CHILE: Un manto de solidaridad

Un manto de solidaridad internacional ha arropado a Chile, mientras llueven ofertas de cooperación en auxilio de las víctimas y de la reconstrucción del país tras los devastadores terremoto y maremoto del sábado 27.

Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visita a su par chilena Michelle Bachelet para coordinar la ayuda Crédito: Presidencia de Chile
Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, visita a su par chilena Michelle Bachelet para coordinar la ayuda Crédito: Presidencia de Chile
Redes sociales, como Twitter, han recogido y expresado masivamente esa solidaridad, que alcanzó a figuras del "star system" en Hollywood, como Jim Carrey, o Jessica Alba y Eva Longoria —ambas de ascendencia latinoamericana—, o cantantes como Juanes y Shakira, de Colombia, Ricky Martin, de Puerto Rico, Laura Pausini, de Italia, Alejandro Sanz, de España, y Ricardo Arjona, de Guatemala.

"Mis pensamientos y rezos están con todos los hermanos de Chile. Todos podemos ayudar", afirmó Shakira, en tanto Sanz escribió "una vez más la naturaleza golpea. Estemos todos atentos a las plataformas de ayuda que se habiliten". Juanes, por su parte, planteó temprano el sábado: "todos somos chilenos hoy" y pidió a sus seguidores volcarse con el país.

La ex modelo estadounidense Cindy Crawford se mostró "muy preocupada por el desastre de Chile", Longoria pidió "rezar por los hermanos chilenos", como también hizo Oswaldo "Ozzie" Guillén, mánager venezolano del equipo de béisbol Medias Blancas de Chicago.

Las redes también se han activado para los mensajes de búsqueda y ayuda: "Necesito noticias para poder tranquilizar a su padre que vive en Argentina y no sabe nada de Raúl Dragonetti y su familia, viven en Concepción, en la esquina de Ararranza y Freire, frente al Colegio Don Bosco. Gracias. Mario, Buenos Aires", fue un típico mensaje.
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Mientras, las esferas tradicionales de liderazgo y poder también se manifestaban de modo prácticamente unánime, desde el papa Benedicto XVI, quien unió a sus oraciones un llamado a "manifestar la solidaridad, en particular las organizaciones eclesiásticas", hasta el gobierno comunista de Corea del Norte, que envió un mensaje de condolencias.

Luiz Inácio Lula da Silva, presidente del mayor país latinoamericano, Brasil, viajó el lunes a Santiago para expresar solidaridad y coordinar la cooperación inmediata de su país con base en la lista de prioridades que le planteó la mandataria chilena, Michelle Bachelet. "Chile no merecía una catástrofe como ésta", expresó Lula.

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, llegó este martes con el mismo propósito, en una serie de cortos viajes de alto nivel que incluyen al presidente de Perú, Alan García, y el canciller de Bolivia, David Choquehuanca. Ambos vecinos sudamericanos tienen roces diplomáticos con Chile, lo que realza su gesto.

Inicialmente, Bachelet había agradecido la oleada de ofertas de cooperación, pero explicó que no se requería ayuda inmediata. Sin embargo, este lunes comenzó a detallar un listado de asistencia urgente, entre la que destacó los hospitales de campaña.

Además precisó que se van a requerir cuantiosos recursos y asistencia para apoyar la reconstrucción de al menos 1,5 millones de viviendas dañadas, en un terremoto de una magnitud de 8,8 grados en la escala Richter, seguido por un maremoto en las poblaciones costeras del sur del país.

Hasta ahora la cifra oficial de muertos es de 723, en un saldo que se considera muy provisional, mientras los damnificados superan los dos millones.

Carlos Portales, embajador de Chile ante los organismos de Naciones Unidas en Ginebra, dijo que se requiere el envío de equipos de evaluación de daños, y que en lo inmediato se necesitarán puentes móviles, teléfonos satelitales, generadores eléctricos, tiendas y hospitales de campaña, y equipos de diálisis.

"En verdad lo que más necesitará la gente será recursos propios, dinero, para poder proveerse de cuanto necesitan para reconstruir y continuar su vida", dijo a IPS Francisco Vivero, presidente de la Casa de Chile, organización de chilenos en Venezuela, mientras hacía preparativos para viajar a prestar auxilios a su parientes en el país austral.

La Unión Europea ya dispuso una ayuda de emergencia de 5,4 millones de dólares, Japón ordenó tres millones, China un millón, la Corporación Andina de Fomento puso a disposición de Santiago sus palancas financieras y el Sistema Económico Latinoamericano ofreció igualmente la cooperación que le fuese requerida.

Rusia anunció también este martes el envío de dos aviones con ayuda humanitaria, mientras que el secretario general de la Organización de los Estados Americanos, el chileno José Miguel Insulza, llegó a Santiago el lunes para establecer qué apoyos inmediatos se requieren del sistema continental.

Lula, quien viajó a Chile tras asistir a la investidura de José Mujica como nuevo presidente de su vecino Uruguay, dijo que su país "será tan solidario con Chile como lo ha sido con Haití", devastado por un terremoto que causó más de 200.000 muertos el 12 de enero.

Una diferencia esencial entre ambos desastres, y los términos de la ayuda internacional ofrecida, es que Haití es el país más pobre del continente americano, a gran distancia de los ingresos nacional y por habitante que exhibe Chile, amén de las instituciones y vasta experiencia en el manejo de desastres sísmicos que tiene el país sudamericano.

Por ello la ayuda internacional no se ha precipitado y aguarda en cambio que el propio Estado chileno evalúe daños y requiera apoyos concretos.

"Nuestro hemisferio se une en tiempos de crisis y nosotros vamos a estar hombro con hombro con el pueblo de Chile en esta emergencia", anticipó la secretaria Clinton.

Prácticamente todos los países americanos enviaron mensajes de solidaridad y condolencias por las muertes y devastación del 27 de febrero, así como ofertas de ayuda material en la medida de sus posibilidades.

Destacaron las hechas por Bolivia y Perú, confrontados con Chile por litigios que hunden sus raíces en el siglo XIX y cuyos gobiernos rozan frecuentemente con el de Santiago, al punto de que La Paz no tiene relaciones diplomáticas con su vecino desde 1978 y Lima mantiene un contencioso ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

"Es gravísimo ver a nuestros hermanos latinoamericanos muertos por un terremoto. Siento que la naturaleza no aguanta las políticas que destruyen el medio ambiente, que la madre tierra se enoja. Como hicimos con Perú y Haití, vamos a compartir lo poco que tenemos con el pueblo chileno", dijo el presidente boliviano, Evo Morales.

En Perú, el presidente García decretó un día de duelo nacional, ordenó izar a media asta el pabellón nacional en todos los edificios públicos y dijo que su país "está al servicio del gobierno y el pueblo chileno para lo que necesiten".

También tuvo un toque humano especial la solidaridad expresada por Rafael Correa, presidente de Ecuador, quien además de solidarizarse con Chile subrayó la especial conmoción por lo que debía soportar "nuestra gran amiga" Michelle Bachelet.

De hecho, en las redes sociales son muy numerosos los comentarios que subrayan su solidaridad concreta con el hecho de que la presidenta chilena deba terminar su mandato, que culmina el día 11, enfrentando una de las peores catástrofes de un país habituado a los golpes de la naturaleza.

"Ella no se merece esto", "que pena con Michelle" y "me duele mucho Bachelet" son expresiones repetidas de solidaridad especial con la presidenta, en los comentarios que en la red Twitter se realizan por gente de todas partes en el canal especial sobre el terremoto que ha golpeado a la nación sudamericana.

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