EEUU-COLOMBIA: Uribe consigue espaldarazo de Obama para TLC

Los esfuerzos para consumar un tratado de libre comercio (TLC) entre Estados Unidos y Colombia podrían finalmente dar frutos, a pesar de las dudas sobre el desempeño del país sudamericano en materia de derechos humanos.

"Si bien hay obvias dificultades involucradas en el proceso… tengo confianza en que finalmente podremos sellar un acuerdo que sea bueno para el pueblo de Colombia y para el pueblo de Estados Unidos", dijo el mandatario estadounidense Barack Obama tras haber recibido el lunes a su par colombiano Álvaro Uribe.

El propio Uribe expresó este martes un cauteloso optimismo sobre la posibilidad de que Obama lleve al Congreso legislativo el texto del tratado, firmado hace dos años y medio por su predecesor, George W. Bush (2001-2009).

"Ayer, la conversación con el presidente Obama fue muy constructiva", dijo Uribe a una audiencia en el Centro Woodrow Wilson para Estudiantes Internacionales. "Lo vi muy interesado en avanzar con Colombia".

Uribe, visitante frecuente de la Casa Blanca durante la administración de Bush, ha sido el aliado más estrecho de Estados Unidos en América del Sur, particularmente gracias al fuerte apoyo de Washington a su lucha contra el narcotráfico y contra los grupos insurgentes, en particular las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
[related_articles]
A través del llamado Plan Colombia, lanzado por el gobierno de Bill Clinton (1993-2001), Washington volcó cerca de 6.000 millones de dólares para acabar con cultivos de coca y con la producción de drogas en territorio colombiano, convirtiendo a Bogotá en el mayor receptor de ayuda estadounidense en todo el hemisferio.

Bush trabajó por el TLC con Colombia y finalmente lo firmó el 22 de noviembre de 2006.

Sin embargo, el entonces opositor Partido Demócrata, con mayoría del Congreso, dejó en claro que no ratificaría el tratado a menos que Uribe diera pasos concretos para proteger los derechos laborales y los sindicatos en su país.

En la última década, cientos de sindicalistas han sido asesinados en Colombia. La mayoría han sido víctimas de los paramilitares de derecha, vinculados con las fuerzas armadas, grandes terratenientes y traficantes de drogas.

Con el apoyo principalmente de grandes sindicatos, opositores al tratado realizaron una protesta frente a la Casa Blanca durante la reunión del lunes.

Uribe expresó su esperanza de ganar apoyo en el Congreso para la aprobación del TLC gracias a la mejora del desempeño de su país en materia de seguridad y derechos humanos. Al hablar en el Wilson Center, señaló que, durante su administración, unos 30.000 paramilitares fueron desmovilizados y unos 10.000 ex guerrilleros desertaron.

Particularmente destacó su éxito en reducir la violencia contra los sindicalistas. Señaló que su gobierno había dado protección a más de 10.000 colombianos, entre ellos unos 2.000 sindicalistas y activistas.

De hecho, los asesinatos disminuyeron drásticamente de un pico de 274 en 1996, y especialmente tras la asunción de Uribe en 2002. El mandatario señaló que hubo 38 asesinatos de sindicalistas en 2008 (aunque la Confederación Sindical Internacional, con sede en Bruselas, señala que fueron 49), y 17 en lo que va de este año. "Queremos cero, cero casos", dijo este martes el presidente.

Con apoyo de Estados Unidos, su gobierno también intentó mejorar el sistema judicial. Antes de asumir, señaló, sólo dos hombres acusados de haber matado a sindicalistas fueron sentenciados en un tribunal penal. Bajo su administración, se obtuvieron casi 200 condenas, destacó.

El propio Obama elogió el desempeño de Uribe, al señalar: "Obviamente, hemos visto una trayectoria descendente en la muerte de sindicalistas, y hemos visto mejoras en lo que se refiere a juzgar a quienes realizan estos flagrantes delitos contra los derechos humanos".

"El presidente Uribe reconoce que todavía queda mucho trabajo por hacer, y deseamos cooperar con él para mejorar tanto los derechos de la fuerza laboral organizada en Colombia como para proteger a los líderes sindicalistas y defensores de los derechos civiles allí".

También reconoció que recientes polémicas contribuyeron a oscurecer la imagen de Uribe en Estados Unidos en los últimos meses, como informes de grupos de derechos humanos señalando que, incluso cuando la actividad paramilitar disminuyó, miembros del ejército y de la policía han asesinado a jóvenes pobres y atribuido los crímenes a la guerrilla.

Investigadores de la Organización de las Naciones Unidas confirmaron que los asesinatos extrajudiciales en Colombia han ocurrido en forma "sistemática y propagada". Gimena Sánchez-Giroli, especialista en temas colombianos para la Oficina en Washington para América Latina, señaló que las fuerzas de seguridad han matado más de 1.000 civiles desde 2002.

Mientras, el descubrimiento de un plan de espionaje a gran escala de los servicios de inteligencia colombianos contra enemigos y críticos de Uribe, así como a miembros de sus familias, también contribuyó a una caída de su imagen en Washington, aunque el mandatario negó si quiera estar al tanto de ese programa.

"Es importante que Colombia busque el imperio de la ley y la transparencia, y yo sé que es algo en lo que está comprometido Uribe a hacer", dijo Obama.

Por su parte, Uribe insistió en estar dedicado a los derechos humanos y a la transparencia, y dijo que nuevos decretos sobre las agencias de seguridad del Estado serán emitidos en las próximas tres semanas "para resolver los problemas endémicos de esas instituciones".

El mandatario colombiano insistió en que su principal prioridad era obtener la ratificación del TLC, y Obama lo estimuló en ese sentido. El presidente de Estados Unidos dijo que había instruido al representante de Comercio, Ron Kirk, a "comenzar a trabajar estrechamente con el equipo del presidente Uribe" para definir "cómo proceder hacia un acuerdo de libre comercio". Uribe también se reunió este martes con el secretario de Comercio, Gary Locke.

Como la mayoría de los demócratas, Obama había expresado su rechazo a ese tratado cuando se postuló a presidente.

Los defensores del TLC arguyen que beneficiaría a la economía estadounidense abriendo los mercados colombianos. Esto, sostienen, "nivelaría el campo de juego", ya que más de 90 por ciento de los bienes colombianos ya ingresan a Estados Unidos libres de impuestos bajo la Ley de Promoción Comercial Andina y Erradicación de Drogas.

De ser ratificado, el TLC permitiría que 80 por ciento de los bienes estadounidense ingresen también a Colombia libres de impuestos. Sus defensores señalan que creará empleos para personas que de otra manera se volcarían al narcotráfico o se sumarían a los paramilitares.

Pero Sánchez-Giroli sostiene que es difícil que el tratado sea aprobado por varias razones, incluyendo la preocupación por la situación de derechos humanos en Colombia.

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe