Ambientalistas se oponen a que Uruguay construya una usina eléctrica a carbón para generar 350 megavatios en Candiota, sureño municipio brasileño cercano a la frontera. «Una nueva planta puede hacer insoportable la calidad del aire» de Candiota, que tiene otra central a carbón desde 1961, advirtió a Tierramérica Kathia Vasconcelos, activista del Movimiento Integridad.
Lucía Ortiz, coordinadora de Amigos de la Tierra Brasil, rechazó el proyecto por estar «a contramano de la historia, pues usa uno de los combustibles fósiles que más emiten gases de efecto invernadero por unidad de energía generada».
La quema de carbón también libera azufre y mercurio, que pueden provocar enfermedades cardiovasculares, dermatológicas, alergias e incluso cáncer.
La construcción de la planta fue anunciada por gobernantes de ambos países el 18 de julio, como un gesto de solidaridad ante las necesidades energéticas uruguayas. (FIN)
