Millones de personas permanecen en la pobreza y otras con ingresos medios podrían caer en ella nuevamente en el sur de Asia debido a los cambios repentinos en sus circunstancias, advierte el nuevo Informe de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
«En el sur de Asia 44,4 por ciento de la población, alrededor de 730 millones de personas, vive con 1,25 a 2,50 dólares al día», señala el Informe de Desarrollo Humano (IDH) correspondiente a 2014 y publicado en Tokio este jueves 24.
A pesar de los avances de la región, el IDH advierte que la amenaza es muy real de que muchos de sus habitantes vuelvan a caer en la pobreza. Existen grandes disparidades en los niveles de ingresos y de vida dentro de cada país, agrega.[pullquote]3[/pullquote]
«Muchos de quienes se incorporaron a la clase media en forma reciente podrían fácilmente caer en la pobreza de nuevo con el repentino cambio de sus circunstancias”, destacan los autores del informe del PNUD.
En Sri Lanka, clasificado como un país de ingresos medios bajos por el Banco Mundial en 2011, la pobreza descendió en el último lustro.
El Departamento de Estadísticas de este país señaló que la pobreza disminuyó de 8,9 por ciento de la población en 2009 a 6,7 por ciento en abril de 2014. La caída fue mayor en algunos de los distritos más ricos. En la capital, Colombo, se bajó de 3,6 a 1,4 por ciento.
Sin embargo, los más pobres siguen empobreciéndose. El nivel de pobreza en la zona de menores ingresos del país, el distrito sudoriental de Moneralaga, subió de 14,5 a 20,8 por ciento en el mismo lapso.
La desigualdad podría crecer si no se emplean medidas más rigurosas, argumentó el economista Muttukrishna Sarvananthan.
«La situación laboral tiene un umbral muy bajo «, dijo a IPS, refiriéndose a los “10 años y más” que es el límite de edad utilizado por el gobierno para evaluar el porcentaje de personas con empleo.
«Este umbral tan bajo da una tasa de empleo artificialmente alta, lo cual es engañoso», subrayó.
Ante la ausencia de una sólida red de protección social, millones de personas corren el riesgo de volver a la pobreza, según el PNUD.
«Con la limitada protección social existente, las crisis financieras pueden provocar rápidamente profundas crisis sociales”, advierte.
En Indonesia, por ejemplo, la crisis financiera que azotó a Asia a fines de los años 90 elevó la pobreza de 11 a 37 por ciento de la población. Incluso años después, muchos tienen dificultades para volver a subir en la escala de ingresos.
«La Organización Internacional del Trabajo calcula que había 50 millones más de trabajadores pobres en 2011. Solo 24 millones de ellos superaron el umbral de la pobreza de ingresos de 1,25 dólares al día entre 2007 y 2011, en comparación con 134 millones entre 2000 y 2007”, añade el IDH.
En todo el mundo, cerca de 1.200 millones de personas viven con menos de 1,25 dólares al día, y 2.700millones viven con un monto inferior.
Aunque esas cifras han ido disminuyendo, muchas personas solo aumentaron sus ingresos a un punto apenas por encima del umbral de la pobreza de manera que «las perturbaciones idiosincrásicas o generalizadas podría llevarlas fácilmente de nuevo a la pobreza”, advierte el PNUD.
Esto es importante porque aproximadamente 12 por ciento de la población mundial padece hambre crónica y 1.200 millones de trabajadores están empleados en el sector informal.
Sri Lanka refleja la tendencia mundial ya que también alberga a gran cantidad de personas pobres, aunque la isla tenga un crecimiento económico importante.
Punchi Banda Jayasundera, el secretario del Tesoro y el hombre clave de la economía nacional, pronostica un crecimiento de 7,8 por ciento para 2014.
«Este año no debería ser incómodo para nosotros», declaró a IPS. Esto puede ser cierto para aquellos en buena situación económica, pero no podría estar más lejos de la realidad para cientos de miles que no pueden llegar a fin de mes o pagar una comida completa cada día.
Otros sectores de la población, como las mujeres, las comunidades indígenas, las minorías, los ancianos, los desplazados y los discapacitados, también son considerados de «alto riesgo» ya que a menudo padecen marginación y pobreza.
El IDH indica que el cambio climático es un importante contribuyente de la desigualdad y la inestabilidad, y advierte que probablemente aumente la frecuencia de los fenómenos de lluvias y calor extremos.
A finales de este siglo, las fuertes lluvias y el aumento del nivel del mar podrían causar estragos en las zonas bajas del sur de Asia y también en sus centros urbanos de rápida expansión.
«Los pequeños agricultores del sur de Asia son especialmente vulnerables. Solo en India hay 93 millones… Estos grupos ya padecen escasez de agua. Algunos estudios prevén rendimientos de los cultivos hasta 30 por ciento inferiores en las próximas décadas, aun cuando la presión demográfica sigue aumentando», continúa el informe.[related_articles]
Sri Lanka pronostica una pérdida de 15 por ciento en su producción de arroz, vital para su alimentación, y a la vez una fuerte subida en el precio de los vegetales debido a la falta de lluvias y el calor extremo.
El país tuvo que invertir más de 400 millones de dólares para proteger su centro económico y administrativo, Colombo, de las inundaciones repentinas.
«Estamos aprendiendo lecciones sobre la marcha de adaptación a las fluctuaciones del clima, y es mejor tomar nota», subrayó JDMK Chandarasiri, director del Instituto de Investigación Agraria Hector Kobbekaduwa, en diálogo con IPS.
La inversión en la educación infantil y el empleo juvenil podrían ser importantes para amortiguar las crisis, ya que estas medidas a largo plazo son cruciales para interrumpir el ciclo de la pobreza, recomienda el IDH.
El informe también insta a las autoridades políticas a analizar el desarrollo y el crecimiento económico de manera integral, y no recurrir a las intervenciones fragmentarias. Muchos países industrializados invirtieron en educación, salud y los servicios públicos antes de alcanzar un estado de ingresos altos, añade.
«Las iniciativas más exitosas de desarrollo humano y contra la pobreza adoptaron un enfoque multidimensional, que combina el apoyo a los ingresos y la creación de empleos con la expansión de la atención sanitaria y de las oportunidades educativas», afirma el informe del PNUD.