El gobierno chileno lanzó la campaña de educación ambiental «Cuidemos el aire. Respiremos tranquilos», que promueve el uso de la bicicleta y el transporte público, además de acciones como mojar el suelo antes de barrer y evitar la quema de hojas y leña húmeda en la contaminada capital de este país. La campaña «algo ayuda», pero «en las medidas de orden estructural el gobierno» no actúa correctamente, dijo a Tierramérica Patricio Herman, de la organización no gubernamental Defendamos la Ciudad, que junto a otras dos solicitó a la Contraloría General de la República que devuelva, para su reformulación, el decreto que actualiza el plan de descontaminación de Santiago.
Esto se debe a la introducción de un artículo que permite eximir a las industrias existentes de cumplir la norma de óxidos de nitrógeno y a las nuevas de hacer las compensaciones debidas, medida considerada una «burla» por Herman.
