AGRICULTURA-RUMANIA: Subsidios siembran dudas

Los agricultores de Rumania comenzaron a recibir los primeros subsidios por la integración de este país en la Unión Europea (UE). Pero los más pobres podrían verse obligados a esperar años antes de ver beneficios concretos.

Según las previsiones de la UE para el periodo 2007-2013, Rumania recibirá 5.500 millones de euros (8.545 millones de dólares) en pagos directos a los agricultores correspondientes a la Política Agraria Común (PAC) de la UE.

De acuerdo con la PAC, el país también recibirá otros 8.000 millones de euros (unos 12.430 millones de dólares) destinados a obras de desarrollo rural.

Treinta y cinco por ciento de la fuerza de trabajo de esta nación de 22 millones de habitantes se dedica a la agricultura. Los subsidios de la UE son considerados uno de los principales beneficios de la integración en el bloque.

Pero las desigualdades en la distribución de fondos ya son evidentes.
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Para 2007 (los pagos correspondientes al año pasado se están abonando ahora), la UE asignó aproximadamente 400 millones de euros (unos 620 millones de dólares) a pagos directos a los productores rurales rumanos, en proporción a la superficie cultivada.

Dada el área total apta estimada para 2007, los agricultores deberían obtener 50 euros (unos 78 dólares) por hectárea. La suma aumentará anualmente, alcanzando 200 euros (311 dólares) para 2013.

Según el Ministerio de Agricultura, en Rumania hay 4,5 millones de establecimientos agrícolas, tres millones de los cuales ocupan menos de una hectárea. Según las normas de la PAC, un agricultor debe cultivar al menos una hectárea de tierra para pedir financiamiento.

Algunos pequeños productores han unido sus parcelas para cumplir con esta condición.

"Una suma de 180 lei (unos 78 dólares) ni siquiera es suficiente para arar la tierra. Las semillas cuestan 200 lei (87 dólares), y los fertilizantes pueden ser de 670 lei (280 dólares)", dijo María Matei, agricultora de Giurgiu, en el sur del país.

Otro problema es que los pagos se canalizan a través de cuentas bancarias, y muchos productores rurales deben viajar hasta el pueblo más cercano para acceder a un cajero automático. El trayecto puede costar más de 10 euros (16 dólares).

En 2007 se presentaron 1,2 millones de postulaciones. A fines de abril, faltando apenas dos meses para terminar de distribuir el dinero, la Agencia de Pagos e Intervenciones en Agricultura (APIA), a cargo de la tarea, sólo había entregado 70 millones (unos 109 millones de dólares) de los 400 millones de euros (unos 620 millones de dólares) asignados.

El dinero no abonado debe ser devuelto a la UE.

El plazo para 2008 vence en junio, y este año apenas se presentaron 700.000 postulaciones. APIA lo atribuye al fenómeno de la unión de agricultores en asociaciones. Pero otro factor es que muchos concluyeron que no vale la pena postularse.

"La mayoría de los agricultores más pequeños probablemente dejarán de solicitar fondos porque el proceso es demasiado tedioso y costoso para ellos", dijo el director de APIA, Dan Gherghelas.

Por otro lado, diversas investigaciones, entre ellas las realizadas por el semanario Capital y el diario Evenimentul Zilei, muestran que la mayoría del dinero irá al bolsillo de los agricultores ricos.

La lista está encabezada por el ex parlamentario Culita Tarata, que posee más de 55.000 hectáreas, e incluye a muchos empresarios destacados.

El experto en políticas agrícolas Wyn Grant, de la británica Universidad de Warwick, sostuvo que el objetivo "implícito" de la PAC es "eliminar paulatinamente a los agricultores de subsistencia".

Se prevé que los establecimientos rurales más grandes, alentados por la PAC, permitirán una mayor productividad de la tierra.

La productividad agrícola de Bulgaria y Rumania son las peores de la UE. Una hectárea de tierra rinde, en promedio, tres toneladas por año. El promedio de la UE asciende a 4,7 toneladas. Reducir la fragmentación de las fincas agrícolas podría tener efectos benéficos.

Pero la explotación intensiva de la tierra, habitualmente asociada con la agricultura industrial, tiene un alto costo ambiental.

La PAC reformada —iniciada en 2003 y seguida con una "revisión sanitaria" de la PAC que comenzó en noviembre de 2007— intenta abordar esos efectos negativos.

Para recibir dinero de la UE, los agricultores deben aplicar ciertos principios ambientales y de bienestar animal, así como no cultivar partes de los predios para evitar el excesivo desgaste del suelo. Pero el alto precio de los productos agrícolas conspira contra esta medida.

Por otra parte, el dinero destinado a desarrollo rural, que no se entrega directamente a los productores, se dedica a infraestructura, modernización de establecimientos agrícolas y dar valor agregado a los cultivos.

Distribuidos en base a proyectos, estos subsidios están habitualmente disponibles para grandes establecimientos y autoridades locales.

Parte de esos fondos también se asignan a los agricultores jóvenes para que inicien sus operaciones, y al mantenimiento de actividades agrícolas en áreas donde es difícil desarrollarlas.

De los 8.000 millones de euros asignados al desarrollo rural de Rumania para el periodo 2007-2013, unos 1.400 millones (2.175 millones de dólares) se distribuirán en 2008.

La respuesta de los agricultores rumanos a la oferta de fondos de la UE parece apoyar los argumentos de quienes reclaman aumentar el monto de los pagos directos.

"Es la mejora en la infraestructura lo que ayudará más a los cultivadores en Rumania, como observé de primera mano. El dinero otorgado en los subsidios generales puede gastarse en inversiones, pero del mismo modo podría ir al consumo", dijo Wyn Grant.

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