Las candidatas que compitieron en las últimas elecciones legislativas en Indonesia lograron éxitos resonantes. Pero activistas y analistas políticos creen que ni siquiera eso ayudará a apuntalar en el parlamento el reconocimiento de los derechos femeninos.
La directora ejecutiva del no gubernamental Centro de Indonesia para Mujeres en la Política, Titi Sumbung, aplaudió el aumento en la cantidad de legisladoras en el parlamento unicameral. Pero advirtió que la mayoría de ellas carecen de experiencia política.
"Nos complace este inesperado resultado. Pero parece que las mujeres con probados antecedentes en la defensa de los derechos femeninos no lograron escaños, y sí lo hicieron actrices, cantantes y familiares de poderosos dirigentes", destacó Sumbung, cuya organización promueve la equidad de género.
Como consecuencia de los comicios del 9 de abril, las legisladoras pasarán de ocupar 11,8 por ciento de los 560 escaños parlamentarios a entre 17 y 19 por ciento.
Esto constituye un nuevo récord en Indonesia, país de mayoría musulmana donde la política suele verse como terreno exclusivo de hombres. La mayor representación alcanzada por las mujeres en el parlamento había sido de 13 por ciento, en el periodo 1987-1992.
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El aumento fue un mentís a los pronósticos de las encuestadoras, que preveían, incluso, una reducción en el número de legisladoras debido a la aprobación de una ley que abolió un complejo sistema electoral que garantizaba la elección de mujeres en el parlamento.
El sistema derogado requería que al menos uno de cada tres candidatos ganadores por un partido en un distrito electoral debía ser una mujer. Según el nuevo régimen, los parlamentarios elegidos serían los más votados, independientemente de su género.
De todos modos, las mujeres con conexiones familiares o que tenían celebridad artística lograron buenas votaciones. Pero las activistas por los derechos femeninos que se presentaron como candidatas fracasaron, porque no eran tan conocidas ni contaban con tanto dinero para desafiar los prejuicios de esta sociedad patriarcal.
Entre las nuevas legisladoras figuran Puan Maharani, hija de la ex presidenta Megawati Sukarnoputri (2001-2004), así como las esposas e hijas de varios políticos importantes.
También se sentarán en el parlamento la princesa del sultanato de Surakarta, Koes Moertiyah, la ex miss Indonesia Angelina Sondakh y las actrices Rieke Diah Pitaloka y Nurul Arifin.
Entre éstas, sólo la primera cuenta con experiencia legislativa, pues fue elegida en los comicios de 2004. Pero en los últimos cinco años no impuso en la agenda política ninguna reivindicación femenina.
Entre los problemas de género más acuciantes se cuentan la inequidad entre niños y niñas en el sistema educativo, la alarmante violencia doméstica y la mortalidad materna, la mayor de Asia sudoriental. Casi 20.000 mujeres mueren cada año por complicaciones en el embarazo y el parto.
"Lo único que podemos hacer es trabajar duramente para apoyar" a las nuevas legisladoras "con el fin de que representen mejor a las mujeres", sostuvo Sumbung.
El analista político Fachry Ali, radicado en Yakarta, descree del compromiso del Poder Legislativo con la igualdad de género.
Ali sostuvo que las mujeres pertenecientes a dinastías políticas tienen probabilidades de seguir los pasos de sus padres o esposos. Y que la mayoría de las nuevas legisladoras no tienen experiencia en el tratamiento de cuestiones femeninas.
"Las esposas o hijas de políticos llevan con ellas la semilla de la cultura patriarcal. Pese al compromiso de la sociedad civil, temo que no habrá cambios en esta situación en el corto plazo", observó.
Pero puede haber excepciones. Pitaloka, de 35 años, que obtuvo un escaño por el Partido Democrático Indonesio en Lucha (PDIP), es muy conocida como estrella de telenovelas locales, conocidas como "sinetron".
"Estoy emocionada, pero también muy ansiosa", dijo Diah, quien tiene una maestría en filosofía por la Universidad de Indonesia. Activista de la organización ambientalista Greenpeace Internacional desde 2006, en los últimos dos años también fue parte del Departamento de Empoderamiento de las Mujeres del PDIP.
"Intento ser optimista en que las mujeres elegidas, yo incluida, podamos llevar la perspectiva de género a la cámara. Pero espero que los asuntos de las mujeres sean de interés de todos los legisladores", declaró a IPS.
