VENEZUELA: Más lanzas contra EEUU

Venezuela acusó otra vez a Estados Unidos, esta vez ante la Organización de Estados Americanos (OEA), de interferir en sus asuntos internos y brindar soporte a las fuerzas de oposición que buscan desalojar del cargo al presidente Hugo Chávez.

”Venimos a denunciar formalmente que el gobierno de Estados Unidos, a través del Departamento de Estado y del National Endowment for Democracy (NED, una fundación privada que recibe fondos públicos), está interviniendo en los asuntos de Venezuela”, dijo el embajador Jorge Valero en la sesión del Consejo de la OEA.

La fundación NED ”financia partidos políticos de oposición y una lista de organizaciones no gubernamentales que funcionan como partidos de oposición”, sostuvo Valero, después de evocar la supuesta participación de Washington en el golpe de estado que en abril de 2002 depuso a Chávez por dos días.

Su par estadounidense, John Maisto, defendió al gobierno de su país y a la NED, al señalar que ”no es la primera vez que escuchamos acusaciones irresponsables y falsas, incluyendo vulgares insultos contra mi presidente”, George W. Bush.

En un multitudinario mitin de sus seguidores en Caracas, hace un mes, Chávez dijo que militares golpistas en abril de 2002 ”le vendieron a Bush la idea de que las Fuerzas Armadas venezolanas estaban con ellos, y el muy pendejo se la creyó”.

Maisto añadió que las acusaciones buscan ”desviar la atención de la opinión pública internacional de lo que todos sabemos que está en juego en Venezuela: la manera de salir del callejón sin salida político de forma constitucional, democrática, pacífica y electoral”.

Carlos Romero, profesor de Estudios Internacionales en la Universidad Central, la principal de Venezuela, dijo a IPS que ”el gobierno de Chávez busca contrarrestar el impacto internacional que tiene el manejo del tema democrático por la oposición”.

”La opinión pública en Estados Unidos y en América Latina, así como sus gobiernos, perciben que Chávez y sus seguidores han colocado obstáculos a la celebración de un referéndum revocatorio” del mandato presidencial, para el cual oposición dice haber presentado firmas suficientes para su puesta en marcha pero que las autoridades aún analizan.

La solicitud de referéndum entró en un limbo jurídico y organizativo, en medio de querellas ante el Tribunal Supremo de Justicia y mientras el independiente Consejo Nacional Electoral discute con las partes un mecanismo de reparos (ratificación o rechazo) de las rúbricas de los ciudadanos que piden esa consulta electoral vinculante.

En tanto, seguidores y adversarios de Chávez comenzaron la competencia para las elecciones de gobernadores regionales y alcaldes, prevista para el 1 de agosto.

”La reacción de Estados Unidos es más de lo mismo”, sostuvo este jueves el canciller venezolano Jesús Pérez. ”Ese gobierno ha desestimado nuestras acusaciones, pero lo que necesitamos son respuestas claras y que cese de usar el argumento de que el presidente Chávez desvía la atención para que no se realice el referéndum”, agregó.

Estados Unidos ”trata de banalizar la acusación venezolana, pero su gobierno debe rectificar y la OEA debe tomar medidas para indicarle a Washington que deje de intervenir en Venezuela”, sostuvo el parlamentario oficialista Nicolás Maduro.

”Ya Estados Unidos intervino contra Haití, y no podemos permitir que eso continúe”, insistió Maduro.

Venezuela ha acompañado a los países de la Comunidad del Caribe (Caricom) en su negativa de reconocer al nuevo gobierno haitiano y sostiene que el ex presidente Jean Bertrand Aristide fue depuesto y sacado de Haití contra su voluntad por militares estadounidenses.

”Llamamos a los gobiernos democráticos de este continente para que, al igual que la Caricom, no reconozcan al gobierno impostor de Haití, que fue colocado allí por las tropas estadounidenses”, reiteró Chávez en un acto oficial el miércoles en Caracas.

En ese acto Chávez dijo que personalmente había ordenado y revisado el discurso que unos minutos después debía pronunciar el embajador Valero ante el Consejo de la OEA.

Desde enero Venezuela y Estados Unidos sostienen una escalada verbal y diplomática que analistas simpatizantes de la oposición, como Romero, aprecian como intentos de Chávez para que Washington disminuya o retire a sus diplomáticos en Caracas y así quede ”fuera de juego” en la tutela del proceso político venezolano.

Bush, en sus reuniones del año pasado y este con su par mexicano, Vicente Fox, señaló que se proponían trabajar como un binomio en temas hemisféricos, incluido ”la integridad del proceso del referéndum revocatorio en Venezuela”.

Chávez enfiló sus baterías contra Bush y sus colaboradores, en particular su consejera de seguridad nacional, Condoleezza Rice, y les reclamó que se ocupasen de sus propios asuntos, en particular del auge de la candidatura de John Kerry, del opositor Partido Demócrata.

Pero el comando de campaña de Kerry publicó hace tres semanas una declaración sobre el tema de Venezuela, en la que criticó a Bush por una actitud dual durante el golpe cívico-militar de abril de 2002, pero al mismo tiempo reclamó ”más presión internacional sobre Chávez” para que éste acepte medirse en un referéndum.

La OEA y el estadounidense Centro Carter para la Paz son observadores del proceso de consulta en Venezuela, con misiones que acompañan todas las fases de evaluación de las firmas opositoras que solicitan el mecanismo constitucional y han ido más allá, promoviendo negociaciones entre las partes y el poder electoral para acordar fórmulas de reparos.

Estados Unidos integra un grupo ad-hoc de países amigos que coordina Brasil e integran además Chile, España, México y Portugal.

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