ELECCIONES-ARGENTINA: Aprontes para carrera presidencial

La derrota de la fuerza gobernante de Argentina en las elecciones para la renovación parcial del parlamento corrió el telón a los aspirantes a la presidencia en 2011. Pero los expertos sostienen que ningún opositor sobresale por ahora.

El vicepresidente argentino Julio Cobos, hoy enemistado con la presidenta Cristina Fernández, junto a gobernadores provinciales y líderes locales que cosecharon buenos resultados en los comicios del domingo quedaron en las gateras para la carrera presidencial que se juega en poco más de dos años.

Aunque en esta instancia su sector político perdió 13 puntos porcentuales de apoyo en las urnas respecto de las elecciones generales de 2007, tanto Fernández como su esposo y antecesor, Néstor Kirchner (2003 a 2007), están habilitados para competir por una segunda presidencia.

El gobernante Frente para la Victoria, la agrupación centroizquierdista del Partido Justicialista (peronista) fundada y liderada por el matrimonio Fernández-Kirchner, cedió terreno en distritos claves, incluida la oriental provincia de Buenos Aires, la más populosa del país y donde el sector se jugó la mayor apuesta ubicando al ex presidente como primer candidato a diputado.

A raíz de la derrota, minimizada en sus efectos por la mandataria el lunes, Kirchner renunció a la presidencia del Partido Justicialista.
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"Todo es posible, (Fernández) está en la mitad de su mandato", dijo a IPS el politólogo Marcelo Escolar, de la estatal Universidad Nacional de San Martín. El experto citó el caso de la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, quien había perdido popularidad con la crisis del transporte y más tarde la recuperó con creces.

De todos modos, consideró que la posibilidad de que la presidenta o su marido se postulen para una segunda gestión "es difícil". "Estamos ante un final abierto, habrá que ver si ellos lo cierran o no", dijo. Para Escolar, los resultados del domingo tampoco arrojaron ganadores rotundos.

Pero, pese a que no está prohibida la continuidad, son varios los análisis que pronostican hoy el final del ciclo "kirchnerista" que comenzó en mayo de 2003, sobre todo por la dificultad que advierten a ambos para adaptarse a una gestión que, a partir de la nueva composición del parlamento, exigirá la búsqueda de consensos.

Consultado por IPS, el analista político Rosendo Fraga, de la firma Nueva Mayoría, observó que, si las elecciones del domingo son interpretadas como "pre-presidenciales", el resultado "terminó con las posibilidades del ‘kirchnerismo’ de imponer un candidato ganador para 2011".

Eso lo pudo hacer Kirchner en su mandato, cuando designó a su esposa, entonces senadora, como candidata a sucederlo, pero este poder al parecer se esfumó el domingo, apuntó.

"El oficialismo no sólo perdió la decisiva provincia de Buenos Aires. Salió cuarto en la capital y en Córdoba, tercero en Santa Fe, y fue derrotado en Mendoza, en Entre Ríos, y en Santa Cruz, la provincia del matrimonio", puntualizó Fraga, en referencia a los distritos más poblados de Argentina.

Este repliegue, aclaró, "no implica que el Partido Justicialista no pueda ganar la próxima presidencial". En este sentido, destacó el triunfo en la provincia de Santa Fe del ex gobernador y actual senador Carlos Reutemann, un justicialista que tomó distancia del llamado kirchnerismo.

Reutemann, conocido internacionalmente por su exitoso pasado como piloto de carrera de automóviles Fórmula 1, ganó los comicios para senador con 42,2 por ciento de los votos.

Fue un triunfo ajustado sobre su rival, el senador socialista Rubén Gustiniani, delfín del gobernador, su correligionario Hermes Binner, quien también aspira a la presidencia por la oposición de centroizquierda.

Giustiniani cosechó 40,5 por ciento de los sufragios. Los analistas sostienen que esta derrota por tan estrecho margen no significa que Binner quede fuera de carrera.

En cambio, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, nuevo presidente del justicialismo, "quedó debilitado", advirtió Escolar. Ocupaba el segundo lugar en la lista para diputados por el Frente para la Victoria, aunque ya indicó que renunciará al escaño ganado.

El vencedor en esa provincia fue el empresario millonario Francisco de Narváez, diputado centroderechista y justicialista disidente. Su triunfo sobre Kirchner tuvo un alto impacto político, pero por haber nacido en Colombia está inhabilitado constitucionalmente para aspirar a la presidencia de Argentina.

En cambio, uno de los mentores de la alianza centroderechista que permitió el triunfo de De Narváez, el jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, el también empresario Mauricio Macri, si cree que podría postularse a la cabeza de ese nuevo polo opositor, no obstante su influencia restringida a la capital del país y la provincia homónima.

En el resto de la oposición, el escenario muestra también un abanico amplio. Los analistas coinciden en que el vicepresidente Cobos "quedó en la mejor posición" para la carrera hacia 2011, opinó Escolar.

Cobos, quien fue gobernador de la occidental provincial de Mendoza, se había sumado al como aliado extrapartidario al Frente para la Victoria pese a integrar la opositora Unión Cívica Radical (UCR). Pero el gobierno se enemistó con él en 2008 por haber apoyado las duras protestas de asociaciones y empresarios agropecuarios.

Sin abandonar el cargo, Cobos respaldó al candidato a senador por su provincia, Ernesto Sanz, de la UCR, quien se impuso por 50 por ciento de los votos frente a su rival del oficialismo con la mitad de los respaldos.

Cobos tiene aspiraciones de liderar la fórmula del Acuerdo Cívico y Social, la fuerza que conformada por la UCR, el socialismo y la Coalición Cívica y que salió segunda por un punto porcentual después del oficialismo si se computan todos los votos del país. No obstante, está dispuesto a competir en internas abiertas para lograr una postulación con consenso.

La Coalición Cívica, uno de los principales referentes de este nuevo acuerdo, tiene como líder a la ex diputada Elisa Carrió, segunda en las elecciones presidenciales de 2007 detrás de Fernández.

Pero la carrera de Carrió por la primera magistratura podría haber terminado. Fue "la gran perdedora" en estos últimos comicios.

Para privilegiar el afianzamiento del armado a nivel nacional, la dirigente descuidó el distrito donde tenía mayor peso, el de la ciudad de Buenos Aires. Allí se postuló tercera en la lista de diputados encabezada por el economista Alfonso Prat Gay. Esta decisión, según algunos de sus socios políticos, hizo que la fuerza saliera tercera en la ciudad.

Otros en cambio creen que lo que fue rechazado por los votantes es el estilo de permanente confrontación de Carrió, siempre más cómoda con la denuncia que con las propuestas. El mismo perfil belicoso que los analistas señalan para explicar el rechazo de los votantes a Kirchner y a su esposa, la presidenta Fernández.

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