Movimiento verde pisa fuerte en Malasia

Hace tres años, la malasia Sherly Hue vivía como una típica profesional en Kuala Lumpur, trabajando como ejecutiva de mercadotecnia en el rubro de los materiales para la construcción. Pero un día recibió una llamada telefónica que cambiaría su vida para siempre.

Sus padres cuidaban a su bebé de cuatro meses en Bukit Koman, una pequeña aldea de 300 familias en Raub, en el central estado malasio de Pahang. Pero aquel día le pidieron que se lo llevara a Kuala Lumpur.

Una empresa dedicada a la minería aurífera había empezado a operar en Raub, y sus padres sentían que ya no era seguro que el bebé permaneciera en la aldea.

En 2008, un experto estadounidense en contaminación minera había visitado el área y había concluido que la mina no cumplía con los estándares internacionales y podía causar contaminación a largo plazo.

El yacimiento, ubicado a entre 200 y 300 metros de la aldea, utiliza el método de filtración de carbono y consume 400 toneladas de cianuro de sodio al año.
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En Kuala Lumpur, Hue tomó nota: "Busqué en Internet sobre cianuro en la minería aurífera y hallé muchos casos y accidentes en muchos países, incluso sin derrames".

Hue hizo que su hijo y su madre se mudaran rápidamente a Kuala Lumpur, mientras que su padre, un contratista retirado devenido minifundista, decidió quedarse en su aldea para dedicarse a su plantación.

Para Hue no hubo vuelta atrás. "Cuando me di cuenta de que este proyecto parecía ser peligroso, me dirigí a la secretaría del comité" que se oponía a las operaciones de extracción de oro, señaló.

Entonces, puso su experiencia en mercadotecnia al servicio de la causa y propuso que el comité imprimiera librillos como parte de una campaña de concientización.

Hue, ahora de 34 años, es vicepresidenta del Comité de Minería Aurífera Anticianuro de Raub, y se ha vuelto una figura clave en el floreciente movimiento ambientalista de Malasia.

El 9 de octubre del año pasado, el grupo participó en una manifestación histórica, llamada "Himpunan Hijau 1.0" (Reunión Verde 1.0) en una playa de Kuantan, capital de Pahang, para aprobar la "Carta de la Tierra".

"Dejen que nuestro tiempo sea recordado por el despertar de una nueva reverencia por la vida, la firme determinación de lograr la sostenibilidad, por agilizar la lucha por la justicia y la paz, y la gozosa celebración de la vida", planteó la Carta, condensando en este párrafo la visión del nuevo movimiento verde.

Entre las organizaciones y los activistas de la sociedad civil que apoyaron el lanzamiento estuvieron quienes se oponían a la controvertida refinería de tierras raras administrada por la Lynas Corporation en Kuantan y a los cables de alta tensión en Rawang, en el central estado de Selangor.

También participaron la Coalición para Elecciones Limpias y Justas (Bersih) y un grupo de indígenas orang asli.

Cuatro meses después, el 26 de febrero, se realizó una segunda concentración, la Himpunan Hijau 2.0, centrándose especialmente en la campaña para oponerse a la refinería de Lynas. Esta vez convergieron unas 15.000 personas de todo el país en Kuantan, en lo que fue la mayor manifestación ambiental en la historia de Malasia.

Pero incluso estas grandes protestas parecieron menores cuando tuvo lugar la Himpunan Hijau 3.0. En esa ocasión, el 28 de abril, 20.000 "camisetas verdes" se dieron cita a la sombra de las torres del centro de Kuala Lumpur, en un acontecimiento que buscó coincidir con la tercera manifestación de Bersih para impulsar reformas electorales.

Que esos activistas vestidos de verde aparecieran entre un mar de unas 200.000 camisetas amarillas de los partidarios de Bersih llamó la atención en todo el país.

La enorme manifestación sacudió al gobierno del primer ministro Najib Razak. La policía respondió con mano dura, lanzando gases lacrimógenos a las multitudes, e incluso atacando a los activistas.

Una nueva conciencia

Particularmente en la manifestación Himpunan Hijau 3.0/Bersih 3.0, resultó evidente que el movimiento ambiental había madurado, sensibilizando a muchos jóvenes como Sherly Hue.

¿Cómo ocurrió esto en un país donde hasta el año pasado la lucha ambientalista era apenas incipiente?

"Las personas jóvenes están más adaptadas a estos asuntos ambientales. En la escuela les inculcaron la necesidad de reciclar residuos y diarios viejos. El movimiento conservacionista también creó conciencia. Los jóvenes fueron expuestos a campañas para plantar árboles, proteger animales como los orangutanes y los tigres, y conservar los ríos", dijo Khim Pa, uno de los dirigentes de la Coalición Popular Verde, con sede en Penang.

La propia Hue cree que Internet, y especialmente redes sociales como Facebook, jugaron un rol crucial.

"Antes, a los jóvenes no les interesaban (estos temas) y no se atrevían a salir (a protestar)", señaló. Pero Facebook dio a conocer mucha información que los jóvenes no podían leer en los medios de comunicación dominantes, y al adquirirla se sensibilizaron en ese sentido, sostuvo.

"Pero fue la campaña contra Lynas la que realmente capturó la atención, especialmente en torno a la cuestión de los desechos radiactivos", dijo.

Repercusiones

Las manifestaciones de Himpunan Hijau y Bersih no les fueron indiferentes a las autoridades. El director adjunto de una "rama especial" de la policía dijo a la prensa que esa fuerza estaba proecupada por los partidos opositores y las organizaciones no gubernamentales, que "incitan al público a odiar al gobierno antes de las elecciones generales".

Según él, los partidos de la oposición estaban apoyando las protestas de Bersih, de los verdes y otras, con la mira puesta en los comicios que deberían realizarse, a más tardar, en junio próximo. De todos modos, el primer ministro puede convocar a elecciones generales anticipadas en cualquier momento.

Khim Pa dijo que el movimiento verde ahora está involucrado en la campaña por la reforma electoral que promueven los camisetas amarillas.

"Todo el país ha despertado ante el problema de la degradación ambiental", agregó.

Las industrias tóxicas en los países industrializados han descubierto que pueden mudar sus operaciones sucias o contaminantes (como las fundiciones de aluminio) a naciones en desarrollo, donde los estándares ambientales o su aplicación son laxos, dijo Pa.

Dermatólogo de profesión, Pa destacó la alta incidencia de problemas de la piel en Raub.

Mientras, Hue, la ejecutiva de mercadeo devenida activista, espera con ansias que llegue el 2 de septiembre, cuando se realizará el próximo Himpunan Hijau en su Raub natal.

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