Vecinos de Caracas y ambientalistas deploraron la tala de una docena de árboles para abrir camino al nuevo mausoleo que se construye en el norte de la urbe para albergar los restos del libertador Simón Bolívar. "Han actuado improvisadamente, cortando árboles sin necesidad en un espacio histórico, a pesar de que Caracas suscribió las Cartas de Florencia y Venecia, que defienden la preservación de jardines históricos como bienes patrimoniales", se quejó el presidente del Comité de Defensa de San José, Aníbal Isturdes. Representantes de la firma constructora dijeron que sembrarán nuevos árboles en la zona.
Yazenia Frontado, de la organización ambientalista Vitalis, dijo a Tierramérica que "las alcaldías de la gran Caracas son las responsables de inventariar y cuidar los árboles. Algunas establecen la obligación de sembrar cinco unidades por cada árbol talado".
"Pero eso a menudo no se cumple, en tanto los árboles en toda la urbe, dos de cada tres, caen enfermos, atacados por la tiña, el guatepajarito (plantas epífitas y hemiparásitas) o el gusano de la palma (Brassolis sophorae)".
