UNION EUROPEA: CRISIS DE IDENTIDAD EN LOS PARTIDOS SOCIALISTAS Por Mário Soares

Desde Estados Unidos están llegando las primeras noticias positivas en relación a la crisis económica, incluso algunas en el sector bancario (Goldman Sachs, Citigroup, Morgan Chase, etcétera). No son, por ahora, más que pequeñas señales. Pero Barack Obama no deja de debatirse en todos los frentes, con rigor y coraje.

Contrariamente, en la Unión Europea faltan líderes responsables, porque los actuales no identifican las causas de la crisis y sus posibles soluciones, y no consiguen ponerse de acuerdo sobre un plan europeo coherente y orientado hacia el futuro. Algunos observadores temen lo peor, que se pueda llegar a una disgregación del proyecto europeo, y aunque no me cuento entre ellos, considero la situación particularmente grave.

En los primeros días de junio tendrán lugar las elecciones europeas y, como consecuencia de la falta de ideas nuevas y de la pobreza del debate entre los partidos que las disputan, es de temer una elevada abstención. El electorado no cree que los líderes actuales puedan resolver los problemas inmediatos que los afectan y responden con indiferencia y desinterés.

En este cuadro el Partido Socialista Europeo, dirigido por una personalidad competente, el sindicalista y ex Primer Ministro dinamarqués Poul Nyrup Rasmussen, presentó el 19 de marzo último con vistas a la sucesiva cumbre del G20 una declaración que suscribieron todos los líderes socialistas europeos… para después no tenerla en cuenta. La misma suerte ha tenido una propuesta similar de la Confederación Europea de Sindicatos. No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Sin embargo, la superación de esta crisis requiere políticas de izquierda para enfrentar los problemas fundamentales: la creciente desocupación, la falta de crédito que arrastra a la quiebra a pequeñas y medianas empresas, el aumento de la pobreza. En ausencia de políticas sociales y ambientales eficientes, que las poblaciones sientan en la piel, no se restablecerá la confianza de los ciudadanos europeos. Y sin confianza no habrá condiciones para superar la depresión.

La declaración del Partido Socialista Europeo explaya sus propuesta anti crisis en siete puntos, a saber.

Un incremento significativo de las inversiones, esencialmente para estimular la economía y proveer dinero a los bancos para que estos a su vez otorguen créditos a los más necesitados.

Más facilidades crediticias que se apliquen para asegurar el relanzamiento de la economía real, no para actividades financieras de tipo especulativo.

Un pacto social para el empleo que será financiado a través de los fondos sociales europeos y los fondos de desarrollo regionales.

Un pacto para el progreso social que apunte a evitar nuevas divisiones en Europa.

Una política de solidaridad económica entre los 27 Estados miembro de la Unión Europea que implicará el apoyo a los países más necesitados de ayuda y que sería coordinado por la Comisión Europea en estrecha colaboración con los miembros y también con participación del Fondo Monetario Internacional.

Una acción mundial concertada entre todos los Estados para estimular un crecimiento económico más seguro y sustentable, la normalización financiera en base a una mejor regulación del sistema imbuida de valores éticos, asegurar que la Ronda Doha de negociaciones comerciales mundiales conduzca a un nuevo orden comercial que beneficie a todos los países y acentúe la solidaridad de las naciones ricas en relación a las más pobres, y la eliminación de los paraísos fiscales y del secreto bancario.

Finalmente, retomar los Objetivos de Desarrollo del Milenio de manera de cumplir con todas sus metas dentro del plazo fijado en el año 2015

El Partido Socialista Europeo afirma que con este programa se puede superar la cisis económica y al mismo tiempo aprovechar esta oportunidad histórica para modelar un futuro mejor y más justo. Con este programa los socialistas se presentarán a las elecciones que tendrán lugar en los diferentes países de la Unión entre el 4 y el 7 de junio para elegir a los representantes en el Parlamento Europeo de 500 millones de ciudadanos. Los partidos socialistas, socialdemócratas y laboristas pueden vencer este desafío, pero deben ganar la confianza del electorado y convencerlo de que cumplirán sus promesas.

El Partido Popular Europeo, que agrupa a los partidos de derecha, ya tiene un candidato para la Presidencia de la Comisión Europea: José Manuel Durão Barroso, su Presidente actual en busca de la reelección. Es decir, más de lo mismo.

Pero esto es asunto de la derecha. Lo que es inaceptable, porque sería un error colosal e incomprensible ante los electores de izquierda, es la posición adoptada por tres de los primeros ministros socialistas europeos -el británico Gordon Brown, el español José Luis Rodríguez Zapatero y el portugués José Sócrates- en favor del candidato del Partido Popular.

¿Se trata de una renuncia ideológica por razones personales o nacionales? El Partido Socialista Europeo abdicaría de sus funciones si no presentase un aspirante socialista, porque ciertamente no faltan en sus propias filas buenos candidatos y algunos excelentes. Los dirigentes mencionados tienen que responder a sus obligaciones y si no lo hacen serán responsables de una derrota electoral decisiva y, por añadidura, dejarán a la Unión Europea sin el liderazgo apropiado para una estrecha cooperación con los Estados Unidos de Obama a fin de vencer la crisis. (FIN/COPYRIGHT IPS)

(*) Mário Soares, ex Presidente y ex primer Ministro de Portugal.

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