LÍBANO: Fuerza de la ONU, más europea que multinacional

Cierta sabiduría convencional indica que son seis, y no cinco, los países con poder de veto sobre las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU: a China, Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Rusia debe sumarse Israel.

Estados Unidos ya debe haber perdido la cuenta de la cantidad de ocasiones en que desplegó su facultad de veto, a lo largo de sucesivos gobiernos, para oponerse en el órgano de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) a cualquier condena a acciones de Israel.

"Israel obtiene lo que desea", indicó un diplomático árabe, quien dijo considerar al estado judío la vaca sagrada dentro del recinto del foro mundial en Nueva York.

Hoy, Israel se resiste a la oferta de tropas de naciones musulmanas —Bangladesh, Indonesia y Malasia— para la Fuerza Interina de la ONU en Líbano (Unifil), que estará a cargo de controlar el cese del fuego entre aquel país y el partido chiita Hezbolá, tras una guerra de 34 días.

"Y es muy posible que Israel se salga con la suya", agregó el diplomático.

Bangladesh ofreció 2.000 soldados, Indonesia, 1.000, y Malasia, otro millar. Pero el gobierno de Ehud Olmert descartó a los tres países, con el argumento de que ninguno de ellos tiene relaciones diplomáticas con Israel.

El canciller indonesio Hasan Wirajuda dijo el lunes, de visita en la ciudad holandesa de La Haya, que sus soldados estaban listos para desplegarse apenas se les notifique, "quizás en una o dos semanas".

Luego de dialogar con Wirajuda, su par holandés Ben Bot dijo "Es muy importante que países como Indonesia participen en esta fuerza, para dejar claro que no es solo europea, sino de alcance mundial."

Pero Israel decidió seleccionar qué países musulmanes deberían, y cuáles no, aportar tropas a Unifil. En ese sentido, se mostró dispuesto a aceptar a otros tres —Egipto, Jordania y Turquía—, porque los considera "amistosos" y tiene relaciones diplomáticas con ellos.

Pero entre ellos, solo Turquía se ofreció para participar, aunque hasta ahora sin un compromiso firme.

Si ningún país musulmán tiene una participación importante, Unifil corre riesgo de convertirse en una fuerza total o predominantemente occidental.

El director ejecutivo del Foro de Política Global con sede en Nueva York, James A. Paul, dijo a IPS que Israel no debería ser capaz de dictar los términos en que actuará una fuerza de mantenimiento de la paz que operará exclusivamente en territorio libanés.

"Pero, después de todo, esto es una minucia en comparación con el problema mayor: Israel y Estados Unidos han impedido durante años resolver la crisis en la región mediante el veto sobre unas 40 resoluciones del Consejo de Seguridad", opinó.

En estos momentos, Israel es el ocupante de territorio de tres países de su vecindario, agregó. "Y si un contingente indonesio se une a la Unifil no es, realmente, la cuestión de fondo", consideró Paul.

La clave, según este experto, es cuándo Israel pondrá fin a las ocupaciones ilegales —lo que consideró su mejor garantía de seguridad— y cuándo Estados Unidos dejará de usar al estado judío como su apoderado militar en esta región petrolera.

Hasta ahora, se han consolidado solo ofertas de tropas de Italia (2.500 soldados), Francia (1.800 a los 200 ya integrados en la Unifil), España (1.200), Polonia (500), Bélgica (300) y Finlandia (250).

La ONU pretende fortalecer la actual Unifil, que cuenta con unos 2.000 efectivos, hasta completar 15.000 uniformados. Pero los compromisos formulados hasta ahora ubican el total muy lejos del objetivo.

"Los países europeos están en proceso de aportar casi 9.000 soldados, y trabajo con otros países para complementar esa fuerza", dijo el lunes en Beirut el secretario general de la ONU, Kofi Annan.

El funcionario manifestó su aspiración a incorporar soldados de países musulmanes. "Me complace decir que estamos comenzando el despliegue. Francia está en proceso, e Italia comenzará en breve", anunció.

Annan manifestó que pretende llevar al terreno 3.500 soldados "tan pronto como sea posible", para luego "avanzar en la segunda y en la tercera fase".

El subsecretario general de la ONU, Mark Malloch-Brown, pareció coincidir con Paul al declarar la semana pasada: "Bueno, como varios han dicho, la última palabra sobre lo que es aceptable nos corresponde, y las tropas se desplegarán en territorio de Líbano, no de Israel."

Pero, de todos modos, "un buen criterio de mantenimiento de la paz es aspirar a una fuerza ampliamente aceptable por ambas partes en su composición, y por eso hemos hablado sobre establecer un núcleo europeo-musulmán". "La clave es el equilibrio", dijo.

En cuanto al nuevo alcance de Unifil, Annan manifestó: "En primer lugar, se supone que no debe haber ningún arma en el sur (de Líbano), y espero que todos respeten la resolución 1.701" del Consejo de Seguridad que puso fin a la guerra.

Según esa resolución, recordó Annan, no deberá haber más armas en el sur libanés a excepción de las que porten las fuerzas armadas de Líbano y la Unifil. "Las tropas israelíes se habrán ido con las suyas", agregó.

"Como lo hemos indicado, habrá, en definitiva, un desarme, pero eso es algo que el gobierno y el pueblo de Líbano deberán resolver", sostuvo el funcionario.

"La mayoría de los libaneses quieren que la única autoridad y las únicas armas en el país estén controladas por el gobierno. Por lo tanto, no nos hagamos trampas haciendo de cuenta que la única manera de desarmar a las milicias es mediante la fuerza", dijo.

"Miren alrededor de ustedes, miren su historia", dijo a los propios libaneses que le rodeaban. "Puedo darles muchos ejemplos. Algunos de los grupos armados que se desarmaron están hoy en gobiernos respetables." (FIN/IPS/traen-mj/td/ks/mm ip pi gb/06)

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