URUGUAY: La izquierda se consolida como mayor fuerza política

El candidato izquierdista Tabaré Vázquez amplió su ventaja en las encuestas y es claro favorito para la primera vuelta electoral de este domingo en Uruguay.

La popularidad de Vázquez convirtió la coalición Encuentro Progresista-Frente Amplio (EP-FA) en la principal fuerza política del país.

Mientras, reformas económicas que el EP-FA y sus asesores revelaron en las últimas horas generaron reacciones que permiten prever un duro enfrentamiento para la segunda vuelta del 28 de noviembre.

En esa instancia, la ciudadanía optará por uno de los dos candidatos a la presidencia más votados en caso de que ninguno logre la mayoría absoluta de votos en la primera, un sistema electoral que se aplica por primera vez tras la reforma constitucional aprobada en referéndum en diciembre de 1996.

Según las encuestas divulgadas este jueves, las últimas antes de que quede prohibida a las 0 horas de este viernes la difusión de información y publicidad electorales, el electorado de Vázquez llegó a 38 por ciento del total, pues aumentó entre uno y dos puntos porcentuales en las últimos días.

Las elecciones de 1994 determinaron un esquema tripartidista que obligó a la conformación de un gobierno de coalición entre el Partido Colorado y el Partido Nacional. El EP-FA está integrado por socialistas, comunistas, democristianos, ex guerrilleros tupamaros y escindidos colorados y nacionalistas.

En 1994, la izquierda logró 30,7 por ciento de los votos. Los colorados vencieron, con 32,3 por ciento de los sufragios y los nacionalistas alcanzaron el 31,1 por ciento.

Fuentes cercanas al presidente Julio María Sanguinetti dijeron a IPS que, según el mandatario, el EP-FA obtendrá una votación inferior a la que la que indican las encuestas y que en la segunda vuelta Batlle superará a Vázquez por entre dos y cuatro por ciento.

Pero, más allá del pronóstico de Sanguinetti, los números fríos indican hoy que Vázquez supera por más de 10 puntos porcentuales al candidato del Partido Colorado, el liberal Jorge Batlle, con quien tendría que definir la segunda ronda electoral.

Lo único que puede variar esa disputa es que el ex presidente del Partido Nacional, el conservador Luis Alberto Lacalle (1989- 1995) logre superar el 24 por ciento de preferencias que le asignan las últimas mediciones de opinión pública.

El analista Agustín Canzani, de la firma encuestadora Equipos- Mori, dijo que sólo Batlle está en condiciones de disputarle a Vázquez el sillón presidencial.

El socialdemócrata Partido Nuevo Espacio, liderado por el senador Rafael Michellini, que, según las mediciones, obtendrá cinco por ciento de los votos, puede convertirse en una de las llaves de la segunda vuelta.

La prohibición de difundir datos electorales a partir de este viernes dejará interrumpida una polémica que estalló esta semana y que puede convertirse en uno de los ejes de la campaña previa al balotaje.

Daniel Olesker, el principal asesor económico de Vázquez, aseguró el martes al diario argentino Ambito Financiero que un gobierno del EP-FA gravará con el impuesto a la renta de las personas físicas a los depósitos bancarios de no residentes en el país y a los capitales de uruguayos colocados en el exterior.

Según fuentes del Banco Central, los depósitos de no residentes totalizan 4.401 millones de dólares, de los cuales casi 90 por ciento pertenecen a ciudadanos argentinos.

Los depósitos en moneda extranjera de residentes en Uruguay totalizan 6.623 millones de dólares.

Ese impuesto también gravaría con tasas entre seis y 10 por ciento los ingresos brutos que una persona reciba por todo concepto (salarios, pasividades, alquileres de inmuebles y depósitos bancarios, entre otros) a partir del equivalente a 1.100 dólares mensuales.

"No hablamos de sacarle a los ricos para darle a los pobres, sino que pague más quien tiene más y que pague menos quien tiene menos", argumentó Vázquez.

Olesker también anunció que un gobierno del EP-FA flexibilizará las normas sobre el rígido secreto bancario para que permitan controlar a los tributarios de la Dirección General Impositiva.

El secreto bancario sólo puede levantase hoy mediante pedidos fundados de la justicia penal o la de familia. La norma se ha constituido en uno de los pilares de la plaza financiera uruguaya para la captación de capitales.

En los últimos años el secreto bancario de Uruguay ha motivado ataques del gobierno de Estados Unidos, según el cual el sistema permite ocultar el lavado de dinero procedente del narcotráfico.

Las propuestas de la izquierda también abrieron la esperanza de trabajadores, en especial a los educadores, a los que promete aumentos de salarios. También plantea medidas con el objetivo de disminuir casi tres puntos el desempleo y subsidios para los jefes de familias pobres.

Algunas de las propuestas de la izquierda fueron refutadas de inmediato por Isaac Alfie, principal asesor del Ministerio de Economía en el área macroeconómica.

Según Alfie, el impuesto a la renta que propone la izquierda perjudicarán a los trabajadores y a los pequeños comerciantes.

"En un mundo cada vez más global es cada vez más difícil gravar internamente a las personas (y) la única renta gravable van a ser las pasividades y los salarios", dijo Alfie.

Alertó que por ese mecanismo habrá doble tributación para las empresas y con respecto a los depósitos bancarios alertó que "o sube la tasa de interés o se van todos los depósitos de Uruguay".

El Ministro de Economía, Luis Mosca, sugirió que la implementación de propuestas como las del EP-FA condenarán "a una generación entera" a hacer frente "al dislate" de una propuesta que violenta "la más elemental de las matemáticas". (FIN/IPS/rr/mj/ip/99

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