EEUU: El descubrimiento de las cooperativas

Nassir Abdulaziz Al-Nasser, presidente de la Asamblea General de la ONU, se dirige al plenario con motivo del lanzamiento del Año Internacional de las Cooperativas 2012. Crédito: Devra Berkowitz/UN Photo
Nassir Abdulaziz Al-Nasser, presidente de la Asamblea General de la ONU, se dirige al plenario con motivo del lanzamiento del Año Internacional de las Cooperativas 2012. Crédito: Devra Berkowitz/UN Photo

La cantidad de personas que se volcaron a los bancos cooperativos creció sustancialmente en Estados Unidos, al sumar 650.000 nuevas adhesiones desde septiembre. Una de las razones es que ofrecen una alternativa más segura y socialmente justa en comparación con las entidades con fines comerciales.

Es posible que en este país las cooperativas sean un nuevo y tentador descubrimiento, pero en otras partes del mundo hace tiempo que existen.

La población se vuelca cada vez más a las cooperativas en busca de alternativas económicas y políticas viables, ante la crisis de la deuda europea, en particular la grave situación de Grecia e Italia, a la que se suma el significativo malestar popular manifestado en distintas partes del mundo y las cada vez más generalizadas consecuencias del cambio climático que no reciben una atención adecuada.

[related_articles]Los beneficios del modelo, según especialistas, varían desde su papel de impulsor del desarrollo sustentable hasta respaldar a las empresas y comunidades locales.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) saludó a las cooperativas y declaró 2012 como Año Internacional de las Cooperativas. «Contribuyen de forma significativa para asegurar el acceso asequible a servicios, fundamental dada la actual crisis económica», señaló el foro mundial en 2009.

El 5 de este mes fue declarado Día de Traslado Bancario (en inglés Bank Transfer Day) por activistas que aclaran que no pertenecen al movimiento Ocupa Wall Street, aunque la relación entre retirar fondos de los bancos comerciales y sus críticas a estas últimas instituciones no se puede pasar por alto.

Ese día, 40.000 personas se unieron a cooperativas de ahorro y crédito, o 24 veces el promedio diario de 2010, según Credit Union National Association (CUNA) y unas 600.000 el año pasado, menos de las que se incorporaron en octubre.

El abandono de los bancos tradicionales puede ser una expresión de la lucha de 99 por ciento de la población que recibe lo que queda de la riqueza que concentra el uno por ciento acomodado, pero las cooperativas de ahorro y crédito tienen beneficios de mayor alcance, según especialistas.

En busca de nuevas soluciones

[pullquote]1[/pullquote]Un estudio publicado en 2009 por la Organización Internacional del Trabajo indicó que el «modelo de empresa cooperativa sobrevive a las crisis, pero sobre todo, es una forma de desarrollo sustentable que resiste al tiempo que preserva el ingreso de las comunidades en las que opera».

El estudio también subraya su capacidad de evitar futuras crisis.

Con la crisis, las cooperativas financieras, incluidas las de ahorro y crédito, «registraron un crecimiento debido a su mayor visibilidad, publicidad positiva y captación de cuentas de los bancos convencionales», según Michael Gertler, director del Centro para el Estudio de las Cooperativas, de la Universidad de Saskatchewan.

Las cooperativas de ahorro y crédito no usan capitales externos para financiar sus préstamos, sino que hacen un fondo común con los ahorros y las acciones de los integrantes, quienes reciben mayores beneficios sobre sus ahorros y pagan menos cuotas, según el Consejo Mundial de Cooperativas de Ahorro y Crédito.

Además ofrecen servicios financieros para quienes no tienen acceso a otros, indicó la ONU, y quizá lo más significativo sea que «a diferencia de las otras instituciones, las cooperativas de ahorro y crédito no fueron la causa de la actual situación económica».

«Las cooperativas son más prudentes y no están dispuestas a tomar riesgos excesivos que impacten en sus integrantes y clientes porque también son los propietarios», dijo a IPS la presidenta y directora general de Desjardins Group, Monique Leroux.

«Al ser más democráticas tienen menos probabilidades de seguir al rebaño o verse tentadas por ambiciones o cuestiones de ego al frente de la organización», señaló.

Además cada miembro tiene un voto y no se basan por la cantidad de acciones. Todas las prácticas y principios mencionados contribuyen a la sustentabilidad y estabilidad, demostrada por la cantidad de cooperativas que resisten a la crisis.

La supervivencia de las cooperativas fue mayor a la de las instituciones tradicionales. Después de 10 años se mantuvieron 44 por ciento de ellas, bastante más que 20 por ciento de otras nuevas empresas, señaló un estudio realizado en Québec en 2009.

«Suelen ser consideradas parte de la economía social y como contribuyente al desarrollo económico de la comunidad», indicó Gertler.

Espacio de crecimiento

La cantidad de cooperativas varía según la región.

En Europa occidental y Japón, por ejemplo, el sector es significativo, indicó Jean-Louis Bancel, presidente de Independent Community Bankers of America (ICBA), al ser entrevistado por IPS.

En América del Norte, los «bancos cooperativos no son grandes», reconoció. Es un «continente con futuro» al respecto.

Hay quienes diferencian la situación de Canadá y la de Estados Unidos. Leroux señaló que en Québec, el sector cooperativo maneja 22.000 millones de dólares. Además, 70 por ciento de la población pertenece a alguna cooperativa.

«En Canadá, el sector es mucho mayor por varias medidas», señaló Gertler. Además, el movimiento cooperativo es «particularmente fuerte» en algunos países europeos, como Alemania, y en algunos asiáticos, como Sri Lanka.

El éxito y la popularidad de las cooperativas financieras tienen mucho que ver con las políticas gubernamentales. Un ejemplo drástico es el de Rumania y Hungría, donde los bancos cooperativos están prohibidos, indicó Bancel.

Una dificultad más común que suelen afrontar las cooperativas es «ser reconocidas por lo que son» y tener la oportunidad de «operar en un medio más igualitario», apuntó.

Las políticos «deben reconocer la diferencia» entre cooperativas e instituciones con diferentes estructuras y entre diversos tipos de cooperativas, añadió. O como dijo Leroux, «cada una es única con su propio mandato y servicio ofrecido a la comunidad».

Con tanto bombo en torno a las cooperativas, sus inconvenientes se pierden en la palestra.

«Depende de cómo se gestionen», reconoció Bancel. Adoptar un modelo cooperativo no las excusa de atenerse a las leyes que rigen para todos, apuntó.

«Siempre es un desafío, crecer y seguir siendo una cooperativa», añadió refiriéndose a mantener el contacto con los integrantes de la misma.

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