las últimas estadísticas muestran que el uso de Facebook cayó 75 por ciento en las primeras semanas, comentó la bloguera Rosebell Kagumire.

Pero la medida perjudicó más a los jóvenes que buscan trabajo en Internet, y a las pequeñas empresas que basan su operativa en las redes sociales.

“Además de limitar el acceso a la información y la expresión, el impuesto castiga a los pobres”, puntualizó.

“Las últimas críticas a la norma hicieron que el gobierno la revisara, pero la tarifa atenta contra la libertad de expresión y dificulta la inclusión digital”, explicó Kagumire.

Nshala recordó que en Tanzania la Constitución tiene la última palabra en cómo los ciudadanos quieren ser gobernados por el gobierno, por lo que deben mantenerse firmes para proteger la democracia.

Los gobernantes deben comprender que están para servir al pueblo y deben aceptar las críticas.

Traducción: Verónica Firme

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