EEUU-VENEZUELA: La guerra de las pantallas

Estados Unidos planea lanzar emisiones de radio y televisión hacia Venezuela en respuesta a la recién creada Telesur, en una virtual ”guerra electrónica”. Pero aún está por verse si Washington pone efectivamente en práctica ese proyecto.

Si el plan es aprobado por un comité conjunto del Congreso legislativo en los próximos días, las transmisiones serían financiadas por el gobierno de George W. Bush y realizadas por la Broadcasting Board of Governors (BBG).

La BBG es una corporación cuasi independiente del área de la ”diplomacia pública”, término que, en la jerga de las relaciones internacionales, engloba la estrategia de vinculación de un país con la ciudadanía y las organizaciones sociales de los países extranjeros.

”La BBG podría iniciar nuevos servicios de transmisión (a Venezuela) o reactivar los servicios de la VOA (radio Voice of America, portavoz de la Casa Blanca)”, dijo a IPS Adam Clayton Powell, del Centro de Diplomacia Pública de la Universidad del Sur de California.

”¿Pero dónde está el dinero? Mientras Estados Unidos no esté dispuesto a destinar recursos para producir, transmitir y promocionar nuevos servicios, esto quedará en suspenso”, añadió.

Las transmisiones fueron aprobadas por la Cámara de Representantes en una enmienda de la Ley de Autorización de Relaciones Exteriores, de 2005, a instancias del legislador por el sudoriental estado de Florida Connie Mack, del gobernante Partido Republicano.

La idea de Mack es lanzar emisiones de radio y televisión ”con información objetiva” hacia Venezuela para ”contrarrestar el antiestadounidismo de Telesur”, canal que constituye ”una amenaza para Estados Unidos”.

El Senado aprobó su propia versión de la ley, pero que no incluye la propuesta de Mack. Una comisión de ambas cámaras se reunirá en los próximos días para reconciliar las versiones antes de que el presidente estampe su firma.

Aún no está claro si la llamada enmienda Mack sobrevivirá en las negociaciones en ese comité.

El representante de Florida hizo la propuesta luego de que el presidente venezolano Hugo Chávez concretara su sueño de crear la emisora televisiva latinoamericana Telesur.

Esta señal, que se proclama ”antiimperialista”, se transmite desde el 24 de julio a través de servicios de televisión por suscripción, además de que segmentos de sus programas son repetidos por emisoras estatales en varios países.

El socio mayoritario de la nueva televisora es Venezuela, cuyo gobierno promovió el proyecto durante más de un año y aportó el dinero para hacerlo posible, mientras que los minoritarios son Argentina, Cuba y Uruguay.

La emisora, con sede en Caracas, intenta contrarrestar ”la hegemonía comunicacional” del Norte industrializado.

Mack, integrante del Comité de Relaciones Internacionales de la Cámara de Representantes, es un duro crítico de Chávez, a quien acusa de dar ”un giro radical hacia el socialismo” y de ”eliminar la libertad del pueblo venezolano”.

El congresista estadounidense acusó a Telesur de ”seguir el patrón de (la red televisiva panárabe) Al Jazeera” y de ”propagar la retórica contra la libertad”.

Powell dijo a IPS que Estados Unidos podría considerar alternativas a las emisiones para contrarrestar Telesur.

”Con una inversión mucho menor, el gobierno de Estados Unidos podría hacer que sus posturas estuvieran representadas en Telesur, permitiendo que ciertos portavoces gubernamentales fueran entrevistados o asistieran a los programas de debates en esa emisora”, sostuvo.

El ex director televisivo y experto en comunicaciones Alvin Snyder, también del Centro de Diplomacia Pública, criticó la iniciativa de Mack.

”Telesur es un canal latinoamericano. Para contrarrestar su influencia, un canal estadounidense debería transmitir a toda América Latina, y no sólo a Venezuela”, afirmó.

”Un plan de negocios debe ser desarrollado con la debida diligencia en el establecimiento de objetivos y métodos para alcanzarlos. Un canal satelital de televisión debe tener una fuerte presencia en Internet, y también en las nuevas tecnologías como los teléfonos celulares con imagen”, añadió.

Mack también propuso ”la creación de instituciones que fomenten en Venezuela la libertad de prensa, de expresión y de cultos, así como la realización de elecciones libres y justas”.

Además, sugirió ”promover el desarrollo económico en Venezuela a través del libre mercado, la privatización y otros medios para crear una prosperidad duradera y oportunidades para todos los venezolanos”.

El Congreso estadounidense destinó nueve millones de dólares para 2006 y otros nueve millones para 2007 con el objetivo de respaldar a partidos políticos, medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil opositoras en Venezuela.

En respuesta, el Congreso venezolano aprobó una resolución que condena la interferencia estadounidense.

El presidente de Telesur, el ex ministro de Información venezolano Andrés Izarra, aseguró la semana pasada que no habrá ningún tipo de conflico de intereses en el nuevo canal de televisión latinoamericano.

La enmienda Mack es ”una idea imperialista prepotente que no debería sorprendernos, porque sabemos de lo que es capaz el gobierno de Estados Unidos”, afirmó Chávez, quien prometió tomar medidas para neutralizar las eventuales transmisiones.

Los críticos venezolanos de la enmienda Mack señalan que Washington intenta repetir las ”fracasadas” iniciativas de Radio y TV Martí, las estaciones financiadas por Estados Unidos para difundir en Cuba información contraria al gobierno del presidente Fidel Castro.

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