REFUGIADOS: Italia pone freno a Acnur

Italia rechazó un pedido formulado por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) con el fin de investigar la situación de 850 inmigrantes deportados a Libia.

La agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) quiere constatar que estas personas no corran peligro en su país de origen y garantizar que se hayan respetado sus derechos en el proceso de deportación.

Roma decidió trasladar a los libios luego de constatar que habían ingresado de forma ilegal a la pequeña isla meridional de Lampedusa en los últimos días. Algunos aseguraban haber llegado a Italia buscando asilo.

”No dejan que cumplamos con nuestra obligación”, dijo a IPS la portavoz de la oficina italiana de Acnur, Laura Boldrini.

Tanto el gobierno de Italia como el de Libia rechazaron los pedidos de Acnur de evaluar ”las posibles necesidades de protección bajo la Convención de Refugiados de 1951”.

Roma ”deportó a los inmigrantes tan rápido que fue imposible determinar si alguno de ellos buscaba asilo de verdad”, dijo Boldrini.

Acnur expresó ”gran preocupación” sobre el destino de estas personas en Libia.

”Entendemos la gran presión que significan estas continuas llegadas (de inmigrantes), pero todos los que buscan asilo tienen derecho a un procedimiento justo”, dijo el director de Acnur Europa, Raymond Hall.

El martes, 500 de estos inmigrantes ilegales habían sido recluidos en un centro de Lampedusa con capacidad para 200 personas. Otros 100 fueron transferidos a la cercana isla de Sicilia, donde sus casos aún son analizados, dijo Boldrini.

El presidente de la organización no gubernamental La Misericordia, Claudio Scaglia, que ayuda a los inmigrantes en Lampedusa, no quiso hacer comentarios a IPS.

Los campamentos para refugiados en Italia son administrados por el Ministerio del Interior. Sólo algunas organizaciones, como la Cruz Roja Italiana y La Misericordia, están autorizadas a trabajar dentro de ellos.

A los medios de prensa se les prohíbe ingresar a los campamentos.

”Luego de un desfavorable informe hecho por Médicos Sin Fronteras, no se le permitió el ingreso a nadie más”, explicó a IPS Maria Silva Olivieri, de la organización no gubernamental internacional Solidarity.

Cada año, miles de inmigrantes intentan cruzar el Mediterráneo desde el norte de Africa. Muchos lo hacen en pequeños botes a través de una distancia de más de 100 kilómetros.

Al menos 17 personas se ahogaron en la costa de Túnez el domingo intentando cruzar a Italia. Otros 47, de un grupo de 70 marroquíes y cinco tunecinos, están desaparecidos.

Italia es el país europeo que recibe el mayor número de inmigrantes ilegales africanos, seguido por España, Portugal y Francia. En lo que va del año, unos 40.000 llegaron a Lampedusa desde la costa de Libia.

Los que llegan anualmente a Europa occidental buscando asilo pasaron de 400.000 en los años 90 a unos 65.000. Los principales lugares de procedencia son Africa, Asia y los Balcanes.

Acnur señaló que en los últimos 10 años unas 5.000 personas murieron al intentar cruzar el Mediterráneo hacia Europa. De los que llegaron a Italia, sólo entre 12 y 15 por ciento obtuvieron asilo, dijo Boldrini.

La constante llegada de inmigrantes a Lampedusa despertó el debate sobre los pedidos de asilo.

Varios países europeos entraron en una disputa luego de que el ministro del Interior de Alemania, Otto Schily, propusiera crear campamentos para refugiados en el norte de Africa, donde se procesarían sus solicitudes de asilo.

Italia respaldó la propuesta de Schily, pero Francia, Suecia y Bélgica se opusieron, señalando que de esa forma los campamentos serían ubicados en países que no garantizan los derechos de los refugiados.

Gran Bretaña ya había hecho una propuesta similar antes, pero fracasó ante la oposición de la mayoría de los países europeos.

El debate sobre el problema de los refugiados renació cuando 37 africanos que habían sido rescatados por un barco alemán el 20 de junio pasaron varias semanas en el Mediterráneo buscando un puerto que los recibiera.

Después de obtener permiso para atracar en un puerto de Sicilia, el gobierno italiano los deportó.

Los inmigrantes señalaron que estaban escapando de la guerra civil en la occidental zona sudanesa de Darfur. Pero cuando se comprobó que tenían nacionalidad nigeriana y ghanesa, fueron devueltos a sus países de origen.

”Acnur está preocupada de que este método de clasificar por nacionalidad podría poner en riesgo casos individuales que necesitan protección internacional”, señaló la agencia de la ONU en un comunicado de prensa divulgado en Nueva York.

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