ALEMANIA: Crece preocupación por tropas en Afganistán

Crecen las dudas sobre la participación militar de Alemania en la operación Libertad Duradera, que la coalición liderada por Estados Unidos lleva adelante en Afganistán, en vísperas de una votación clave en el parlamento prevista para octubre.

El escepticismo aumentó tras una serie de secuestros y asesinatos de integrantes de organizaciones alemanas para el desarrollo, así como ataques contra las tropas de este país europeo.

Desde el comienzo de la intervención alemana en Afganistán, a fines de 2001, 21 soldados murieron y muchos otros resultaron heridos. Un ingeniero alemán de 42 años que trabajaba para una constructora estadounidense fue secuestrado en Kabul el 29 de junio y liberado una semana más tarde.

Aunque el gobierno alemán y la empresa se negaron a hacer comentarios, se sospecha que se pagó un rescate.

También existe una creciente preocupación por el alto número de víctimas civiles afganas a causa de las operaciones militares.

Alrededor de 100 comandos alemanes participan del despliegue militar en el sur de Afganistán. Alemania también contribuyó con 3.000 soldados a la fuerza internacional enviada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para patrullar la zona norte del país y proteger al personal de las organizaciones internacionales de desarrollo.

Berlín envió además seis aviones Tornado de reconocimiento.

El Partido Demócrata Cristiano alemán (CDU), al que pertenece la canciller (jefa de gobierno) Angela Merkel, continúa apoyando el despliegue militar en Afganistán, pero importantes líderes del Partido Social Demócrata (SPD), su socio en la coalición de gobierno, están expresando preocupación.

El CDU cuenta con 224 bancas en el Bundestag (Cámara de Diputados) de, 613 miembros, y el SPD controla 222.

La intervención militar en Afganistán "ha sido descoordinada y desproporcionada", dijo el experto en política exterior del SPD, Niels Annen.

Annen solicitó la suspensión de la autorización parlamentaria para la participación alemana en Libertad Duradera y consideró que sería "juicioso no renovar ese mandato en octubre".

"El elevado número de víctimas civiles ha erosionado la legitimidad del gobierno afgano en Kabul y ayudó a los terroristas a reclutar nuevos seguidores", señaló Annen en una conferencia de prensa.

"Esta forma de conducir la guerra contra el terrorismo no ha producido ningún resultado positivo", agregó.

Walter Kolbow, quien es el segundo de Peter Sruck, líder del grupo parlamentario del SPD, expuso argumentos similares.

"Como consecuencia de la guerra contra el terrorismo hubo demasiadas víctimas civiles en Afganistán", afirmó.

Sin embargo, ambos coincidieron en que la intervención militar internacional fue necesaria en 2001 para poner fin al reinado de la milicia Talibán y desmantelar bases del grupo terrorista islámico Al-Qaeda.

Annen y Kolbow cuentan con apoyo dentro de su partido. En marzo, 70 diputados del SPD votaron contra la decisión del gobierno de enviar aviones militares a Afganistán..

La oposición a la participación alemana ha ido en aumento desde entonces. El Partido Verde (ecologista), que había aprobado el despliegue militar cuando era miembro de una coalición de gobierno con el SPD, entre 1998 y 2005, podría modificar su anterior posición.

La agrupación está planeando un congreso partidario extraordinario para discutir el tema con vistas a la votación de octubre en el recinto.

Según la carta orgánica del partido, 44 centros regionales, de los 440 con que cuenta, deben solicitar la realización de un congreso para que éste tenga lugar. Hasta ahora ya lo han hecho 43. Los "verdes" cuentan con 51 bancas en el Bundestag.

El Partido Verde ya había votado contra la participación alemana en Libertad Duradera en diciembre de 2006, pero una mayoría de sus diputados apoyó el envío de los aviones Tornado en marzo.

El nuevo partido La Izquierda, que tiene 53 bancas, se opone a la intervención. Algunos de sus líderes la han calificado como "una campaña terrorista".

Las quejas reflejan la opinión de los ciudadanos. En una encuesta que se difundió el 7 de este mes, alrededor de 66 por ciento de los consultados, incluyendo 55 por ciento de votantes de la democracia cristiana, se pronunciaron a favor del retiro de las tropas alemanas en Afganistán.

La Constitución alemana prohíbe la participación en operaciones militares agresivas. Algunos líderes de la oposición, entre ellos el ex líder del SPD, Oscar Lafontaine, ahora presidente de La Izquierda, plantearon una demanda con el argumento de que la intervención en Afganistán violaba la ley fundamental.

La Corte Constitucional, sin embargo, rechazó el 3 de este mes ese planteo.

Funcionarios del gobierno defienden la intervención militar, a la que consideran esencial para mantener a los talibanes y a los "señores de la guerra" fuera del gobierno y para apoyar la reconstrucción de la nación.

No es seguro que el sector crítico del SPD pueda bloquear la continuación del despliegue alemán en Afganistán. Struck, ministro de Defensa entre 2002 y 2005, señaló que las tropas tendrán que permanecer allí por varios años.

El ministro de Relaciones Exteriores, Walter Steinmeyer, también del SPD, defendió la intervención alemana, aunque reconoció que las falencias en las iniciativas internacionales de reconstrucción del país son evidentes.

"No niego que la reconstrucción de Afganistán no se está concretando tan rápido como lo deseábamos", dijo al semanario alemán Der Spiegel. "Pero al menos, 80 por ciento de la población afgana tiene ahora acceso otra vez a los servicios de salud", agregó.

"Seis millones de niños asisten nuevamente a la escuela y el servicio de provisión de agua volvió a funcionar en numerosas regiones", indicó Steinmeyer. "Zonas del país no están disfrutando los beneficios de la reconstrucción", concluyó, "pero esto se debe fundamentalmente a la situación de inseguridad".

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe