El principal grupo rebelde de Sierra Leona se opuso al envío de tropas de mantenimiento de la paz de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) si su cometido es desarmar a los ex combatientes.
"Si dicen que eso es parte de su mandato, nos resistiremos", advirtió el general Sam Bockarie, comandante del Frente Revolucionario Unido.
El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el envío de 6.000 cascos azules para supervisar la aplicación del programa de desarme, desmovilización y rehabilitación social de unos 45.000 ex combatientes de este país africano.
Los efectivos de la ONU tendrán la potestad de usar la fuerza cuando sea necesario para garantizar el éxito de su misión, y el enviado especial del foro mundial, Francis Okelo, anunció a la prensa que el contingente llegará dentro de un mes.
"Una vez que haya comenzado a funcionar el programa, no habrá vuelta atrás", advirtió Okelo en el lanzamiento simbólico del proyecto, que se realizó la semana pasada en Freetown.
En cambio, el comandante Johnny Paul Koroma, líder de la otra facción rebelde, el Consejo Revolucionario de las Fuerzas Armadas, dio la bienvenida a las tropas de la ONU.
"Creemos que el envío de tropas de la ONU es una buena idea porque son neutrales y serán capaces, seguramente, de llevar a cabo el programa con eficacia", declaró a IPS el martes el ex presidente militar Koroma.
Los combatientes están cansados de vivir en la jungla y quieren reunirse con sus familias, según Koroma."Cooperaremos ampliamente con las tropas de la ONU", aseguró.
Las tropas de la ONU sustituirán a las de ECOMOG, la fuerza de mantenimiento de la paz de la Comunidad Económica de Estados de Africa Occidental que, liderada por Nigeria, logró devolver al poder al presidente Ahmed Tejan Kabbah.
El gobierno nigeriano reiteró esta semana su decisión de reanudar el "repliegue por etapas" de sus 9.000 soldados, que son la mayoría de ECOMOG. Ya se fueron 2.000.
La decisión de Nigeria de retirar sus tropas causó temor en la población de Sierra Leona.
"¿Por qué se fueron los nigerianos y nos dejaron con el peligro de (estos) rebeldes asesinos? No confío en esas tropas de la ONU, porque siempre se van y abandonan a las personas que se supone tienen que proteger", declaró Foday Gbla, un empresario de Freetown.
"Yo pensaba que la comunidad internacional reuniría fondos para ECOMOG porque creemos más en esa fuerza", señaló Ismail Kallon, un jubilado de 60 años.
Los nigerianos que, según sus cálculos, gastaban un millón de dólares por día en el mantenimiento de sus tropas en Sierra Leona, se quejaron de la presión financiera que significa cargar con el peso de ECOMOG, y advirtieron que no podrán seguir haciéndolo.
La asistencia financiera que recibe ECOMOG de la comunidad internacional es insuficiente. Abuja anunció que reanudará el repliegue de sus soldados esta semana, para desesperación del pueblo de Sierra Leona, que considera a los nigerianos como sus salvadores.
Es posible que para mantener la presencia de ECOMOG, que tiene experiencia y conoce mejor el terreno y la sicología de los rebeldes, las fuerzas de la ONU tomen entre 3.000 y 4.000 soldados de los que ya estaban en el país, comentó Okelo.
Pero mientras se prepara el terreno para implementar el programa de desarme, las dos facciones rebeldes luchan en Makeni, la capital regional del norte.
Más de 100 combatientes de ambos sectores y numerosos civiles fueron muertos en esa batalla, y se informó que hubo una ola de saqueos contra las casas y comercios de la zona.
La guerra de los ex aliados rebeldes es consecuencia de una lucha por el poder suscitada entre los líderes de ambas facciones. Hay temores de que el conflicto afecte al frágil proceso de paz y al programa de desarme.
La guerra civil, que duró ocho años, terminó el 7 de julio con la firma de un acuerdo de paz entre el gobierno y las fuerzas rebeldes, que se comprometieron a compartir el poder. (FIN/IPS/tra- en/lf/mn/ceb/aq/ip/99
