POLÍTICA-CUBA: Un aniversario que rompió tradiciones

El presidente de Cuba, Raúl Castro, rompió este lunes una tradición de la era revolucionaria al abstenerse de hablar en el festejo oficial por el 57 aniversario del asalto al cuartel Moncada, revés militar que sin embargo marcó el inicio de la insurrección triunfante en enero de 1959.

"No sabemos qué pasó… Nos quedamos esperando su discurso", confió a IPS vía telefónica un investigador cubano que asistió al acto conmemorativo realizado en la central ciudad de Santa Clara. El gobernante cedió la tribuna al primer vicepresidente José Ramón Machado Ventura, tomando por sorpresa prácticamente al país entero.

Aún cuando desde la víspera se anunció que la celebración estaría encabezada por Raúl Castro, elegido en febrero de 2008 presidente del Consejo de Estado, no pocas personas esperaban incluso la presencia de su hermano mayor, el ex mandatario Fidel Castro, quien este mes dio muestras de recuperación y reapareció en la escena pública.

Celebrado como Día de la Rebeldía Nacional, el 26 de julio tiene un marcado simbolismo. Según datos oficiales, la primera vez que Fidel Castro estuvo ausente fue en 2007. Un año antes, cayó enfermo dos o tres días después de hablar en la conmemoración de la efeméride realizada en la oriental provincia de Granma.

Pero en 1994 y en 1997, el discurso de cierre del acto central estuvo a cargo de Raúl Castro, en tanto que en 1992 se pospuso la celebración hasta el 5 de septiembre, luego de que Fidel Castro regresó de un viaje a España en el cual asistió a la II Cumbre Iberoamericana y visitó Galicia, región natal de su padre, Ángel Castro, fallecido en 1956.
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Esta efeméride conmemora el asalto a los cuarteles Moncada, de Santiago de Cuba, a 847 kilómetros de La Habana, y Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, a 730 kilómetros de la capital, que en 1953 dirigió Fidel Castro al frente de un grupo de jóvenes entre quienes se encontraba Raúl.

La fecha es motivo de celebraciones que incluyen un acto oficial, tradicionalmente aprovechado para informar sobre la situación del país y su entorno internacional.

En su discurso de 2007, Raúl Castro desmenuzó los problemas económicos del país y habló de cambios estructurales y de concepto para hacer producir la tierra.

Sus palabras fueron tomadas como promesa de las transformaciones que necesita Cuba para enderezar su debilitada economía y en esta ocasión se esperaban anuncios importantes sobre el tema.

Pero al cabo de cuatro años, Machado Ventura evidenció que el gobierno no siente apuro en esa materia.

"Continuaremos los estudios, análisis, así como la toma de decisiones que conduzcan a superar deficiencias y perfeccionar la sociedad; pero éstas no serán populistas, demagógicas, sino con sentido de responsabilidad, paso a paso, sin improvisaciones ni precipitaciones para no errar, y dejar atrás errores y medidas que no se avienen a las condiciones actuales", dijo.

En su hasta ahora único discurso de este año en Cuba, efectuado en abril, Raúl Castro atribuyó la desesperación de quienes desean cambios "inmediatos", al desconocimiento de la "magnitud de la tarea" y "la profundidad y complejidad de las interrelaciones entre los diferentes factores del funcionamiento de la sociedad que deberán modificarse". La cita en Santa Clara tampoco contó con la presencia del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien dos días después de anunciar que estaba invitado y figuraba entre los oradores, informó que había suspendido su viaje ante el riesgo de "agresión" a su país por parte de Colombia, respaldada, según dijo, por Estados Unidos.

En su lugar habló su ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica, Alí Rodríguez, quien acuso a Washington de fomentar un enfrentamiento entre Bogotá y Caracas.

La tensión binacional creció tras la decisión de Chávez de romper relaciones totales con Colombia, luego de que el presidente Álvaro Uribe lo acusó de proteger a guerrilleros izquierdistas del vecino país.

"Somos amantes de la paz, lucharemos hasta lo infinito por garantizar la paz, pero no le tememos a la guerra si nos la imponen", dijo Rodríguez, uno de los representantes de Venezuela que participó entre el domingo y este lunes en una reunión ministerial con Cuba, donde se acordó concentrarse en la implementación de cerca de 140 proyectos bilaterales.

Según expertos, se trata de fortalecer las iniciativas que más responden a los intereses de ambas naciones y también con mayores posibilidades en la esfera productiva. El intercambio entre Cuba y Venezuela ha crecido desde 2005 a más de 3.000 millones de dólares en 2009.

Venezuela abastece a Cuba con cerca de 100.000 barriles diarios de petróleo y derivados, lo que la hace vulnerable a cualquier desestabilización de ese país.

"La situación internacional que nos rodea está muy grave. Es mejor que por ahora Raúl no haya hablado", aventuró a IPS un veterano militante del Partido Comunista de Cuba (PCC).

Aun en medio de ese contexto adverso, la atención de la población de 11,2 millones de habitantes se trasladó desde este lunes hacia la sesión ordinaria del parlamento, prevista para el 1 de agosto, cuyos discursos de cierre han estado hasta ahora a cargo del presidente Raúl Castro.

Empero, Fidel Castro mantiene su puesto de diputado en la Asamblea Nacional. Inclusive su silla ha permanecido hasta ahora vacía, junto a la de Raúl, en el salón plenario del Palacio de Convenciones de La Habana, donde habitualmente sesionan los diputados.

El octogenario líder cubano desistió en febrero de 2008 de aspirar nuevamente al cargo de presidente del Consejo de Estado y Comandante en Jefe, pero conserva el puesto de primer secretario del PCC además de su bancada parlamentaria.

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