Disparos desde el lado sirio de la frontera impactaron este lunes 9 en un campamento de refugiados ubicado en territorio turco, hiriendo a por lo menos tres personas.
Los lesionados fueron dos refugiados sirios y un traductor turco. El incidente se produjo en el campamento de Kilis, en la sureña provincia turca de Gaziantep, dijo un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía.
Sin embargo, no está claro si el campamento fue objeto deliberado de un ataque.
Un funcionario de la cancillería turca dijo que, tras el episodio, el encargado de negocios de Siria en Ankara fue convocado por el Ministerio.
«Reclamamos que se ponga fin a esta» balacera, expresó el funcionario.
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Anita McNaught, de Al Jazeera, dijo en un informe desde la sureña localidad turca de Antakya que el incidente implica «una destacable escalada de las tensiones en esta área transfronteriza ya tensa».
El incidente tuvo lugar luego de que algunos informes señalaron que fuerzas del gobierno sirio intentaban impedir que refugiados ingresaran a Turquía.
Miles de sirios están refugiados en ocho campamentos instalados en las sureñas provincias turcas de Hatay y Gaziantep, mientras que otros han cruzado a Líbano, Jordania e Iraq.
En este contexto, parece particularmente frágil el acuerdo de cese del fuego en Siria mediado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cuya entrada en vigor está prevista para el martes 10. A último momento, el gobierno de Bashar Al Assad planteó nuevos reclamos que fueron rechazados por la oposición armada.
Según ese acuerdo, que contó con la intermediación de Kofi Annan, enviado especial de la ONU y la Liga Árabe a Siria, el ejército debe retirarse el martes 10 de ciudades opositoras, poniendo punto final a las luchas 48 horas después.
Pero desde entonces, el régimen de Assad dijo que solo cumpliría con su parte del trato si los rebeldes primero entregaban garantías escritas de que dejarían de luchar. El líder del mayor grupo armado de la oposición, el Ejército Siria Libre (FSA), rechazó esa demanda.
China urgió a Siria a adherir a su compromiso anterior de dejar de combatir y empezar a retirar sus soldados, al tiempo de llamar a la oposición a cumplir sus compromisos.
«Banda criminal»
El coronel Riad al-Asaad, del FSA, dijo que su grupo estaba comprometido con el plan de paz, pero que daría garantías solamente a la comunidad internacional, y no al gobierno sirio.
«No es un régimen que esté gobernando el país. Es una banda criminal. Así que no le daremos garantías», dijo Asaad a Al Jazeera, apenas horas después de que el gobierno emitió su reclamo, el domingo 8.
Asaad dijo que si el gobierno sirio se atiene al plan de seis puntos presentado por Annan para poner fin a la violencia, el FSA tampoco atacará. Reclamó, además, que el gobierno retire sus fuerzas a las bases y saque de las calles los puestos de control.
La semana pasada, el régimen de Assad aceptó el acuerdo para el cese del fuego, que también exigió que combatientes del gobierno y de la oposición depusieran sus armas para la hora 06:00 (04:00 GMT) del jueves 12.
Por su parte, Annan urgió al gobierno de Siria a implementar plenamente su compromiso con el cese del fuego, y condenó «un aumento en la violencia y las atrocidades».
El objetivo de la tregua es cimentar el camino para las negociaciones entre el gobierno y la oposición en torno al futuro político de Siria.
Sin embargo, varios activistas sostienen que efectivos sirios continúan atacando regiones clave.
Idlib bombardeada
Fuerzas leales al presidente Assad también bombardearon un área en la norteña provincia siria de Idlib, cerca de la frontera con Turquía, dejando decenas de muertos o heridos, dijeron el domingo activistas de la oposición.
Alrededor de 90 tanques y vehículos blindados, respaldados por helicópteros, bombardearon la llanura Al Rouge, al sudoeste de la ciudad de Idlib, la capital provincial, informó la agencia de noticias Reuters, citando a activistas de dentro de Siria y en la frontera con Turquía.
Los activistas también señalaron que combatientes del FSA fueron rodeados en Al Bashiriya, una de las alrededor de 40 aldeas ubicadas en la llanura.
El Consejo Nacional Sirio, como se conoce la principal alianza de la oposición, reclamó el domingo una intervención de la ONU, después de que grupos de monitoreo dijeron que 86 de los asesinados el sábado 7 eran civiles.
Las localidades ubicadas al norte de la localidad de Aleppo han soportado varios días de enfrentamientos y bombardeos, lo que impulsó a 3.000 civiles a huir por la frontera turca solamente el viernes 6. La cifra es unas 10 veces mayor que la que se registraba diariamente antes de que Assad aceptara el plan de Annan, hace 10 días.
«Por el momento tenemos 24.000 sirios que han ingresado a Turquía. Por supuesto, este número va en aumento», declaró el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan el sábado, antes de partir hacia China.
«En particular, Kofi Annan tiene que mantenerse firme. Anunció como fecha límite el 10 de abril. Creo que él debería monitorear la situación muy de cerca», agregó.
La ONU estima que por lo menos 9.000 personas han sido asesinadas en Siria desde que empezó la crisis, hace 13 meses.
