Peruanas ante crucial dilema electoral

En otras circunstancias, las mujeres de Perú festejarían la posible llegada de una de ellas por primera vez a la Presidencia o el alternativo triunfo de quien promete reivindicar a los marginados del país. Pero los dos candidatos despiertan frontal rechazo o amplias dudas en sus organizaciones.

Rocío Silva y Victoria Vigo, a la derecha, en lanzamiento de campaña La disputa electoral para la segunda vuelta del 5 de junio entre Keiko Fujimori, hija del presidente que promovió las esterilizaciones forzadas de miles de mujeres pobres, y Ollanta Humala, un ex militar estigmatizado por su fracasado intento golpista, coloca en Perú ante una encrucijada al movimiento organizado de las mujeres, aseguran activistas.

"Siempre quise que una mujer llegase a ser presidenta de mi país, pero con Keiko no hay ninguna posibilidad de que seamos respetadas. El ‘fujimorismo’ está acostumbrado a gobernar con impunidad y corrupción", aseguró a IPS Victoria Vigo, con la dureza de quien fue víctima de esterilización forzada en 1996, durante el régimen de Alberto Fujimori (1990-2000).

El exgobernante cumple condenas por más de 25 años por crímenes de lesa humanidad y corrupción en un penal de los alrededores de Lima. Desde allí, sus críticos aseguran que ha organizado y pilotado la campaña presidencial de su hija, mientras se prepara su salida con argucias jurídicas si ella pasa a gobernar el país el 28 de julio.

Los sondeos muestran una contienda electoral ajustada. La última encuesta de este mes, de la firma Apoyo, indica una intención de voto de 51,1 por ciento para la candidata de Fuerza 2011 y de 48,9 por ciento para el aspirante de Gana Perú.
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Las encuestas también marcan un alto nivel de rechazo a los dos candidatos entre el electorado. Los analistas consideran que en el caso de Humala obedece especialmente al cambio que propone en la política económica, que puede espantar la inversión privada, y al denunciado nexo con el presidente venezolano, Hugo Chávez.

Fujimori, en tanto, aducen que arrastra la herencia del pasado de corrupción y violación sistemática de los derechos humanos del régimen de su padre, además de señalamientos de vínculos con el tráfico ilegal de drogas de su campaña y cercanía con el también preso Vladimiro Montesinos, el poderoso jefe de seguridad de su progenitor.

Vigo es un ejemplo de las víctimas de políticas fujimoristas. Vivía en la región norteña de Piura, tenía 30 años y un embarazo de 32 semanas cuando se le intervino quirúrgicamente sin su consentimiento para esterilizarla, y perdió al bebe que esperaba.

Las esterilizaciones forzadas integraron la política de planificación familiar implementada entre 1996 y 2000.

Organizaciones no gubernamentales de derechos humanos respaldaron una denuncia colectiva ante el Ministerio Público por 2 mil 74 casos comprobados de esa práctica, que incluyeron 74 vasectomías a varones.

Pero la fiscalía archivó la denuncia contra cuatro exministros de Fujimori. Entre ellos, el extitular de Salud Alejandro Aguinaga, médico personal de Alberto Fujimori y miembro del equipo de Keiko Fujimori.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó en noviembre el incumplimiento por el Estado peruano de su exigencia de un año antes de sancionar a los responsables e indemnizar a las víctimas, y ahora estudia medidas para lograr el acatamiento.

Episodios como este llevaron a organizaciones promotoras de los derechos de las mujeres y a víctimas como Vigo a lanzar este mes la campaña "Fujimori, nunca más", promovida por la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos.

"Hasta el momento no hay nadie que se responsabilice por lo que se le hizo a esas mujeres. Todo lo contrario, los presuntos culpables se reciclaron como parte del entorno de Keiko", señaló a IPS la abogada Rossy Salazar, de Estudios para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Demus), impulsora de los recursos locales e internacionales.

María Méndez, vocera de Fuerza 2011 en temas de género e infancia, dijo a IPS que Keiko Fujimori ya pidió perdón por los delitos cometidos durante el mandato de su padre y que en un posible gobierno no se repetirá "lo que se hizo mal".

"Acataremos lo que digan las instancias supranacionales, respetaremos los derechos reproductivos de las mujeres y rechazaremos cualquier práctica que vulnere sus derechos", agregó Méndez.

La secretaria ejecutiva de la Coordinadora, Rocío Silva Santisteban, manifestó a IPS que ni Keiko Fujimori ni Humala han dado prioridad en su discurso a medidas para reducir la discriminación de las mujeres.

Pero destacó que al menos en el equipo técnico de Humala hay profesionales que han trabajado este tema, mientras que en el de su oponente hay quienes han vulnerado sus derechos.

Silva planteó que hay otro tema que crea temor de la candidatura de Fujimori. Entre sus filas hay miembros próximos a los sectores más conservadores de la Iglesia Católica, lo que anticipa la limitación de políticas de salud que respeten los derechos reproductivos de las mujeres.

El candidato a vicepresidente de Fuerza 2011 es Rafael Rey, miembro del grupo ultraconservador católico Opus Dei y exministro de Defensa, que impulsó un decreto legislativo dirigido a liberar a los militares acusados de violaciones de derechos humanos.

Tampoco en el Poder Legislativo hay buenas noticias para las peruanas. En 2006 fueron elegidas 35 parlamentarias, mientras que en los comicios de abril solo 28, pese a que el unicameral Congreso que entrará en funciones en julio tiene 130 miembros, 10 más que el anterior.

De las 28 legisladoras electas, 12 integran la bancada de Humala y nueve la de Fujimori, mientras que las demás se reparten entre otras cuatro agrupaciones.

Dentro de los planes de gobierno, el de Gana Perú sí cuenta con una parte dedicada a las políticas de género y la situación de la mujer, al contrario del de Fuerza 2011. Su vocera Méndez argumentó que ello es porque el tema está presente de manera transversal.

La abogada Salazar calificó el programa de Gana Perú como más progresista y consideró que Humala es el candidato que ofrece mayores garantías para mejorar la situación de la mujer, aunque reconoció que está asociado a gestos machistas, originados en su condición de militar.

Aída García, vocera de Gana Perú, dijo a IPS que en un eventual gobierno de Humala se duplicarán los beneficiarios de un programa que otorga unos 36 dólares mensuales a familias de las zonas más pobres del país y a madres solteras. Además, se implementará un nuevo programa para niños hasta seis años, en las zonas con mayor índice de pobreza.

Humala, informó García, se reunió este mes con organizaciones sociales de mujeres para establecer un compromiso que vaya más allá de "la política de asistencialismo y clientelaje" que impulsó Alberto Fujimori, a través de los programas del vaso de leche y los comedores populares.

Méndez, la representante de Fuerza 2011, aseguró que el trabajo con los comedores populares servirá para luchar contra la desnutrición crónica, para lo que se capacitará a las mujeres. También aseguró que se enfrentará la violencia machista mediante educación, comunicación, prevención y sanción.

"Los fujimoristas pueden decir lo que quieran, pero los hechos los condenan. Las consecuencias que hoy vivimos son imborrables. ¿Quién ha sancionado a los culpables? Nosotros tenemos memoria y dignidad", apuntó Vigo.

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