SOCIEDAD-CUBA: Problema racial a la agenda política

Se prepara el terreno para que la búsqueda de soluciones contra prejuicios y manifestaciones discriminatorias por cuestiones raciales figure en la agenda de la próxima Conferencia Nacional del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC), junto a otros asuntos que preocupan a la sociedad.

"Estoy seguro de que en esa cita de enero próximo, este problema tendrá una presencia. Además está presidiendo toda nuestra labor preparatoria. Es un tema que desde el Ministerio de Cultura estamos trabajando con mucha seriedad", comentó a IPS el titular de esa cartera, Abel Prieto.

Según trascendidos, el PCC lleva adelante, aunque de manera discreta, una serie de consultas entre sectores intelectuales y de la sociedad civil para tomar el pulso a asuntos de interés ciudadano o que, como el racial, son motivo de debates y requieren ajustar políticas y programas que aseguren la inclusión y equidad social.

"Próximamente vamos a tener una reunión en el Comité Central (del PCC) para debatir los lineamientos que debemos llevar a la Conferencia Nacional del partido", dijo en un reciente seminario académico realizado en La Habana, Heriberto Feraudy, presidente de la comisión de lucha contra el racismo y la discriminación de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac).

La Conferencia Nacional del PCC está convocada para fines de enero de 2012, a fin de tratar asuntos internos de la agrupación, luego que su sexto congreso, de mediados de abril, dedicó sus sesiones de tres días a definir la estrategia para actualizar el modelo económico.
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Pero los debates previos a esa cita pusieron sobre la mesa un sustancioso menú de problemas, no solo económicos, que marcan todo un desafío para el PCC, definido constitucionalmente como "vanguardia organizada de la nación cubana" y "fuerza dirigente y superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes" hacia la construcción del socialismo.

"El tema (racial) va a la Conferencia. No es suficiente enfrentar el problema desde la cultura o una comisión de la Uneac, es necesaria una agenda, un programa nacional", sostuvo Feraudy, partidario de actuar "sin miedo" a la hora de afrontar este tipo de asuntos, porque, subrayó, nadie ha hecho más que la Revolución Cubana por la población afrodescendiente.

Zuleica Romay, presidenta del Instituto Cubano del Libro, coincide con otros analistas en que los prejuicios raciales y las manifestaciones de discriminación por el color de la piel persisten en hábitos, formas de pensar y actitudes que las personas muchas veces reproducen a escala intrafamiliar y, por ello, es necesario "combatir socialmente el tema con todas las armas posibles".

"Es cierto que hemos creado las bases para eliminar los prejuicios racistas, pero eso no quiere decir que lo hayamos logrado. La Revolución Cubana destruyó estructuralmente el racismo, es un edificio que logramos derrumbar, pero no hemos terminado de barrer todos los escombros", graficó Romay en declaraciones a IPS.

En ese sentido, la funcionaria consideró que el gobierno de Raúl Castro tiene muy claro que, dentro del "espectro ideológico" de la situación nacional, el tema racial es algo que hay que discutir y sobre lo cual es necesario actuar políticamente. "Confío mucho en que la Conferencia lo discuta" y que también lo haga el parlamento, comentó.

Según los estatutos del PCC, la Conferencia Nacional es un encuentro que puede ser convocado entre uno y otro congreso para tratar "asuntos importantes de la política del partido". Además, este cónclave, que será la primera vez que se realiza, tiene facultades para realizar cambios en el Comité Central de la organización.

Expertos y proyectos ciudadanos, como la Cofradía de la Negritud, han solicitado en reiteradas ocasiones a la Asamblea Nacional del Poder Popular (parlamento) la integración de una comisión para asuntos raciales, que se sumaría a las que ya existen en la Uneac y en la Biblioteca Nacional y tratan el tema desde distintas aristas.

A la vez, algunos estudiosos consideran que el debate sobre este problema debe salir de los espacios académicos, ampliarse a barrios y comunidades y hacerse público. "Si en algún lugar vale la pena hacer un debate responsable, crítico autocrítico, es en Cuba, por su moral, ética e historia", consideró el escritor y ensayista cubano Roberto Zurbano.

Durante un seminario académico sobre Cuba y los pueblos afrodescendientes en América, realizado el 13 y 14 de este mes, Zurbano estimó que esta discusión en su país ha sido "pobre en términos cuantitativos y propositivos" y que no existen experiencias mediáticas, pedagógicas, colectivas o comunitarias que permitan sistematizar el problema.

El intelectual también lamentó la carencia de instituciones sociales "propias" desde las cuales se puedan desarrollar investigaciones, defender proyectos individuales y grupales, empoderar comunidades y proteger a los más vulnerables.

"Si dichas instituciones son necesarias o no para una sociedad como la nuestra, eso lo dirá el modo en que ellas logren llenar un vacío ideológico y social que hoy erosiona y atrasa a nuestra población negra detenida entre el silencio, la falta de reconocimiento, las escasa promoción social así como las nuevas formas de discriminación racial", señaló.

Estudios del politólogo Esteban Morales indican que más de 60 por ciento de las 11,2 millones de personas que viven en Cuba son no blancas (entre negros y mestizos). Sin embargo, el Censo de Población y Viviendas de 2002 baja a solo 10 por ciento la cantidad de los que manifiestan pertenecer a la población negra y cerca de 25 por ciento se declaran mulatos o mestizos.

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