ELECCIONES-HAITÍ: Barajar y dar de nuevo

El recuento de votos dispuesto en Haití y el apoyo dado a la iniciativa por numerosos países pusieron freno a las violentas manifestaciones que se suscitaron la semana pasada tras conocerse los resultados preliminares de las elecciones generales de noviembre.

Un hombre en moto frente a un cartel en llamas el martes 8 de diciembre. Crédito: Digital.Democracy/flickr.
Un hombre en moto frente a un cartel en llamas el martes 8 de diciembre. Crédito: Digital.Democracy/flickr.
El Consejo Electoral Provisional (CEP) anunció el domingo de noche la creación de una comisión especial para revisar los datos divulgados el 7 de este mes. Además, los candidatos tienen tres días para presentar denuncias de fraude.

La medida contó con el apoyo de representantes de Brasil, Canadá, Estados Unidos y Francia, así como de la Organización de las Naciones Unidas y de la Organización de Estados Americanos.

Además divulgaron una declaración que llama a los candidatos a "pedir a sus partidarios a que se abstengan en el uso de la violencia, que sólo perjudica al pueblo haitiano".

La unidad mostrada por los llamados "amigos" de Haití difiere totalmente de la lluvia de declaraciones realizadas la semana pasada por funcionarios estadounidenses, que pueden interpretarse más que como ataques contra el gobierno local y los funcionarios electorales.
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Las críticas de Washington culminaron el viernes con una declaración del senador del gobernante Partido Demócrata, Patrick Leahy, quien llamó a Estados Unidos a "respaldar el derecho del pueblo haitiano a elegir a sus autoridades de forma libre y justa".

El legislador también urgió a suspender la "asistencia directa al gobierno central y las visas para altos funcionarios y sus familiares inmediatos".

Leahy preside el subcomité sobre el Departamento de Estado y Operaciones Extranjeras, del Comité de gastos del Senado.

La declaración, distribuida en tres idiomas para la prensa local, fue difundida tres días después de publicados los resultados preliminares de las elecciones el 7 de este mes.

Numerosos candidatos denuncian que hubo fraude en los comicios del 28 de noviembre.

Las denuncias, en especial las realizadas por el candidato que quedó en tercer lugar, el cantante popular Michel Martelly, hicieron que miles de personas protestaran en las calles de la capital y de otras ciudades. El país quedó conmocionado tras casi una semana de manifestaciones.

La violencia reinante dejó a varias personas heridas y por lo menos cinco muertas, incluidas las tres que perdieron la vida en Les Cayes a manos de la policía de la Misión de Estabilización de las Naciones Unidas en Haití, informó la Radio Voix Claudy Museau.

En la capital, las calles tuvieron numerosas barricadas hasta el sábado 11, por lo que la mayoría de los 1.000 campamentos para personas desplazadas por el terremoto de enero no recibieron agua durante cuatro días seguidos y tampoco se limpiaron los retretes.

"Se redujo de forma significativa o se suspendió casi por completo el despacho de camiones cisterna, la cloración, la distribución de tabletas de cloro y de jabones en la mayoría de las zonas", escribió Herbert Schembri, de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), uno de los coordinadores del Grupo de Agua y Saneamiento, en un memorando divulgado el viernes 10.

La paralización virtual del país también impidió que los centros de tratamiento contra el cólera recibieran los suministros necesarios o que se enterraran las personas muertas.

En Les Cayes, donde media docena de edificios fueron incendiados el martes 7 y el miércoles 8, Radio Caraibes informó que los cuerpos de personas muertas por el cólera, que suponen un gran riesgo sanitario, quedan en recintos hospitalarios.

El brote de cólera se cobró la vida de más de 2.000 haitianos hasta el domingo 5, e infectó a unas 100.000 personas más, aunque se sospecha que la cantidad real es mucho mayor porque la enfermedad avanza rápido y mucha gente muere antes de llegar a los centros de salud.

"Tienen que anunciar los resultados definitivos para que la gente pobre pueda salir a la calle a ganarse el dinero y cuidar de sus hijos", señaló Denièse Thelor, residente del campamento de Toussaint Louverture, en Puerto Príncipe.

"Somos los que votamos, no el CEP. Deben decirnos a quién elegimos", añadió.

El martes 7, el CEP anunció que la candidata opositora Myrlande Manigat, de 70 años, candidata de Rassemblement des Démocrates Progressistes Nationaux (RDNP), obtuvo 31,37 por ciento de los votos.

Jude Celestin, del gobernante Partido Ignite (unidad), siguió a Manigat con 22,48 por ciento de los sufragios, y en tercer lugar, pero muy cerca, quedó Martelly, con 21,84 por ciento.

Tras el anuncio de los resultados preliminares, muchos partidarios de Martelly denunciaron en la capital y en otras ciudades que él debía ocupar el primer lugar. No confían en el CEP para recontar los votos. Es "una trampa", declaró el candidato.

El dato que no concentra la atención en la prensa es el de la cantidad de personas que concurrieron a las urnas, sólo un cuarto de las habilitadas a sufragar.

Muchos votantes desilusionados prefirieron no votaron. Otros no pudieron hacerlo por la desorganización imperante. La violencia y la incompetencia hicieron que decenas de centros de votación se cerraran temprano o directamente no se pudiera sufragar, indicó el Consejo Nacional de Observación (CNO).

El CNO también declaró que tampoco confía en el recuento de votos.

El anuncio del CEP, la declaración de los representantes extranjeros y las fuertes lluvias registradas el domingo en la capital y el sur del país mantuvieron a los manifestantes lejos de las calles. Pero no se sabe por cuánto tiempo.

Periodistas radiales describieron este lunes la situación con comentarios como "hay gente en la calle", "parece normal" y "hay una tímida presencia policial".

Génèse Meselus, de 20 años, vive con su bebé en un campamento de refugiados ubicado en lo que fuera el principal parque de la capital, Champs-de-Mars. La joven observa y espera los resultados de las elecciones y la vivienda que se ha prometido a los 1,3 millones de personas que viven en asentamientos precarios hace casi un año.

Quienquiera que sea proclamado presidente, así como el nuevo parlamento y los llamados "amigos de Haití" tendrán que hacer frente a 1.300 campamentos con 1,3 millones de personas, a las decenas de toneladas de escombros y a una epidemia de cólera que se propagó a los 10 departamentos.

El plazo para presentar las denuncias de fraude vencerá este jueves 16 a las cuatro de la tarde, hora local.

*Ralph Henry es un periodista de AlterPresse (http://www.alterpresse.org) en Puerto Príncipe, Haití. Jane Regan colaboró con este artículo.

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