BERLÍN – Los migrantes, que con frecuencia cubren vacantes en trabajos de mayor peligrosidad, enfrentan más riesgo de sufrir heridas e incluso perder la vida en comparación con los trabajadores que no lo son, sostuvo un informe divulgado este miércoles 20 por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Los trabajadores que han migrado “están sobrerrepresentados en trabajos de alto riesgo en industrias tales como las de la construcción, manufacturas, minería y agricultura”, según el estudio del Centro de Análisis de Datos Mundiales sobre la Migración, de la OIM, divulgado en esta capital.
Cada año, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 2,78 millones de personas mueren por accidentes y enfermedades relacionados con su labor.
En el mundo hay unos 164 millones de trabajadores que son migrantes, 4,7 por ciento del total de la fuerza laboral, y tienen un papel muy importante en las economías tanto de los países remisores como receptores.
En los países de destino son vitales por ejemplo en el área de cuidados de salud, construcción y manufactura, y las remesas que envían a sus países de origen pueden alcanzar hasta 40 por ciento del producto interno bruto de esas naciones.
Sin embargo, debido a su sobrerrepresentación en los trabajos considerados sucios, peligrosos y difíciles, tienen mayor riesgo de lesiones ocupacionales y enfermedades, incluidas las mortales, aunque el informe resiente la falta de datos fiables sobre las muertes ocupacionales de trabajadores migrantes en muchos lugares del mundo.
Reportes de la OIT mostraron que la cifra de accidentes ocupacionales fatales fue más alta entre los migrantes que entre los trabajadores nativos en 73 por ciento de los países en los que se pudo acceder a datos, “una conclusión alarmante si se considera las barreras que enfrentan los migrantes al intentar denunciar los incidentes”.
“La pandemia de covid-19 ha revelado que los trabajadores migrantes son esenciales pero a la vez, son marginalizados, y si bien su labor es considerada esencial, a menudo son invisibles en los datos y por ende excluidos de cualquier tipo de protección en sus tareas”: Frank Laczko.
El informe también indicó que las condiciones de vida y de trabajo de los migrantes aumentan los riesgos de exposición al virus de la covid-19, por su mayor presencia relativa en tareas que no pueden ser realizadas a distancia.
“La pandemia de covid-19 ha revelado que los trabajadores migrantes son esenciales pero a la vez, son marginalizados”, dijo Frank Laczko, conductor del estudio, “y si bien su labor es considerada esencial, a menudo son invisibles en los datos y por ende excluidos de cualquier tipo de protección en sus tareas”.
En Estados Unidos, por ejemplo, 69 por ciento de los migrantes en la fuerza laboral, y 74 por ciento de los trabajadores indocumentados, son trabajadores esenciales.
En América del Norte son migrantes 20,6 por ciento de los trabajadores, en Europa septentrional, meridional y occidental 17,8 por ciento, y en los Estados árabes ribereños del Golfo lo son entre 40 y 90 por ciento.
Cada año cientos de miles de personas pierden la vida mientras trabajan en el extranjero, con frecuencia a causa de fatalidades que podrían haberse evitado, y las familias que los fallecidos dejan atrás pueden llegar a sufrir devastadoras consecuencias económicas mientras intentan desentrañar lo ocurrido.
Laczko dijo que “es necesario contar con mejores datos para poder asegurar la defensa de los derechos de los migrantes mientras trabajan en sectores esenciales”.
“No podemos proteger a quienes están en riesgo –incluyendo a las familias que dejan atrás– si no se cuenta con la evidencia necesaria para generar políticas efectivas”, agregó.
Sobre el papel, los Estados se han comprometido a promover condiciones de empleo seguras y justas para todos a través de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 de las Naciones Unidas y el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular.
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