Hace 50 años, una de cada tres personas en el planeta vivía en la pobreza. Fue en ese contexto que el Programa de Desarrollo de las Naciones Unidas (PNUD) se fundó en 1966.
Desde entonces, el PNUD ha liderado el trabajo por un mundo más justo y próspero para todos y todas. Hemos trabajado con los gobiernos, la sociedad civil, el sector privado y los filántropos para empoderar a las personas y construir naciones resistentes.[pullquote]3[/pullquote]
Ahora que el PNUD comienza su segundo medio siglo, la cantidad de personas en situación de pobreza descendió aproximadamente a uno de cada ocho habitantes. El PNUD tiene el orgullo de haber trabajado con muchos socios comprometidos con la erradicación de la pobreza.
De hecho, durante 50 años, el PNUD ha estado a la vanguardia en la labor para erradicar la pobreza, el hambre y las enfermedades, crear puestos de trabajo y medios de vida, empoderar a la mujer, apoyar la recuperación en casos de desastres y otras crisis, proteger el ambiente, y mucho más.
La mayor parte de esta labor es posible gracias a la dedicación de nuestro personal y a las miles de organizaciones con las que nos asociamos en todo el mundo y que hacen el trabajo diario de desarrollo. Tengo el orgullo de dirigir una organización que ha transformado a tantas vidas para mejor, ofreciéndoles oportunidades, esperanza y dignidad.
Pero queda mucho trabajo por hacer. El mundo aún no se deshizo de la pobreza y el hambre y existen ecosistemas que soportan mucha presión.
La buena noticia es que nuestro planeta tiene más riqueza, más conocimientos y más tecnologías a su alcance que nunca para poder hacer algo con respecto a estos desafíos.
Hace falta liderazgo en la búsqueda de los fondos necesarios. El dinero no lo es todo, pero sin duda que ayuda, incluso mediante la asistencia oficial para el desarrollo.
Hacen falta grandes coaliciones para el desarrollo sostenible. Los gobiernos que actúan por sí solos no pueden lograr los objetivos fijados en el nuevo programa mundial, la Agenda 2030. Su liderazgo es vital, pero insuficiente. La sociedad civil, el sector privado, los filántropos, los investigadores – se necesitan todas las manos para la tarea.
Y, más que nunca, hace falta el liderazgo del sistema multilateral, incluido el del PNUD. Nuestra tarea consiste en apoyar a los países en la erradicación de la pobreza, y hacerlo de tal manera que también se reduzca la desigualdad y la exclusión y se evite la destrucción de los ecosistemas de los que depende la vida.
Trabajando juntos, con los Objetivos de Desarrollo Sostenible como nuestra guía, se puede construir un mundo en el cual las economías y las sociedades sean más inclusivas y se proteja al planeta de los peores efectos del cambio climático y otras formas de degradación ambiental. Ahora que celebra su quincuagésimo aniversario, el PNUD reafirma su compromiso con esta tarea.
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad de la autora y no representan necesariamente las de IPS – Inter Press Service, ni pueden atribuírsele.
Traducido por Álvaro Queiruga
