La hambruna en Sudán del Sur es inminente… y la ayuda no llega

Las organizaciones humanitarias que trabajan en Sudán del Sur aseguran que avanza la desnutrición en la población infantil, y que es urgente la necesidad de fondos internacionales para evitar la hambruna generalizada en el país de África oriental.

Este lunes 14, Médicos Sin Fronteras (MSF), la organización internacional de ayuda sanitaria, informó que cerca de 75 por ciento de los más de 18.000 pacientes admitidos en sus programas de alimentación en Sudán del Sur son niños y niñas.

Las organizaciones humanitarias sostienen que la creciente violencia civil que se desató en el país africano desde diciembre repercutió directamente en la agricultura, ya que los productores no pudieron cultivar sus campos.

Una niña come un bocadillo en el nuevo refugio de su familia, en el campamento Protección de los Civiles III, cerca de Casa de la ONU, en Yuba,  la capital de Sudán del Sur. Crédito: UN Photo/JC McIlwaine
Una niña come un bocadillo en el nuevo refugio de su familia, en el campamento Protección de los Civiles III, cerca de Casa de la ONU, en Yuba, la capital de Sudán del Sur. Crédito: UN Photo/JC McIlwaine

Pero incluso mientras se intensifica la epidemia de desnutrición en Sudán del Sur, la grave escasez de fondos podría obligar a las siete principales organizaciones internacionales de ayuda a cancelar sus programas de seguridad alimentaria en el país pese a su emergencia.

Un informe de CARE International, una organización con sede en Estados Unidos, afirma que la situación de Sudán del Sur es “la crisis humanitaria más acuciante en África» y que el reciente pedido de asistencia que realizara la Organización de las Naciones Unidas (ONU) recibió menos de la mitad de los fondos solicitados.

El país necesita con urgencia ayuda por 1.800 millones de dólares, según la ONU, pero CARE aseguró que a las siete organizaciones encargadas de implementarla les faltan al menos 89 millones de dólares para llevarla a cabo.

«Vamos a estar al borde del abismo y no podremos evitar una hambruna si los fondos no empiezan a llegar pronto», advirtió Mark Goldring, director ejecutivo de la organización humanitaria Oxfam, en el informe publicado por CARE.

«La causa de esta crisis no es una sequía o una inundación. Se trata de una crisis política que se tornó violenta. Los habitantes de Sudán del Sur solo podrán recomponer sus vidas después de que cesen los combates”, agregó Goldring.

“Le pedimos al público que nos ayude con nuestra labor humanitaria urgente, pero sobre todo apelamos a los gobiernos para que financien la gestión de ayuda antes de que sea demasiado tarde”, destacó.

El jueves 10, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció que aportaría otros 22 millones de dólares en ayuda humanitaria para facilitar el “apoyo de subsistencia básico” en Sudán del Sur.

Al día siguiente, tres legisladores estadounidenses le escribieron una carta al presidente Barack Obama para expresarle su “profunda preocupación” por el creciente conflicto en la zona fronteriza de Sudán del Sur e instaron a “renovar el compromiso diplomático” con la comunidad internacional.

La solución del problema político que origina la violencia actual en Sudán del Sur es una prioridad importante, pero las organizaciones humanitarias subrayaron que la preocupación de la comunidad internacional debe enfocarse en las necesidades nutricionales de los niños y niñas del país africano.

«Muchos de estos niños caminaron durante días para recibir atención médica y seguridad alimentaria, y estos son solo los que llegamos a ver», informó Sandra Bulling, coordinadora de medios de CARE International, en entrevista con IPS desde Sudán del Sur.

“Ni siquiera sabemos de los que se esconden en el monte”, agregó.

La centralidad de la nutrición

La turbulenta política interna de Sudán del Sur degeneró en combates armados que comenzaron en diciembre. Se calcula que 1,5 millones de los aproximadamente nueve millones de habitantes huyeron de sus hogares y están desplazados dentro del país. Ello redujo su acceso a las fuentes de alimentos y los obliga a compartir las escasas provisiones a su alcance.

Jenny Bell, una profesional médica y experta en Sudán del Sur de la Universidad de Calgary, en Canadá, reconoce que “la situación sanitaria de la nación no era excelente antes de diciembre», pero advirtió que el conflicto civil agravó sus “problemas médicos”.

El joven país africano, que obtuvo su independencia en 2011, “ya tenía la tasa de mortalidad materna más alta del mundo, y se calcula que uno de cada cinco niños sursudaneses mueren antes de cumplir los cinco años», explicó a IPS.[related_articles]

«Ya antes apenas había comida suficiente y ahora será realmente insuficiente, porque los agricultores no pudieron plantar sus cultivos” debido a la violencia, “y ahora no podrán hacerlo porque ya está avanzada la temporada de lluvias”, añadió.

Una nutrición suficiente debe ser la principal prioridad de Sudán del Sur, enfatizó Bell. Las tres causas principales de muerte en el país: la malaria, la diarrea y las infecciones respiratorias, son mucho más probables cuando la persona afectada está desnutrida, explicó.

A pesar del “enorme potencial agrícola” de Sudán del Sur, los fondos destinados a este fin fueron pocos, agregó.

«La ayuda monetaria de Estados Unidos a la región es complicada porque no confía en el gobierno de Sudán del Sur. Por eso destinó todo a la ayuda humanitaria, y eliminó todos los esfuerzos de desarrollo”, destacó Bell.

Además de la ayuda para el desarrollo agrícola, la experta dijo que los centros de salud necesitan suministros y personal con urgencia.

Bulling, de CARE, está de acuerdo en que la formación del personal médico es clave.

«Pero sobre todo, necesitamos dinero, para que podamos adquirir medicamentos y satisfacer todas las exigencias nutricionales», señaló.

Cuando se le preguntó qué haría falta para que la comunidad internacional reaccione ante esta situación, Bulling dijo que hay una técnica que ha sido eficaz históricamente.

«Necesitamos tener fotos de niños hambrientos y moribundos antes de que el mundo reaccione ante el desastre”, sostuvo.

«Eso es lo que funcionó en Somalia… las imágenes tienen que hablar por sí solas. En Sudán del Sur largamos comunicados de prensa y llamadas a la acción, pero hasta que no haya un gran reportaje con fotos que muestren lo mala que está la situación, no habrá respuesta”, aseguró.

 

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