Delegadas de grupos feministas de América Latina y el Caribe se reunieron en la capital de México para echar fuego contra todo tipo de fundamentalismos e intolerancias provenientes de credos religiosos y gobiernos, que a su juicio limitan los derechos de las mujeres.
Además, un grupo rechazó la presencia de las transgéneros, pues a su entender se trata en realidad de hombres, lo que generó un agrio debate.
El XI Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe reunió a lo largo de esta semana a unas 1.600 feministas provenientes de una docena de países y de diversas tendencias y grupos sociales.
Entre ellas, se ubican las llamadas autónomas y las institucionales, así como afrodescendientes, indígenas, lesbianas, bisexuales, travestis y transexuales.
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Este viernes, al clausurar la reunión de cinco días anunciaron que la próxima será en 2011 en Colombia, el mismo país donde se hizo la primera en 1981.
En la relatoría final de los debates, las activistas rechazaron el conjunto de normas que limitan los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las restricciones al uso del condón y el aborto. Además, dijeron que el capitalismo genera pobreza y discrimina a la población femenina.
Las mujeres reclamaron a los gobiernos por la marginación social de negras e indígenas y por lo que llamaron la imposición de una economía "neoliberal fundamentalista".
"Es paradójico y patético que en este encuentro donde se rechazó los fundamentalismos, algunas nos hayan acusado de ser hombres infiltrados, cuando en realidad somos mujeres y feministas", dijo a IPS Hazel Davenport, transexual mexicana que dirige el grupo Humana Nación Trans.
Davenport denunció que ella y algunas transgéneros de Argentina, Chile, Perú, Nicaragua y Chile, que en conjunto sumaron una docena de personas presentes en la reunión, recibieron "muestras de odio", entre ellas insultos y marginación de los debates.
Portavoces del movimiento feminista autónomo de tendencia izquierdista y radical chocaron durante la reunión con los transexuales y con las feministas llamadas plurales o institucionales.
Estas últimas pertenecen a grupo no gubernamentales, partidos políticos y en algunos casos trabajan en entidades de gobierno.
"Si los hombres transexuales quieren hacer un proceso feminista, háganlo, pero no con nosotras que somos las feministas que hemos luchado por años", señaló a IPS la chilena Victoria Aldunate, del grupo Memoria Colectiva, quien se identificó como "autónoma".
"Nosotras sentimos lo que sale de nuestro cuerpo y ese proceso no es igual en quienes no son mujeres", adujo.
"Este encuentro es de feministas" no de hombres hechos mujeres, secundó Julieta Paredes de la Asamblea Feminista Comunitaria de Bolivia.
La mexicana Adriana Bernal, del comité organizador de la reunión e identificada con las plurales, declaró a IPS que el tema de las transgéneros representa un desafío al movimiento feminista "donde aún tenemos que discutir y estudiar para entenderlo y aceptarlo".
Al finalizar la cita, en la relatoría de los debates, las participantes reconocieron que en el movimiento feminista "también hay fundamentalismos" entendidos como una tendencia a imponer un pensamiento único.
Señalaron que esas posturas deben ser enfrentadas, pues cualquier fundamentalismo "reproduce el entorno patriarcal" contra el que precisamente lucha el feminismo.
En las sesiones, en la que no hubo presencia masculina, las feministas autónomas leyeron un comunicado en el que denunciaron que el XI Encuentro Feminista se convirtió "en un espacio que refuerza a las instituciones patriarcales, vaciando y mercantilizando el contenido de las propuestas feministas".
Denunciaron que los ejes temáticos de la cita no fueron "decididos por las bases feministas, sino por las políticas emanadas de organismos trasnacionales que responden a intereses económicos propios".
Indicaron además su oposición a "un feminismo vaciado de contenido político crítico que se esconde en la categoría de género" y es cómplice del "capitalismo neoliberal".
Andrea Alvarado, de la Radio Feminista, medio de comunicación con sede en Costa Rica que ha seguido durante 17 años las citas del feminismo latinoamericano y caribeño, sostuvo que el movimiento de mujeres en la región es diverso y en permanente construcción.
En ese sentido, manifestó a IPS que hay activistas que creen que es el momento de integrar a los encuentros feministas a hombres y en dar plena cabida a los transexuales.
Lo segundo sucedió por primera vez en esta cita de México.
Alvarado manifestó que ella es de quienes se oponen a la presencia masculina, pues desde su punto de vista podrían "manipular o descontextualizar" los debates que se den.
"Cierto que en la realidad el mundo es de hombres y mujeres, pero en este espacio forzamos un poco esa realidad para que sea sólo nuestro, pues nadie puede negar que lo necesitamos como feministas", declaró a IPS la mexicana Ana Francis Mor.
Mor integra la compañía de teatro "Las Reinas Chulas", que ofreció presentaciones en el XI encuentro feminista.
Las reuniones del feminismo latinoamericano se realizan cada dos o tres años desde 1981. Más que un espacio para tomar resoluciones, las participantes lo reivindican como un lugar de diálogo que da oportunidad para intercambiar ideas, crear coaliciones y concertar proyectos.
Al terminar el encuentro en México, las participantes realizaron diversos pronunciamientos a nombre de sus respectivos colectivos.
Entre ellos, destacaron los realizados contra el tráfico y trata de personas, contra el racismo hacia indígenas y negras, contra la discriminación a lesbianas y contra lo que llamaron la imposición del "heterosexualismo".
