Hablar sin tapujos, receta contra embarazos adolescentes

Una madre adolescente en el municipio rural de Bonpland, en la norteña provincia argentina de Misiones. América Latina es la segunda región del mundo en fecundidad temprana, detrás de África subsahariana. Crédito: Fabiana Frayssinet/IPS
Una madre adolescente en el municipio rural de Bonpland, en la norteña provincia argentina de Misiones. América Latina es la segunda región del mundo en fecundidad temprana, detrás de África subsahariana. Crédito: Fabiana Frayssinet/IPS

En un lenguaje directo, un video argentino explica a los adolescentes como vivir el sexo con placer y al mismo tiempo con cuidado. Una campaña sin tabúes, muy necesaria en los países de América Latina donde una de cada cinco mujeres son madres antes de los 19 años.

“Para que el sexo funcione bien, las dos personas tienen que tener ganas y eso significa tanto estar seguro de querer hacerlo, como de estar de humor, osea estar calientes”, dice la psicóloga Cecilia Saia, autora del video “Hablemos de sexo”, divulgado en redes sociales y destinado a adolescentes y preadolescentes.

La pieza, producida por la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), integró la campaña “Hacéte el Test de No-Embarazo” y fue también distribuido a adolescentes, para que “sepan cómo tomar decisiones libres e informadas acerca de ser madres y padres”.[pullquote]3[/pullquote]

Durante la campaña se entregó a los y las adolescentes una caja, similar a las de los test de embarazo, con información sobre el embarazo en la adolescencia y los mitos sobre cómo sucede, así como un preservativo y una explicación de cómo usarlo, detalló a IPS la presidenta de FEIM, Mabel Blanco.

La campaña se difundió por Youtube y otras redes sociales, con mensajes directos y el lenguaje propio de los adolescentes. “Esto permitió llegar a un gran grupo de adolescentes de 14 a 18 años grupo al que habitualmente es difícil llegar en campañas de este tipo”, subrayó.

Según FEIM, en Argentina diariamente nacen 300 niños de una madre menor de 19 años, equivalente a 15 por ciento de todos los nacimientos.

“Este porcentaje muestra una tendencia ascendente sostenida a lo largo de los últimos 10-15 años y además aumentaron los de menores de 15 años, osea niñas”, lamentó.

El caso argentino es un ejemplo de los que sucede en el resto de América Latina, la segunda región del mundo en tasa de fecundidad en adolescentes después de África subsahariana, con 76 hijos vivos por cada 1.000 mujeres entre 15 y 19 años, según datos de agencias de las Naciones Unidas.

Justamente, para llamar la atención sobre este problema y, en general, sobre la necesidad de promover medidas para un desarrollo en condiciones de igualdad para ellas, este año, el Día Mundial de la Población, que se celebra el 11 de julio, tiene como tema el de la inversión en las niñas adolescentes.

El Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) precisa que una de cada cinco mujeres del Cono Sur americano (Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) será madre antes de terminar la adolescencia, en un área donde más de 1,2 millones de los nacimientos anuales son de madres adolescentes.

“El embarazo y la maternidad temprana pueden traer complicaciones para la salud de la madre y el bebé, como también impactos negativos en los cursos de vida de las y los adolescentes”, puntualiza un informe de UNFPA sobre fecundidad y maternidad en el Cono Sur.

Añade que “cuando el embarazo no ha sido planificado es una clara manifestación de vulneración de los derechos sexuales y reproductivos de las adolescentes y por ende de sus derechos humanos”.[pullquote]1[/pullquote]

En entrevista con IPS, Alma Virginia Camacho-Hübner, asesora en salud sexual y reproductiva para América Latina y el Caribe de UNFPA, señaló que el   embarazo adolescente tiene implicaciones a nivel individual, como la morbimortalidad materna, asociada entre otros factores a los riesgos derivados de los abortos inseguros.

También multiplica la prematurez y el bajo peso de los hijos al nacer, en particular de madres menores de 15 años.

En el caso de los sistemas de salud, el costo de la atención del embarazo, parto postparto y cuidados del recién nacido, es muy superior al costo de las intervenciones de promoción y prevención del embarazo.

“Para la sociedad en su conjunto y desde la perspectiva estrictamente económica,  la maternidad temprana en aquellos países donde existe el dividendo demográfico,  representa una pérdida acelerada del dividendo demográfico”, planteó la especialista desde la sede regional de UNFPA en Ciudad de Panamá.

Eso porque “en lugar de incrementar la productividad de la economía por contar con una proporción mayor de población económicamente activa, en la medida en que aumenta la maternidad temprana, aumenta rápidamente la tasa de dependencia, es decir la proporción de población que no es económicamente activa y requiere de gastos asistenciales, familiares y sociales”, destacó.

En cuanto a la educación, el estudio sobre el Cono Sur muestra que el abandono escolar precede al embarazo.

“Por lo tanto mantener los niñas y niños en el sistema educativo o reinsertarlos, sería una intervención efectiva para la prevención del embarazo adolescente. Asimismo, generar condiciones en el sistema educativo para asegurar la continuidad educativa de las adolescentes madres o embarazadas, sería otra intervención de impacto”, consideró Camacho-Hübner.

A su juicio, el embarazo y la maternidad adolescente es un tema de inequidad, que afecta principalmente a las mujeres de los estratos socialmente más vulnerables.

“Son, de esta manera, las adolescentes en situación de pobreza, con menor educación, quienes viven en regiones geográficas menos aventajadas quienes son más proclives a ser madres adolescentes”, dijo.

Además “el hecho de ser madres a edades tempranas refuerza dichos condicionamientos, reforzando las desigualdades en la que las adolescentes madres y no madres transitan la transición a la adultez”, precisó.[related_articles]

“La principal consecuencia del embarazo es la interrupción de la escolaridad, aunque en muchos casos ya la han abandonado al momento de embarazarse, pero no las retoman luego por el cuidado del hijo”, acotó por su parte Bianco.

“Esto genera entonces un futuro más pobre ya que son chicas que tendrán acceso a trabajos de menor salario y podrán contribuir en menor medida al desarrollo del país. En lo personal deben postponer su vida adolescente, de salir con amigas y amigos, ir a bailar y otras actividades propias de la adolescencia”, consideró.

Es por eso que para Federico Tobar, también asesor regional de UNFPA,  “además de fortalecer la oferta de servicios de salud, educativos y de asistencia social, hay que invertir en promover la demanda con intervenciones que incentiven a las y los jóvenes a construir un proyecto de vida sostenido”.

“Esto involucra incorporar tanto incentivos económicos, como reconocimientos simbólicos, y hasta apoyos concretos a las adolescentes que ya son madres con el cuidado de los hijos, que les permita terminar la escuela y evitar la maternidad repetida, que es alta en los países”, especificó a IPS.

Entre otras experiencias positivas Tobar mencionó la iniciativa uruguaya de “Jóvenes en red”, que incluye intervenciones de reinserción escolar, laboral y la promoción de la salud sexual y reproductiva.

“Me parece importante invertir en la educación de las mujeres adolescentes que incluye la educación sexual integral y que puedan decidir si quieren o no tener hijos. El tema no es acabar con el embarazo en la adolescencia pero sí que sea elegido, que no ocurra por accidente”, destacó Bianco.

Editado por Estrella Gutiérrez

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