Armas pequeñas pero difíciles de erradicar

Expertos de más de 100 estados miembros de la ONU se reúnen a partir de este lunes y por dos semanas para discutir el esperado Tratado sobre Comercio de Armas (ATT, por sus siglas en inglés).

Niños juegan con armas de juguete en un suburbio de Maputo. Crédito: UN Photo/P Sudhakaran
Niños juegan con armas de juguete en un suburbio de Maputo. Crédito: UN Photo/P Sudhakaran
Será un documento multilateral y legalmente vinculante que regulará la transferencia de armas livianas y pequeñas.

La reunión en Nueva York es la primera de las cuatro sesiones del Comité Preparatorio, que se realizarán entre 2010 y 2011 de cara a una conferencia mundial en 2012, en la cual se espera que el ATT sea formalmente negociado y ratificado.

Estas sesiones se basan en información recabada durante cuatro años de discusiones entre expertos de gobierno y grupos de trabajo a partir de 2006, cuando la Asamblea General de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) adoptó la primera de tres resoluciones llamando a la adopción de un acuerdo internacional sobre armas ligeras y pequeñas.

Un informe publicado por Oxfam International y otras 11 organizaciones no gubernamentales en octubre de 2009 denunció el "paso de caracol" que llevaban las gestiones y las "riñas diplomáticas" en torno al ATT, indicando que en los tres años desde que se había adoptado la primera resolución, 2,1 millones de personas (esto es, 2.000 por día) habían muerto por violencia armada.
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El presidente del Comité Preparatorio, el argentino Roberto García Moritán, destacó la importancia y la complejidad de las negociaciones.

"El propósito (del ATT) es intentar adoptar estándares internacionales comunes para que sean aplicados por todos los estados cuando exporten e importen armas", dijo en conferencia de prensa la semana pasada. "Es un asunto muy delicado y sensible, y al mismo tiempo muy urgente".

Moritán reconoció los intereses divergentes y las "preocupaciones" de los diferentes países y regiones, y dijo a IPS que el ATT sería un instrumento para "casos extremos" de transferencias irresponsables de armas.

Como ejemplo, Moritán citó el genocidio de Ruanda en 1994, durante el cual se vendieron armas a grupos que cometieron graves violaciones a los derechos humanos.

No obstante, se manifestó confiado en que la mayoría de las naciones, incluso las que se han abstenido del tratado, como los fabricantes China, India y Rusia, "reconocerán la ventaja de tener un instrumento multilateral de estas características".

"Un instrumento de este tipo no afectará el derecho soberano de ninguna nación para comprar, producir o exportar armas a otro país", dijo Moritán a IPS.

El diplomático argentino explicó que aproximadamente 80 por ciento de las ventas de armas convencionales son dominadas por un pequeño grupo de países, y que más de 100 naciones son fabricantes.

"Aunque es un tema que ha estado en la agenda desde la Sociedad de Naciones (antecesora de la ONU), en cierta forma es nuevo, en el sentido de que ahora afrontamos negociaciones multilaterales", dijo a IPS.

Los principales comerciantes de armas, Alemania, Francia y Gran Bretaña, apoyan el ATT.

Pero 19 estados se abstuvieron de votar en la Asamblea General la tercera y más reciente resolución sobre el tratado a fines de 2009, incluyendo a China y Rusia, dos grandes exportadores, y a Egipto, India, Irán y Pakistán, naciones con activas industrias de armas. Zimbabwe fue el único país en votar en contra.

Estados Unidos, el mayor comerciante de armas convencionales y que responde por alrededor de 40 por ciento del negocio internacional, según la organización Amnistía Internacional, apoya esta ronda discusiones.

El gobierno del presidente Barack Obama respaldó la resolución de 2009, revirtiendo la política de su antecesor, George W. Bush (2001-2009).

En el pasado, Estados Unidos sostenía que los controles nacionales a las transferencias de armas eran más efectivos que un tratado multilateral para prevenir su ingreso al mercado ilegal, donde pueden ser compradas por grupos terroristas o usados para violaciones a los derechos humanos.

Estados Unidos votó contra las primeras dos resoluciones de la Asamblea General sobre el ATT en 2006 y 2008.

De preocupación para grupos como Oxfam Internacional y Amnistía es la condición de que los negociadores del ATT deben ser elegidos por consenso, una recomendación hecha en 2008 por el Grupo de Expertos Gubernamentales, predecesor del Comité Preparatorio.

Esta provisión fue formalmente incluida en las resoluciones de 2008 y 2009, y establecida en octubre pasado por la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Clinton, como condición del apoyo de su país al ATT.

Clinton señaló que las decisiones por consenso –que le da poder de veto a los países durante las negociaciones—eran necesarias para impedir que algunos países se aprovecharan de vacíos para realizar ventas de armas en forma irresponsable.

Sin embargo, algunos temen que ese recurso sea mal utilizado y termine por suavizar el resultado final de forma que el ATT, en efecto, termine por ser aplicado sólo en casos extremos.

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