ELECCIONES-RUSIA: Gana el cóctel Medvedev-Putin

El primer viceprimer ministro Dmitry Medvedev arrasó en la primera ronda de las elecciones presidenciales de Rusia celebradas el domingo, en medio de cuestionamientos a la legitimidad del proceso.

Medvedev, designado a mediados de diciembre por el presidente Vladimir Putin para sucederlo y respaldado por todo el oficialista partido Rusia Unida, tuvo tres contendientes.

Los resultados preliminares indican que Medvedev obtuvo 68,2 por ciento de los votos, seguido por el líder del Partido Comunista, Gennady Zyuganov, con 18,5 por ciento, el extravagante ultranacionalista Vladimir Zhirinovsky, 10,6 por ciento, y el casi desconocido Andrey Bogdanov, del Partido Democrático, con menos de dos por ciento.

Se espera que la Comisión Electoral Central anuncie los resultados definitivos este viernes.

La mayor asistencia a las urnas se registró en Chukotka, en el distrito federal Extremo Oriente, donde votaron 85 por ciento de los habilitados, indicó el secretario de la Comisión Electoral Nikolay Konkin.
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Más de 60 por ciento del electorado en el este de Siberia y en el distrito de los Urales acudió a sufragar. La concurrencia a las urnas fue masiva en las repúblicas autónomas de Chechenia, Ingushetia y Kaliningrado.

Se espera que el total de sufragios llegue a 70 por ciento de los habilitados cuando se termine el conteo, indicó Konkin, una participación superior a la de las elecciones legislativas de diciembre, de 63,8 por ciento.

Ahora que su elegido se sentará en el sillón presidencial, Putin puede seguir influyendo en la vida política cuando se convierta en jefe del gabinete ejecutivo, principal órgano del gobierno de este país.

La Constitución le prohibió a Putin, de 55 años, ser presidente por un tercer periodo.

No faltan especulaciones acerca de dónde estará el verdadero centro de poder, si en la presidencia de Medvedev o en la jefatura de gobierno de Putin.

Medvedev apoya abiertamente las políticas internas y exteriores de Putin, aunque muchos de sus últimos discursos dieron la impresión de que es menos duro y más liberal que su predecesor.

El presidente electo tendrá que lidiar con las envalentonadas fuerzas armadas y las cada vez más agresivas agencias de seguridad. Además, deberá proseguir la reforma de los resquebrajados sistemas educativo, de salud y agrícola de la disuelta Unión Soviética.

Medvedev también tendrá que hacer frente a los espinosos asuntos de la proliferación de armas en Europa central y la expansión hacia el este de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hasta la frontera de Rusia.

Medvedev, un abogado de 42 años de la noroccidental ciudad de San Petersburgo, la segunda mayor de Rusia, asumirá el cargo de presidente en mayo.

Putin se apresuró a felicitar a su sucesor. "Nuestro candidato será un líder firme", dijo en un concierto organizado en la Plaza Roja al cierre de los circuitos de votación.

"Felicito a Dmitry Medvedev y le deseo suerte", prosiguió ante los aplausos ensordecedores de la multitud.

Las elecciones se realizaron "en el estricto respeto de la Constitución", aseguró el presidente saliente.

"Quisiera agradecer a todos los que votaron por mí y también a los que lo hicieron por los otros candidatos. Juntos representamos casi dos tercios de nuestro país", señaló por su parte Medvedev.

"Eso quiere decir que no somos indiferentes a nuestro futuro, quiere decir que podemos seguir el camino propuesto por Vladimir Putin. Juntos seguiremos avanzando. ¡Juntos lograremos la victoria!", añadió.

Medvedev seguirá la línea política de Putin, según numerosos analistas. El presidente saliente y su equipo hicieron mucho en los últimos ocho años para resolver los problemas económicos y sociales, y lograron restablecer la confianza de los 143 millones de rusos.

El candidato de Putin corría con ventaja.

"Los rusos conocen bien a Zyuganov y Zhirinovsky porque ya han sido candidatos y nunca tuvieron suerte", señaló Natalya Sokolova, politóloga de la estatal Universidad de Humanidades en Moscú.

"No creo que nadie, y me incluyo, vaya a elegirlos para presidente conociendo sus políticas y sus capacidades", apuntó.

Medvedev es joven, enérgico y está por encima. Muchos asuntos clave de su programa de desarrollo para el país parecen más atractivos. Lo voté por eso y por su política coherente", añadió Sokolova.

Pero muchos analistas sostienen que le será difícil a Medvedev controlar todas las estructuras de poder.

"Las tensiones internas en el Kremlin son significativamente duras", dijo a IPS Tatyana Lokshina, del centro de derechos humanos Demos, con sede en Moscú.

"Putin es capaz de mediar entre diferentes grupos rivales por su capacidad como presidente, pero su sucesor puede no tener la habilidad para hacer frente a la difícil tarea de controlar la estructura vertical del poder federal, muy inestable en un país tan vasto", explicó.

Es claro que Putin abandona la presidencia, pero su "era política" no está terminada pues sentó las bases de numerosos procesos clave que diseñarán el futuro de Rusia, señaló Lokshina.

"Parece que Occidente finalmente se da cuenta de los peligros del autoritarismo ruso, pero la popularidad de Putin está más alta que nunca. Hoy es mucho más difícil que Occidente tenga un impacto real sobre Rusia", sostuvo.

Unos 300 observadores internacionales llegaron al país para controlar el funcionamiento de los 96.000 centros de votación distribuidos por el vasto territorio que abarca 11 husos horarios.

La Oficina para Instituciones Democráticas y Derechos Humanos, principal órgano electoral de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), se negó a enviar observadores por considerar que las restricciones eran tan severas que no podía trabajar de forma coherente.

Moscú, por su parte, rechazó esos argumentos.

Una delegación de la Comunidad de Estados Independientes, que reúne a numerosas ex repúblicas soviéticas, declaró que las elecciones se habían realizado de acuerdo con la legislación vigente en la materia.

La votación se realizó de acuerdo con los estándares europeos, aseguró el europarlamentario francés de derecha Paul Marie Couteaux, en el centro de información internacional abierto en Moscú para cubrir los comicios.

La oposición y organizaciones de derechos humanos denunciaron que en los comicios la representación democrática estaba muy controlada y se habían limitado las libertades.

Las duras restricciones a la libertad de reunión y de expresión fueron evidentes, sostuvo la organización Amnistía Internacional. Las autoridades dispersaron con violencia manifestaciones de la oposición, en tanto los actos favorables al gobierno se desarrollaron sin interferencias.

"La libertad de expresión, de reunión y de asociación son pilares del funcionamiento de la sociedad civil", subrayó Nicola Duckworth, director de programa de Europa y Asia de Amnistía, con sede en Londres.

"Las autoridades rusas restringen esos derechos como parte de su estrategia de contrarrestar la llamada influencia occidental. No cumplen con sus obligaciones nacionales e internacionales de garantizar esos derechos para todos", añadió.

"Los permanentes ataques contra esos derechos tienen consecuencias opresivas en toda la sociedad", sostuvo. "Sin libertad de expresión, otros derechos humanos básicos pueden ser violados con facilidad. El silencio es el mejor caldo de cultivo para la impunidad, una poderosa herramienta para socavar el Estado de derecho".

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