UNIÓN EUROPEA-BIRMANIA: Ventas militares eluden embargo

El embargo que por casi 20 años aplicó la Unión Europea a la venta de armas a Birmania corre riesgo de desaparecer porque firmas de varios países del bloque están involucradas en la fabricación de helicópteros militares destinados al país asiático, según activistas de los derechos humanos.

Esa prohibición fue impuesta en busca de debilitar la brutal dictadura militar que desde 1962 gobierna en Birmania.

Desde fines del año pasado, India negocia con la junta militar birmana la venta de helicópteros livianos avanzados, que fueron desarrollados por Hindustan Aeronautics Ltd., en asociación con la empresa alemana Eurocopter Deutschland.

Entre sus componentes hay misiles, fusiles y motores de Francia, lanzamisiles de Bélgica, sistemas de frenos de Italia, tanques de combustible y cajas de cambios de Gran Bretaña, y equipos de autoprotección de Suecia.

Los activistas entienden que la venta de estos helicópteros infringen el embargo militar dispuesto por la Unión Europea (UE) a Birmania. Esta medida legalmente vinculante se aplica tanto a las transferencias directas como a las indirectas y cubre tanto sistemas completos de armas como componentes.
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La prohibición fue introducida en 1988, cuando se registró la ejecución masiva de manifestantes estudiantiles en Birmania provocó la indignación internacional.

Teóricamente fue reforzada en 1996, cuando se volvió parte de una posición común de la UE que fue posteriormente renovada en 2002 y el año pasado. Los gobiernos del bloque citaron formalmente su frustración con las violaciones a los derechos humanos en curso y con la falta de avances en el camino para transformar a Birmania en una democracia, al renovar su posición.

Ellos criticaron especialmente el hecho de que la activista Aung Saan Suu Kyi haya pasado más de 12 años de los últimos 18 bajo arresto domiciliario. Su partido, la Liga Nacional para la Democracia, obtuvo la mayoría de los votos en las elecciones generales de 1990, pero fue anulado por la junta militar.

Según Mark Farmaner, de la organización Burma Campaign UK, es perturbador que el embargo de armas esté amenazado, cuando parece ser una de las pocas sanciones impuestas por la UE contra el país asiático que se mantenía vigente.

"Ésta era la única parte de la posición común que pensamos que realmente se estaba implementando. Hay una prohibición a las visas, pero los generales pueden viajar. Y hay una prohibición a las inversiones que no frena las inversiones. Si ahora descubrimos que la prohibición de las armas no es implementada, podemos empacar e irnos a casa", dijo a IPS.

Actualmente, India es el cuarto mayor socio comercial de Birmania. Los gobiernos de ambos países fijaron el objetivo de lograr un comercio por valor de 1.000 millones de dólares entre los dos países en 2006-2007.

La creciente cooperación militar entre ellos fue alentada por las acusaciones de India en cuanto a que organizaciones insurgentes basadas en Birmania operan en el nordeste del territorio indio, y por preocupaciones en torno a la expansión de las actividades comerciales de China en Asia sudoriental.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recabó evidencias que indican que los abusos a los derechos humanos, con la práctica habitual de torturas, ejecuciones sumarias y reclutamiento de niños soldados, son sistemáticas en Birmania.

En febrero, el relator especial de la ONU, Paulo Sérgio Pinheiro, informó que más de un millón de personas habían sido desplazadas en Birmania oriental entre 1996 y 2006. Calculó que hubo alrededor de 3.000 incidentes de destrucción, abandono o reubicación de aldeas en la región durante ese periodo.

Farmaner exhortó a los gobiernos de la UE a oponerse de modo más manifiesto a los abusos contra los derechos humanos en Birmania, especialmente presionando al gobierno indio para que cese su cooperación militar con la junta.

"Esto tiene que hacerse al nivel más alto. No es algo que pueda dejarse para empleados públicos subalternos", expresó.

Saferworld, una organización dedicada a la resolución de conflictos, publicó un informe a comienzos de este mes a propósito de la venta de armas a Birmania.

La entidad destacó que no hay un sistema de control que esté vigente a lo ancho de la UE para garantizar que el embargo del bloque se aplique. Algunos gobiernos lograron explotar exitosamente sus vacíos legales, agrega el informe.

Francia, por ejemplo, alega que los motores fabricados por la firma Turbomeca para los helicópteros indios son elementos civiles, más que militares.

Saferworld también sostiene que hay una responsabilidad que recae sobre los estados de la UE para garantizar que los componentes fabricados por empresas radicadas en su territorio no sean vendidos en otro país y luego re-exportados a un régimen con antecedentes represivos.

Roy Isbister, activista de Saferworld, señaló que el embargo "declara explícitamente que no se debería suministrar ningún equipamiento militar, ya sea directa o indirectamente, para su uso en Myanmar", nombre con el que la junta gobernante designa a Birmania.

"¿Qué sentido tiene un embargo de armas si no se va a implementar?", preguntó.

Helen Hughes, de Amnistía Internacional, dijo que los estados de la UE necesitan prestarle más atención al uso final de los componentes militares fabricados por firmas occidentales.

"De otro modo, estos estados podrían hallarse indirectamente apuntalando un régimen brutal al que ellos mismos condenaron y cuyas violaciones equivalen a crímenes contra la humanidad", agregó.

Harn Yawnghwe, director de la Oficina Euro-Birmania en Bruselas, dijo que la UE debería intentar persuadir a India, China y la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) para que adopten una posición unificada contraria a los abusos a los derechos humanos en Birmania.

"Sin consenso y cooperación internacional, el ejército birmano continuará explotando las diferencias y enfrentando a un país con otro", declaró a IPS.

"La venta de armas al régimen militar de Birmania es inaceptable, dado que contribuye con el sufrimiento prolongado del pueblo birmano. Esperamos que la UE aliente a India a unirse con otros países vecinos y con la comunidad internacional para trabajar hacia una democracia inclusiva en Birmania", agregó.

"Nos gustaría que la UE use sus medios para convencer al gobierno indio de que es improbable que su campaña para buscar el apoyo de los generales birmanos vendiendo armas y cooperando en las operaciones militares le genere los beneficios que espera. Los militares birmanos solamente explotarán cualquier amistad que se les ofrezca", concluyó.

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