Polémico cambio de archivos de Bolívar y Miranda

El gobierno de Venezuela ordenó quitar los archivos del libertador Simón Bolívar (1783-1830) y del precursor de la independencia Francisco de Miranda (1750-1816) a la Academia Nacional de la Historia, para llevarlos de nuevo al Archivo General de la Nación, que depende del Ejecutivo.

Se trata de 283 tomos con documentos de Bolívar, considerado libertador de las actuales Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia y Panamá, y 63 de Miranda, general de la Revolución Francesa y de las guerras de independencia de Estados Unidos y de la América Española, para la que concibió el nombre de Colombia.

En 1997, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) incluyó esos archivos en su programa Memoria del Mundo, y a raíz de ello el ex presidente Rafael Caldera (1969-1974 y 1994-1999) entregó su custodia a la Academia, poco antes de asumir Hugo Chávez el poder en 1999.

Pero en abril el gobierno decretó la nueva mudanza "con el objeto de rescatar la memoria histórica de las luchas de liberación del pueblo venezolano, las cuales han sido ocultadas por factores políticos contrarios al proceso revolucionario".

Chávez encabeza un proceso político que reivindica como revolución de base bolivariana, marxista y cristiana, y lo enuncia como "socialismo del siglo XXI".
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El decreto argumentó que "es obligación del Estado Revolucionario garantizar la protección, preservación, enriquecimiento y restauración del patrimonio cultural y memoria histórica de la Nación", por lo que se decidió trasladar los papeles de ambos héroes al Archivo General.

El ministro de Cultura, Francisco Sesto, sostuvo que el Archivo General, bajo su tutela, "tiene las condiciones óptimas para preservar y divulgar esos archivos, por lo que se trata de una acción legal y científica, además de gesto político".

Elías Pino, director de la Academia, dijo a IPS que "se trata de una decisión orientada a colocar los documentos y el pasado al servicio del régimen. No es que la Academia se sienta dolida por un despojo, sino de que hay un riesgo de manipulación política, de que se utilicen esos materiales para arrimar la brasa a la sardina del gobierno".

"Eso es algo mucho más peligroso, mucho más que el deterioro o extravío, y es que a través de su manejo tendencioso esos documentos sirvan a un propósito evidente del poder, de querer militarizar la memoria de la sociedad", dijo Pino.

En su opinión "para militarizar el pasado, como quieren militarizar el presente, la épica de Bolívar y Miranda les viene como anillo al dedo. El propio presidente trata de plantear el origen de la independencia como cívico-militar, lo que no tiene sentido, pues fue un proceso desencadenado por civiles".

El 19 de abril de 1810, el cabildo de Caracas depuso el mando español y estableció un gobierno propio, lo que originó la independencia venezolana. Los académicos criticaron el sesgo castrense que impuso Chávez a la conmemoración de este bicentenario, cuando el único militar protagonista fue el capitán general español defenestrado.

Las tesis gubernamental y de la Academia se han confrontado también a propósito de la difusión de los documentos, pues el gobierno anuncia su edición completa y divulgación a través de Internet para que estén al alcance de todos los interesados.

La Academia precisa que ya editó 39 tomos de Escritos del Libertador, Simón Bolívar, así como prácticamente todo el archivo de Miranda. Además, ambas colecciones, así como otros valiosos conjuntos de documentos en manos de la entidad, han sido completamente digitalizados para su uso público.

Los archivos de Bolívar y Miranda se guardan en espacios acondicionados para su preservación, con una humedad de 60 por ciento y a 19 grados centígrados.

Luis Pellicer, director del Archivo General de la Nación, dijo que hace unos años ese despacho no tenía instalaciones adecuadas para preservar esos tesoros históricos, pero que ahora sí las posee.

Una de las joyas es el original del discurso que el Libertador leyó el 15 de febrero de 1819 ante el congreso fundacional de Colombia en Angostura, hoy Ciudad Bolívar, a orillas del Orinoco, a 590 kilómetros al sureste de Caracas.

Pellicer subrayó a IPS que "uno de los objetivos del traslado es que el pueblo venezolano pueda conocer más de los documentos de dos de sus máximas figuras históricas, porque el trabajo de difusión hasta ahora ha sido mínimo".

Además de digitalizar todos los documentos originales, muchos se transcribirán al castellano moderno, se traducirán los que estén en otros idiomas y se llevarán a la red Internet para uso de los cibernautas del mundo, abundó.

Responsables del Archivo General y de la Academia han dedicado los primeros días de mayo a preparar y sustanciar el inventario de los documentos que se traspasarán, para deslindar responsabilidades.

La académica Inés Quintero dijo a IPS que el Ejecutivo ha hecho un uso discrecional de algunos tesoros históricos del país, el más notorio de los cuales es la espada que la ciudad de Lima obsequió a Bolívar en 1825, con más de 600 brillantes en su empuñadura y que se guarda en una vaina de oro macizo.

Chávez la retiró de las bóvedas del Banco Central donde se guardaba y la ha empleado en actos gubernamentales y proselitistas. "Es una joya que, por su valor histórico y por ser una pieza de orfebrería única e irrepetible, debería estar bajo el mayor resguardo posible de cualquier posibilidad de deterioro", estimó Quintero.

También, ineludiblemente, en este país políticamente muy polarizado, el traslado de los archivos de Bolívar y Miranda a la órbita del gobierno seguirá abonando la polémica sobre lo que académicos críticos señalan como la intención de Chávez de "reescribir la Historia".

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