El gobierno de Chile reconoció el lunes que los dos hombres que ingresaron el domingo al consulado de Argentina en la meridional ciudad chilena de Punta Arenas y fotocopiaron carpetas con información clasificada eran “personal en servicio activo de la unidad inteligencia” de la Región Militar Austral, pero señaló que actuaron “en forma independiente y sin instrucciones superiores”. El Ministerio de Defensa chileno aseguró que “lamenta y condena los hechos acontecidos” e informó que había ordenado la baja del jefe de la unidad de inteligencia de esa región militar, el teniente coronel Víctor Hugo Poza.