LIBERIA: Cese del fuego abre paso a la esperanza

Miles de liberianos celebraron este martes en las calles de la capital la tregua firmada en la vecina Ghana por representantes del gobierno y de los insurgentes, la cual podría marcar el principio del fin de cuatro años de guerra civil.

”Con la firma del cese del fuego, ahora rezo por que podamos dormir en paz, sin el ruido de las balas”, dijo el martes un empresario a IPS.

Niños y niñas que no van a la escuela desde hace años, mujeres, hombres y ancianos bailaban en la calle vestidos de blanco y entonando cánticos por la paz. Los automóviles hacían sonar sus bocinas y sus conductores hacían flamear pañuelos blancos por la ventanilla.

”Al fin podemos dar un respiro de alivio y de libertad”, dijo a IPS una anciana que se encontraba con sus siete hijos en una escuela donde se alojan 2.000 desplazados.

Se prevé que el cese del fuego entre en vigor en la medianoche de este miércoles, según informes de prensa. El convenio incluye la celebración en un plazo de 30 días de negociaciones políticas hacia la formación de un gobierno de transición.

La tregua entre el gobierno de Charles Taylor y los grupos insurgentes Liberianos Unidos para la Reconciliación y la Democracia (LURD) y Movimiento para la Democracia en Liberia (MODEL) abrirá paso a un diálogo político exhaustivo y al despliegue de una fuerza internacional de paz, según observadores.

Rebeldes y partidos políticos evitaron la firma del acuerdo de cese del fuego como medio de presión para exigir la renuncia del presidente Taylor, quien insistió en que sólo abandonará el cargo cuando finalice su periodo de gobierno en enero próximo.

El acuerdo excluye la presencia de Taylor en el gobierno de transición. Una vez que éste se instale, el mandatario renunciará, prevén analistas.

Pero aún no queda claro cuándo comenzará a funcionar el gobierno de transición.

Fuentes oficiales afirmaron que 400 personas murieron y unas 10.000 huyeron hacia escuelas, templos y hogares en el centro de Monrovia la semana pasada, cuando insurgentes atacaron el área al este de la capital.

Muchos liberianos piden a Estados Unidos que intervenga para poner fin a la crisis política. Este país africano fue fundado por esclavos libertos estadounidenses en 1847, cuando Sierra Leona era administrada por Gran Bretaña y Costa de Marfil por Francia.

Según distintas versiones, Estados Unidos se ofreció a instalar cuarteles en Liberia y propuso a Nigeria que envíe 2.000 soldados en misión de paz.

LURD atacó Monrovia el 5 de este mes. Los rebeldes cruzaron entonces el puente Saint Paul, 24 kilómetros al noroeste de la capital, hacia Duala. Representantes de la organización se encontraban negociando entonces en Ghana con delegados del gobierno, entre ellos el propio Taylor.

El estruendo de la artillería y de pequeñas armas de fuego impulsó el éxodo de los civiles desde las zonas occidentales de Monrovia.

Los rebeldes lanzaron un ataque aun más agresivo el sábado, a 16 kilómetros de Monrovia, bajo una fuerte lluvia. Las exhortaciones de diplomáticos y mediadores a un cese del fuego fueron infructuosos. Las negociaciones en Ghana se detuvieron abruptamente.

Al finalizar los combates, muchos civiles regresaron a casa para descubrir que habían sido saqueadas. Además, ”montones de personas” —afirmaron testigos— quedaron atrapados en el fuego cruzado.

Taylor, elegido en 1997, advirtió que su eventual renuncia tendría ”desastrosas consecuencias”. ”Charles Taylor fue elegido por 80 por ciento de los votos. Aún cuento con el fuerte apoyo del pueblo”, dijo.

Aterrorizados, muchos habitantes de Monrovia temían que la renuncia del mandatario ocasione un vacío de poder. ”Sus fuerzas quedarán sin control y se sumergirán en una orgía de matanzas, saqueos y destrucción de propiedades”, dijo un activista de derechos humanos en Monrovia.

Taylor, de 55 años, anunció el mismo miércoles que había frustrado una conspiración para derrocarlo mientras se encontraba en Ghana, en la cual involucró al vicepresidente Moses Blah, quien desde entonces está preso.

Los combates han afectado a la mitad de los tres millones de habitantes del país, según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Liberia también alberga a 17.000 refugiados de Sierra Leona y a 38.000 de Costa de Marfil.

El Tribunal Especial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Sierra Leona solicitó el miércoles a las autoridades de Ghana el miércoles la detención y extradición de Taylor, quien se encontraba allí negociando con representantes de LURD.

Pero las autoridades ghanesas dejaron ir a Taylor y hasta le proveyeron un avión para que volviera a Liberia.

El gobierno de Ghana arguyó que no recibió a tiempo el pedido del tribunal, que investiga los delitos cometidos durante la sangrienta guerra civil librada en Sierra Leona entre 1992 y 2002.

Taylor, que asumió la presidencia de Liberia en 1997 luego de ocho años de guerra civil, fue señalado en marzo por el tribunal como responsable de crímenes de guerra en Sierra Leona, donde al parecer colaboraba con el insurgente Frente Unido Revolucionario (RUF), enfrentado con el gobierno entre 1992 y 2002.

El tribunal constató que Taylor entrenaba a miembros del RUF y les suministraba armas a cambio de diamantes, pero no hizo pública su acusación porque esperaba el momento en que el presidente liberiano saliera de su país y pudiera ser así detenido y extraditado. Pero todo se arruinó.

”Ahora esperamos otra oportunidad, cuando el señor Taylor vuelva a salir de su país. Obviamente no estará dispuesto a a extraditarse a sí mismo”, dijo el jueves el sectretario del tribunal, Robin Vincent.

El fiscal, David Crane, dijo a periodistas que el presidente liberiano es ahora ”un criminal de guerra fugitivo”, y pidió la colaboración de la comunidad internacional para su detención.

La acusación contra Taylor ”significa una declaración de guerra. El pueblo liberiano no lo aceptará”, afirmó un portavoz de Freetown en las conversaciones en Ghana. Otro portavoz dijo que Monrovia ”no reconoce la autoridad del tribunal”.

El tribunal también investiga desde marzo a los señores de la guerra Foday Sankoh e Issa Sesay, del RUF, y a Sam Hinga Norman, líder de la milicia progubernamental Kamajors.

El último tramo de la incesante guerra civil de Liberia comenzó en 1999, cuando LURD acusó a Taylor de dictador y lanzó una rebelión en el norte del país. Once de los 15 distritos del país quedaron sumidos en la violencia.

Taylor estudió en Estados Unidos. Regresó poco después de que el sargento Samuel Doe tomara el poder en Liberia en 1980. Luego fue nombrado director de la Agencia General de Servicios, cargo desde el cual controló la mayor parte del presupuesto del país.

Doe lo acusó de malversar 900.000 dólares, y entonces se vio obligado a huir a Estados Unidos. Taylor, pese a negar las acusaciones, fue enviado a una prisión en el nororiental estado de Massachusetts ante un pedido de captura de parte de Liberia.

En circunstancias nunca aclaradas, Taylor logró escapar y huyó a Costa de Marfil para desde allí iniciar en 1989 una guerra civil que derrocaría el gobierno de Doe en 1997. (

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