Estados Unidos ofrece rebajar la deuda de Egipto

El gobierno de Estados Unidos anunció que una nutrida delegación empresarial viajará a Egipto esta semana, mientras negociadores de Washington ofrecen reducir en 1.000 millones de dólares los más de 3.000 millones que le adeuda ese país de Medio Oriente.

Cualquier alivio de deuda, que supuestamente se haría mediante ayuda no utilizada, pondrá fin a un año y medio de cavilaciones de Washington sobre cómo vincularse con las autoridades egipcias elegidas tras la Primavera Árabe, en particular con el gobierno de Mohammad Morsi y la Hermandad Musulmana.

Esta negociación honra el compromiso asumido en 2011 por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de revisar los montos que debía Egipto, plan reiterado por su secretaria de Estado (canciller), Hillary Rodham Clinton, en su visita de julio a ese país.

"La recuperación económica es esencial para cualquier perspectiva que tenga Egipto de una transición pacífica hacia la democracia", dijo el martes 4 el activista Neil Hicks, de la organización no gubernamental Human Rights First.

"En este momento delicado, en que Egipto emerge de un año de incertidumbre y crisis políticas, Estados Unidos hace bien en ofrecer un alivio de deuda", sostuvo.
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La oferta original de Washington había sido "canjear" una porción de la deuda que mantiene Egipto con Estados Unidos, para ayudar a la creación de empleos. En julio, Clinton también mencionó un programa de 60 millones de dólares para apoyar a pequeñas y medianas empresas.

Aunque los detalles del nuevo paquete todavía no se dieron a conocer, el martes 4 el portavoz del Departamento de Estado, Patrick Ventrell, observó que los "canjes de deuda" siguen siendo "una de las opciones".

Lo preocupante es que, luego de conocidas las negociaciones, el primer ministro de Egipto, Hisham Qandil, declaró que su país no había sido consultado oficialmente sobre ningún plan de alivio de deuda, según un artículo publicado el martes en un periódico estatal.

Morsi, quien en los últimos tiempos reafirmó su control sobre los militares que gobernaron Egipto desde la caída de Hosni Mubarak (1981-2011), intenta ahora recuperar la atribulada economía de su país.

Esta se vio muy perjudicada por inversores extranjeros tan asustados como los turistas con el levantamiento popular que en enero de 2011 derrocó a Mubarak.

Esa situación amplió la deuda general del país, de 35.000 millones de dólares, amenazando con una crisis en la balanza de pagos.

El lunes 3, la libra egipcia, la moneda nacional, cayó a su valor más bajo en más de siete años, mientras el gobierno intentaba superar una brecha presupuestaria de 25.000 millones de dólares.

Primero, a Beijing

Actualmente, Egipto le debe a Estados Unidos más de 3.000 millones de dólares, particularmente por un programa de asistencia de los años 70 llamado Alimentos por Paz.

Estados Unidos le entregó a Egipto durante décadas una asistencia anual de 250 millones de dólares y otros 1.200 millones de dólares en ayuda militar.

Luego de la caída de Mubarak, la mirada egipcia hacia los estadounidenses no fue la mejor, tanto por el apoyo dado al régimen, que estuvo en el poder por 30 años, como por la política dubitativa posterior.

Por ejemplo, a pesar del compromiso asumido en mayo de 2011 por Obama, poco ha ocurrido en este frente hasta ahora. La llegada la semana pasada de una delegación negociadora de Washington a El Cairo fue la primera señal positiva.

"El apoyo económico permitirá al gobierno estadounidenses alentar a los líderes egipcios a que avancen en reformas políticas esenciales, con medidas que protejan los derechos y libertades básicas en ese país árabe", dijo Hicks, de Human Rights First.

De hecho, los analistas han destacado la decisión de Morsi de viajar a Beijing la semana pasada, antes de hacer su primera visita oficial a Washington. Algunos sugieren que esto pone de relieve la potente guerra de influencias que China y Estados Unidos libran en el mundo árabe y en buena parte de África.

Durante ese viaje, los dirigentes chinos ofrecieron a Egipto un préstamo de 200 millones de dólares, y firmaron una serie de acuerdos de inversión. Además, los gobiernos de Qatar y Arabia Saudita ya acudieron en auxilio de las arcas egipcias, ofreciendo 2.000 millones de dólares cada uno.

A fines de agosto, Morsi también requirió formalmente un préstamo de 4.800 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional (FMI), que Estados Unidos respalda.

Ese pedido del gobierno motivó movilizaciones de protesta, especialmente ante la presencia en El Cairo de la directora gerenta del FMI, Christine Lagarde, para realizar negociaciones secretas con el gobierno.

"Egipto está en una transición hacia la democracia, y necesita apoyo internacional para crecer. Pero ya tiene más de 35.000 millones de dólares de deuda, la mayor parte por culpa del régimen anterior, que era ilegítimo y corrupto", dijo a IPS el director ejecutivo de la Jubilee USA Network, Eric LeCompte. "Hacer que el pueblo agipcio pague esta deuda es un castigo que no se merece", apuntó.

"Como mayor nación deudora de la región, el país necesita hacer más manejables sus compromisos ya insostenibles", indicó.

"Las instituciones multilaterales de préstamo deberían considerar un alivio de deuda que permita liberar recursos para el nuevo Egipto", reclamó LeCompte.

La mayor delegación de la historia

Según los informes iniciales, los negociadores estadounidenses también están reuniendo garantías de préstamo equivalentes a unos 375 millones de dólares para inversores de su país interesados en Egipto.

El Departamento de Estado anunció el martes que se movilizará "la mayor delegación comercial de la historia a la región".

El grupo de empresarios que visitará Egipto entre el 8 y el 11 de este mes, incluirá a 100 ejecutivos de 50 empresas estadounidenses y será encabezado por varios funcionarios gubernamentales, entre ellos el subsecretario de Estado Thomas Nides.

"El potencial de crecimiento económico de Egipto no tiene parangón en la región", dijo en Washington el vicepresidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos, Lionel Johnson.

Entre las firmas que ya confirmaron su participación figuran empresas de servicios militares a gran escala, como Boeing, Lockheed Martin y Raytheon, y también General Electric, Dow, Cargill y Exxon Mobil.

Según el Consejo Empresarial Estados Unidos-Egipto, que integra la Cámara de Comercio, es probable que los empresarios se reúnan con Morsi, con miembros del gabinete y del parlamento egipcio, además de dirigentes políticos, empresariales y representantes del gobierno estadounidense.

Estadísticas oficiales de Estados Unidos señalan que en 2011 el comercio bilateral con Egipto fue de aproximadamente 8.200 millones de dólares.

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