ESPAÑA: Nacionalismo moderado vasco en la cruz de caminos

El retroceso electoral del triunfante nacionalismo moderado del País Vasco lo pone en la alternativa de formar gobierno con apoyo de los socialistas y tomar la ruta de la negociación o transar con el partido ligado a ETA y profundizar el enfrentamiento con el resto de España.

La posibilidad del acuerdo con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) se insinuó nada más conocerse los resultados de las elecciones autonómicas del domingo, cuando su líder y actual jefe del gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, telefoneó a su homólogo vasco, Juan José Ibarretxe, para felicitarlo porque su coalición nacionalista fue la más votada.

En esa misma conversación acordaron volver a comunicarse este lunes, ocasión en que Ibarretxe llamó a Zapatero para hablar por espacio de 15 minutos.

Ambos dirigentes ratificaron su voluntad de dialogar, para lo cual Ibarretxe ya adelantó que viajará a Madrid a esos efectos una vez que termine una ronda de consulta con los representantes de todos los partidos vascos, a los que informó haber citado para este mismo lunes.

La gobernante y moderada coalición del Partido Nacionalista Vasco (PNV) y su escisión, Eusko Alkartasuna (EA), que llevó como cabeza de lista a Ibarretxe, resultó la más votada, pero bajó de los 33 diputados actuales a 29.

Por su parte, los socialistas crecieron respecto de las últimas elecciones al subir del tercero al segundo lugar con 18 diputados, cinco más que en 2001. Por el contrario, el conservador Partido Popular (PP) bajó del segundo al tercero, con 15 diputados, cuatro menos que en la actualidad.

El Partido Comunista de las Tierras Vascas (PCTV) obtuvo nueve diputados, al recoger según expertos el voto que en anteriores elecciones recibió Batasuna, el ala política ilegalizada del grupo terrorista ETA (Euskadi ta Askatasuna, Patria Vasca y Libertad en vascuence).

Batasuna había conseguido en 2001 dos diputados menos que lo sumado ahora por el PCTV (EHAK, por sus siglas en idioma vasco), el partido que salió a la luz pública en 2002 tras confirmar el Tribunal Constitucional la prohibición para presentarse de los candidatos proetarras.

Aunque sus candidatos fueron apoyados por la disuelta Batasuna, la Fiscalía dijo que no planteó la ilegalización del PCTV por no encontrar fundamentos suficientes para hacerlo, en tanto que el PP acusó a Zapatero de no haberlo hecho para que su partido se beneficiara de la situación.

Ese beneficio resultaría de la debilidad relativa del PNV-EA, que en caso de haberse ilegalizado al PCTV podría haber recibido una buena parte de los votos que se preveían para el sector nacionalista radical.

Al no tener ahora el nacionalismo moderado la mayoría suficiente como para repetir otro gobierno con el apoyo de Izquierda Unida, que volvió a obtener tres diputados, Ibarretxe deberá elegir entre pactar con el PSOE o con el PCTV.

Ibarretxe afirmó, tras conocer los resultados del domingo, que ”la sociedad vasca nos pide a todos que nos encontremos para negociar un acuerdo político” y anticipó que su propuesta es ”elaborar una hoja de ruta para negociar y decidir entre todos, aquí en Euskadi (País Vasco en vascuence)”.

De ”hoja de ruta” también habló Zapatero, quien subrayó que la misma debe conducir ”hacia la normalización y la paz”.

Este lunes, la secretaria de la dirección Ejecutiva Nacional del PNV, Josune Aritzondo, declaró a la prensa que la sociedad vasca ”nos exige a todos que nos sentemos, que hablemos y que negociemos”.

Una respuesta acerca de lo que Zapatero e Ibarretxe avanzaron telefónicamente se puede extraer de la conferencia de prensa celebrada este lunes en la ciudad vasca de San Sebastián, por las tres dirigentes del PCTV y que forman parte del grupo de diputados autónomos electos, María Carmen Nieves, Miren Nekane Erauskin y Maite Aramburu.

Afirmaron que ni ellas ni ningún otro dirigente del PCTV recibieron una llamada de Ibarretxe y anticiparon que no formarán parte del nuevo gobierno del País Vasco que debe designar el Parlamento Autónomo en los 60 días posteriores a su constitución, que se prevé para el 10 de mayo.

El Parlamento Vasco tiene 75 escaños y para designar al presidente del gobierno autónomo se requieren al menos 38 votos.

Si el PNV-EA pactara con el PSOE superaría con amplitud los 38 votos necesarios para elegir gobierno, sin necesidad de contar esta vez con el apoyo de los tres representantes de IU y el único conseguido por Aralar, la escisión de Batasuna por rechazar la violencia.

La otra posibilidad para los nacionalistas moderados es acordar con el PCTV, lo que le daría los votos justos, pero ese nuevo gobierno se enfrentaría con el resto de los partidos, produciría una crisis dentro del PNV y pondría al borde de la ruptura las relaciones con el gobierno español presidido por Zapatero.

El presidente del PNV, Josu Jon Imaz, quien resultó elegido para ese cargo en enero de 2004 venciendo al candidato del hasta entonces presidente, Xavier Arzalluz, encabeza a los sectores más moderados de ese partido y, según fuentes próximas a él, no aceptaría un pacto con quienes apoyan a ETA.

Es que, aunque el PCTV no expresó su apoyo a ETA durante la campaña electoral, una vez terminado el escrutinio recibió en el local donde festejaban la buena votación obtenida a la plana mayor de Batasuna, con Arnaldo Otegui al frente.

”Hoy hemos conseguido un resultado electoral grandioso”, declaró el propio Otegui.

La negociación del PNV-EA con el PSOE pasará por dejar atrás o cambiar los objetivos del llamado Plan Ibarretxe, una propuesta del dirigente vasco para consultar a los ciudadanos de esa región acerca de la autodeterminación de la misma.

Ibarretxe planteó estas elecciones como una suerte de plebiscito sobre su plan, al que se opone el gobierno y el Parlamento de España y, de acuerdo a los resultados obtenidos, no puede hablar de triunfo.

Pero está abierto el camino para una reforma del Estatuto Vasco, una especie de Constitución local, para ampliar la autonomía de esa región, pero manteniéndose dentro de España. La disposición para negociar esa ampliación la expresó también Zapatero.

Esa voluntad de diálogo la señaló tras el escrutinio el director de la campaña electoral de los socialistas, el diputado Rodolfo Ares, al manifestar que ”no hay duda de que se abre una nueva etapa para construir Euskadi de otra manera y, sobre todo, entre todos. Y para derrotar al terrorismo”.

La presidenta de Eusko Alkartasuna (EA, partido coaligado con el PNV), subrayó que el actual Estatuto de Autonomía ”se ha terminado ya” y que ahora le toca, a quienes lideren el nuevo gobierno ”hacer un nuevo marco de relaciones con el Estado español, se le llame como se le llame”.

Todo dependerá de que el PNV-EA opte por la negociación con los socialistas, o que triunfe su sector más duro y se incline por pactar con el PCTV.

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